El último partido que Paola Soldevila (Reus, 1996) jugó en España cambió el rumbo de su vida. El Atlético le ganaba en la última jornada al Villarreal y sentenciaba al conjunto castellonense al descenso. El contrato que Paola había hecho meses atrás para renovar quedaba invalidado.
“Después de uno de los partidos más duros de mi vida, no tenía muy claro que hacer con mi futuro”. Pronto un exentrenador le ofreció un destino en el que nunca había pensado pero que quiso probar: Japón. “Al principio tuve dudas, miedos, estaba a muchos kilómetros… pero ahora estoy muy contenta de estar viviendo esta experiencia, está siendo un gran crecimiento personal”, admite.
Seis meses después Paola Soldevila se sienta a charlar con Artículo14 sobre una experiencia que le está enriqueciendo mucho, y no sólo a nivel deportivo.
Muchos aficionados al fútbol situaron Kobe en el mapa (equipo en el que ha recalado Paula) cuando Andrés Iniesta fue a jugar allí. “Se le sigue recordando, de hecho aquí esta la Iniesta Academy, y su familia y él han vuelto hace poco, se quedaron enamorados de Japón” nos cuenta la defensa catalana.
No le extraña, porque una de las cosas que más valora de los últimos meses es estar pudiendo ser parte de una cultura fascinante. “Tienen muchísimo respeto por todo, aunque no te conozcan, son muy educados, muy puntuales también. Me sorprendió lo silenciosos que eran, por ejemplo vas en el tren y aunque viaje una familia entera, no hablan entre ellos porque respetan el silencio de los demás”, nos cuenta.
“Aquí no se enfadan si perdemos”
Los fans en cambio si hacen ruido. Pero el respeto es el pilar fundamental entre los aficionados. “Si ganas los aficionados rivales te felicitan, aquí no se enfadan si perdemos, tu afición no se enfada, entienden que tienen que animarte para que puedas rendir mejor”, relata Soldevila. “Allí te animan desde que entran al estadio, de hecho cuando marcas en el calentamiento, también celebran el gol“, explica la futbolista.
Extrapolado al fútbol europeo o sudamericano claramente parece estar hablando de otra galaxia. Ese afecto y respeto también se comparte por parte del jugador “cuando llegué me sorprendió mucho que allí antes de calentar hacemos una fila y un saludo para agradecer a los seguidores que hayan venido a apoyarnos. Cuando acabamos de jugar también les damos las gracias por haber venido”, nos comenta.
Su día a día se parece bastante al que tenía como futbolista en España en cuanto a la dinámica de entrenamiento, lo más distinto lo ofrece el idioma, “estoy dando clases de japonés por las tardes para intentar entender lo antes posible”, y la comida “aquí desayunan arroz, pollo, salmón… yo sigo prefiriendo mi café con leche y tostada” comenta entre risas.
Japón vs España
Lejos de lo que pueda parecer a priori, la liga japonesa es una de las más competitivas en fútbol femenino. “Me ha sorprendido muchísimo la calidad técnica de las jugadoras y la competitividad de esta liga. Cualquier equipo puede sorprenderte“, reflexiona Paola Soldevila.
Y es que quizá eso era lo que más de menos echaba de la Liga F. “El hecho de que haya un equipo que sabes que va a ganar siempre… que ahora mismo es imbatible te hace desmotivarte un poco. Tú por supuesto que como jugadora compites, pero no tienes el aliciente de creer que puedes ganar la liga o ya inlcuso la Copa de la Reina”, comenta Paola refiriéndose, claro, al todopoderoso Barça.
Soldevila ha ido viendo en directo como se construía ese invencible Barcelona. De hecho, en sus primeros años de fútbol el dominador era el Atlético de Madrid. “Cuando jugamos contra ellas la final de la Copa de la Reina eran las claras favoritas“, rememora en el que fue una de las mayores tardes de fútbol de su carrera “siempre tendré ese partido como uno de los mejores. Guardo muy buenos recuerdos de los años en la Real Sociedad“, asegura.
Paola Soldevila tiene también pasado perico. Fue entrenada por Sara Monforte la que es la actual técnico del Espanyol, la única entrenadora de toda la Liga F. “No sé muy bien cual es el motivo para que esto ocurra, si es que hay pocas o que no tienen la suficiente confianza de los clubes todavía”, reflexiona sobre un camino que valora tomar cuando acaben sus años de futbolista. “Aún estoy viendo, me gusta mucho la rama de la preparación física, he estudiado INEF, pero también me llama entrenar“. Afortunadamente tendremos mucho fútbol aún que disfrutar de sus botas antes de que ese momento llegue.
Apurando sus últimos días de vacaciones en España (allí la liga japonesa no para por Navidad) le deseamos buen viaje de regreso “estos días por Barcelona se me han pasado volando” nos asegura. Morriña a parte, le pica el gusanillo también de volver a vestirse de corto para afrontar la segunda parte de la temporada, donde además el Inac Kobe está peleando por la cabeza de la clasificación, un reto sin duda que ahora mismo España no podría ofrecerle “yo sigo creyendo en que en unos años la situación cambie”, nos cuenta, y para entonces, puede que la volvamos a ver por nuestros campos.