Paula Badosa hace balance. Tras haber perdido el tan ansiado top ten que obtuvo tras su impecable actuación en el Australian Open, la tenista catalana nacida en Nueva York reflexiona sobre sus sensaciones en el alto rendimiento más allá de los números o los rankings.
Tras la inclusión de Mirra Andreeva entre las diez mejores del mundo con su victoria en Dubai, Badosa se sitúa undécima de la clasificación de la WTA, sin embargo, tal como aseguró a EFE desde Mérida, sede de su próximo torneo, se siente mejor jugadora que en abril del 2022, cuando se colocó como número 2 de la clasificación mundial.
“Soy mejor tenista que cuando fui la número dos del mundo. Estoy en niveles más altos. Obviamente, antes fui dos de ránking, pero ahora mismo me considero superior en todos los aspectos”, aseguró Badosa.
La española tras haber participado en Doha y Dubai tras el primer grande del año en Australia, espera rival en el Abierto de Mérida, categoría 500 de la WTA, en el que es la segunda cabeza de serie. A la vuelta espera Máster 1.000 de Indian Wells, que ganó en el 2021 y que para muchos es el quinto Grand Slam.
La lucha con las lesiones
Consecuencia de una lesión de espalda, Paula Badosa vivió un auténtico infierno en un 2023 en el que despareció de la lista de las 100 mejores tenistas del mundo. Sin embargo, como el ave fénix, el año pasado firmó el mejor regreso de la WTA en 2024 y estuvo a un paso de meterse en las finales celebradas en Arabia Saudi.
El 2025, ha empezado con grandes sensaciones para la tenista con un hito jamás logrado en su carrera, la semifinal del Abierto de Australia, su mejor clasificación en un grande.
“Fue duro lo que viví, una fractura de estrés que me impedía hacer vida normal. Me dolía cuando dormía; fue algo difícil de manejar, pero creí en mí, en que iba a volver cuando me curara. Ahora estoy sana y con muchas ganas de jugar”, explicó.
Es la hispana una jugadora que no se esconde para mostrar sus emociones; llora con facilidad y tiene picos de alegría en las victorias. Al referirse a su temperamento, cree que no la ayuda, y sin embargo no puede cambiar su manera de ser.
“Siempre lo he dicho; ser tan emocional es difícil en un deporte tan duro, pero soy así. Estoy aprendiendo a lidiar con eso lo máximo posible y sentirme fuerte. Ojalá fuera más fría, claro que sí”, aceptó.
En Mérida Badosa debutará en la fase de octavos de finales contra la ganadora entre la colombiana Camila Osorio, 53 del ránking, y la rumana Jacqueline Cristian, 85.
“Será partido difícil, pero estoy en buena forma. Ser tenista de alto nivel es duro. Ser alguien en la vida; destacar mucho en algo en el mundo siempre implica sacrificio, lágrimas y alegrías”.
Paula ha vencido dos veces a la rusa Aryna Sabalenka, número uno de la WTA; una a la polaca Iga Swiatek, segunda del ránking, y cuatro a la estadounidense Coco Gauff, tercera. Esos números demuestran que tiene el nivel para ganar algún Grand Slam, lo cual no ha conseguido.
“Es para lo que me levanto todos los días, quiero pensar que hasta que no gane un torneo grande voy a luchar para conseguirlo. Debo estar bien mental, emocional y físicamente. Hay muchos factores que influyen, pero sé que puedo”, aseguró.
Con la mirada en los Master 1.000 de Indian Wells y Miami, ambos en marzo, Paula Badosa trabaja en perfeccionar su golpe de derecha, la, la movilidad, y el revés.
Cuando le preguntan si su mayor rival es Paula Badosa, no duda. “Sí, totalmente. Tengo una batalla conmigo misma. El tenis es muy mental y siempre me reto a mí ti misma. A veces me hablo, con mensajes positivos, claro”, afirmó