Es una pena, la Eurocopa acaba hoy. Hubo veces que casi no nos enteramos de que la cosa acababa, el último Mundial por ejemplo. El día de Japón nos fuimos haciendo una idea de que duraríamos poco. He tenido que buscar el resultado porque esos momentazos los elimino rápido: 2-1 perdimos. Y eso que primero marcó Morata, dicen las crónicas que a los 11 minutos. Después, en un plis plas mágico para ellos, 48 y 51, los japoneses marcaron dos veces y nos mandaron al cruce con Marruecos.
Ahí estuvimos mejor: empatamos a cero durante el tiempo normal y la prórroga. En el colmo de la regularidad, también nos quedamos a cero en los penaltis. Tres tiramos, tres fallamos. Y nos echaron, no había escapatoria. Esto es otra cosa. A todos nos encantaría que este España-Inglaterra fuese otra vez un octavo de final. Y jugar contra los que no hemos jugado: Suiza, Turquía, Holanda… Que el torneo durara por lo menos hasta finales de julio. Se nos ha hecho corto, ¿verdad?
Casi todo está dicho. Que España ha jugado mejor, que es el favorito, que la Humanidad entera, excepto la inglesa espera su victoria y que hasta al rabo todo es toro. O sea que Bellingham, Foden, Kane y otros súbditos de Soutghate están muy capacitados para amargarnos la noche. Como pasa eso, que casi todo está dicho, trato de ser original: me encantaría que Rodri metiera tres goles y ganásemos por 3-0.
¿Por qué Rodri? Pues porque la otra noche, en el programa Radioestadio noche de Onda Cero, se me ocurrió decir que me parece exagerado pedir para él el Balón de Oro y he sido tildada de madridista y de algo muy doloroso: ¡antiespañola! Y esto no. Admito crítica futbolera, tía-no-sabes-nada, a mi cocina, a mi estilismo, que piensen que mis apellidos, en realidad, son González Blanco, pero esto… ¡No! Mátenme, pero no mientan, dijo el gran Luis Aragonés. Acostumbro a recordarle.
Entiendo que ese galardón se base generalmente, luego no siempre, pues los que votan regularidad no tienen, en la actuación de los futbolistas en sus clubes y en sus selecciones, los años que aparecen, Eurocopa, Copa América o Mundial. Las copas de África, Asia u Oceanía no han influido mucho históricamente. Tras la temporada de clubes, el dorado era Vinicius. Es más: sigo pensando que ha sido el futbolista del año, aunque es cierto que por la Copa América no apareció.
Como al mismo tiempo se ha venido jugando la Eurocopa, me atreví a decir y continúo que hay dos jugadores, casualmente también del Madrid, que se disponen a ganar su cuarto título de los cinco que han disputado este curso: Bellingham y Carvajal. Sí, ganaron Supercopa de España, Liga y Champions. Uno de los dos añadirá el europeo. En cuanto a metal, indiscutibles e inalcanzables.
Y además siendo decisivos, importantísimos en sus equipos. Carvajal, más regular que Bellingham, porque ha estado sobresaliente en defensa, lo suyo, y en ataque todo el año. Fútbol total. El inglés se lesionó en el hombro y a partir de ahí bajó su tremendo nivel. Pero sus entrenadores no es que lo sienten, es que lo mantienen incluso para tirar penaltis. Hoy es uno de los que nos pondrá nerviosos.
Rodri es un extraordinario futbolista, no, lo siguiente. Clave en su club y en la selección. Un fenómeno. Uno de los que podría jugar en aquellas maravillas de Luis Aragonés y Del Bosque. Pero no pienso que haya que ser madridista ni que ataque mi españolía si digo y mantengo que este año, este, no ha sido mejor que Vinicius, Carvajal y Bellingham. Ni que Kroos.
Lo cual no supone criticarle, muy al contrario: supone que alcanzar lo hecho por esos colegas esta temporada es dificilísimo incluso para Rodri.
Lo confirma que camino del europeo una de las preocupaciones nacionales era su nivel, cómo estará Rodri, sabedores de que lo necesitábamos a tope o muy cerca. Afortunadamente eso pasó. Su final de curso en Manchester no había sido el de hace un año. Existen audios y escritos al respecto y no pocos.
Y es curioso: entonces, 2022-2023, campeón de todo, supernivelazo máximo, nadie pidió el Balón para él. Lo ganó Messi: ah. Quizá si Leo jugara en el Madrid, sí se hubieran acordado de aquel Rodri excepcional. Serán cosas mías… Vinicius, Carvajal o Bellingham. Veremos.