Hace ya un tiempo que nos vamos acostumbrando a que las deportistas españolas se suban a lo más alto del podio, a que el deporte español esté cada vez más representado por mujeres que ganan, que se conviertan en referentes en diferentes disciplinas deportivas, algunas tan reconocidas como el fútbol, otras tan remotas para el aficionado español medio como el bádminton, hasta que la gran Carolina Marín nos hizo sentarnos frente al televisor a disfrutar de sus éxitos.
Ejemplos como el de Carolina, o Lydia Valentín, deberían servir para sembrar la semilla en sus respectivos deportes, para atraer a otras mujeres a practicar y competir, pero eso aún parece complicado, al menos en esas disciplinas.
Sí está ocurriendo en otros como el deporte rey, el fútbol, donde además del Mundial de la absoluta en agosto del pasado año, las selecciones sub 17 y sub 20 también ostentan el título de campeonas del mundo. Este año la sub 17 fue campeona de Europa en mayo y la sub 19 en julio. Las españolas dominan el panorama futbolístico mundial en todos las categorías.
No ha ocurrido así en otros deportes, por ejemplo en algunos tan populares como el ciclismo. Por eso, esta semana ha sido noticia una joven corredora navarra, Paula Ostiz, que ha hecho historia al lograr la medalla de plata en la prueba en linea de los Mundiales de ciclismo que se están disputando en Zúrich. Paula se había proclamado hace un mes campeona de Europa contrarreloj en la categoría junior. A sus 17 años, en su primer año en la categoría, debutaba en un Mundial marcado por la trágica muerte, en ese misma prueba, de la corredora suiza Muriel Furrer, ocurrida 24 horas después de sufrir una terrible caída que le produjo un gravísimo traumatismo craneoencefálico y posteriormente la muerte. Una terrible noticia que ha conmocionado a la familia ciclista y a la vez recuerda los graves riesgos que corren quienes eligen competir en este deporte, tan maravilloso como arriesgado.
A Paula solo la ganó en meta Cat Ferguson, campeona del mundo de crono, y cuya rueda solo pudieron seguir en el sprint final la española y la eslovena Chladonova, que hizo tercera. La joven navarra avisa, ambiciosa, de que el año que viene quiere el oro. Cat y Paula comparten algo más que medallas, ambas correrán el próximo año en el equipo Movistar, que se asegura así a las dos jovencísimas y talentosas corredoras del pelotón internacional.
Sobre dos ruedas se entrena también otra talentosa y joven española, aunque ella, Daniela Guillén compite en motocross, un deporte que exige un nivel físico tal que supone todo un reto para las mujeres. Con solo 18 años, Daniela, como Paula, ha hecho historia logrando por segunda vez ser segunda en el Mundial imponiéndose en la última prueba, el Gran Premio de Turquía y quedando a solo 4 puntos de la campeona del mundo Lotte Van Drunen. El talento de la joven de 18 años promete una gran carrera en su especialidad, donde solo tres mujeres españolas compiten en el circuito mundial. Con 6 años Daniela ya estaba subida a una moto, y uno de los lemas que han marcado su vida está resumido en dos réglalas. La numero 1, diviértete siempre. La numero 2, escucha la regla numero 1. Y la mejor forma de divertirse para catalana, claramente es compitiendo y ganando. Muy pronto leeremos mucho más sobre ella aquí en Artículo 14.
Esta primavera, con solo 15 años, otra española cumplió su sueño de estar en la parrilla de salida del Mundial de féminas. Carmen Gómez se subió a una moto con 4 años, y se ha pasado los 10 años posteriores compitiendo con chicos, la única realidad para las pocas chicas que se atreven con disciplinas tan exigentes como éstas.Lo sabe bien Jana Sánchez, la otra piloto española que compite en la élite.
Antes que ellas, Gabriela Seisdedos, 9 veces campeona de España,la primera de ellas con solo 17 años, toda una pionera que pasó por la misma experiencia en un deporte tradicionalmente de hombres. Cuando las niñas se incorporan a la práctica, normalmente por afición de algún familiar, todo va bien. Compiten niñas y niños porque no hay categoría femenina. El problema es cuando las chicas comienzan a ganar a los chicos. Eso muchos padres no lo llevan bien, según cuentan ellas mismas. La sociedad va cambiando, pero ellas van muy por delante.
De Gabriela a Daniela. Una preciosa historia de dos mujeres, la primera inspirando primero, ahora ayudando a la segunda a que cumpla su sueño. Van dos subcampeonatos. Quizás el año que viene Daniela rompa todos los parámetros siendo campeona del mundo con 19 años.