Nia Suardiaz, la campeona de wingfoil de 16 años

A sus 16 años, Nia Suardíaz es ya toda una referencia del wingfoil mundial tras revalidar el título de campeona del Mundo absoluta en la modalidad de surf-freestyle

Nadia conserva esa mezcla de timidez y sonrisa nerviosa propia de la edad. Porque aunque estemos hablando de la actual campeona de wingfoil aún no ha alcanzado la mayoría de edad.

La rider ha revalidado el título de campeona del Mundo absoluta de wingfoil en la modalidad de surf-freestyle, tras imponerse en la prueba del wingfoil World Tour (circuito mundial de la modalidad) que se ha celebrado en Fuerteventura (Islas Canarias). La deportista del Club Náutico de Sevilla también se impuso en la prueba de freefly-slalom, lo que le señala como máxima candidata a levantar de nuevo el título.

Su progresión ha sido meteórica. Empezó la disciplina con 14 y con sus actuales 16 ya está en lo más alto de este deporte emergente.
Vinculada al surf desde pequeña
Aunque Nia parece haber nacido para subirse a las olas. Es de Tarifa y siempre se ha sentido feliz de vivir allí y poder practicar todos los deportes de agua que le encantan. En especial los de tabla, mar, viento y olor a salitre.
Sus padres desde muy pequeña la llevaron a iniciarse en estas categorías de surf y windsurf: “Con 4 añitos hizo su primer curso de windsurf”, cuenta su orgulloso padre. La niña le cogió el gusto y creció surfeando las olas con sus amigos hasta que con 14 años descubrió el wingFoil.
Lo descubrí por el padre de una amiga que nos dijo que por qué no probábamos, ósea, por casualidad y por probar cosas nuevas, nunca digo que no a probar modalidades de agua”, comenta desenfadada.
El wingfoil es una nueva disciplina de deslizamiento sobre el agua en la que el deportista vuelva sobre el agua con la ayuda de una ala hinchable que maneja con las manos, y con una tabla con un foil a sus pies. Un nuevo deporte que se ha puesto muy de moda y que tiene la ventaja de que se puede practicar con poco viento y con mucho viento.
Nia nos lo explica: “El wingfoil es una sensación increíble de volar sobre el agua. Como llevas un Foil debajo de la tabla que te ayuda a elevarla, no tocas la superficie al navegar y es una sensación muy ligera. Para mí es el deporte perfecto para chicas porque no es tan físico como el windsurf ni tan técnico como el Surf y la experiencia es muy bonita. Además, lo puedes hacer con viento muy flojo y pasarlo muy bien”.
De las tres modalidades con las que cuenta (surf freestyle, slalom y disciplina de olas) ella compite en las tres. Y a día de hoy no hay rival a su altura.
Con 15 años soñaba con convertirse en campeona del mundo y con 17 años y tras la competición de hoy, Nia ha demostrado, ante un público con la mirada puesta en ella, ser la única en el mundo capaz de ofrecer un espectáculo puro y elevarse a las alturas para alcanzar el oro en las movidas aguas de Fuerteventura.

A Nia le faltan más apoyos económicos para poder perfeccionar su técnica y asumir el coste de los viajes de un deporte en expansión. Si lo consigue, y como ha sucedido con el surf, algún día el wingfoil es olímpico seguro que Nia será nuestra mejor representante.

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