Era una proeza, Mireia tenía que conseguir en la final de este sábado rebajar su marca en la prueba de los 400 metros libre en 15.71 segundos para lograr la mínima requerida de 4:07.90 que exige la Federación Española de Natación para estar en los Juegos. Era además su última oportunidad para poder estar en la que con toda probabilidad, habría sido su quinta y última cita olímpica.
Pero si alguien podía era ella, la mujer que más alegrías en forma de medalla ha dado al deporte español. Y la catalana lo intentó, pero aquejada de las lesiones en sus hombros no ha estado ni de lejos cerca de encontrar su mejor versión. Ha sido sexta, en una final que ganó Dumont, con 4.20.72 (oficiosos). Mireia se ha quedado a 13 segundos de la mínima olímpica para París (4:07.90).
Esa lesión de hombro ha sido su calvario. Belmonte ha estado alejada de la competición más de un año. Y su competitividad se ha visto mermada, como se ha podido comprobar en sus marcas a lo largo de esta semana en el Campeonato de España.
La campeona olímpica en los 200 mariposa de Río 2016 y ganadora de otras tres medallas olímpicas (dos platas y un bronce), ni siquiera ha podido nadar en la disciplina en la que tantas veces ha sido la reina. La mariposa ha sido su talón de Aquiles en las dos pruebas de estilos que ha nadado en el Campeonato.
En el 400 estilos del miércoles, se quedó a diez segundos de la mínima establecida por el Comité Olímpico y en los 200 estilos, que nadó el viernes, cedió cinco segundos ante Emma Carrasco, ganadora de la prueba que sí ha conseguido el ansiado billete olímpico. En ambas pruebas, Belmonte se colgó en su día la medalla de bronce. Hoy nos tenemos que quedar con aquella consecución de un sueño olímpico que vivimos 4 maravillosas veces. Aunque no vaya a París, Mireia siempre será nuestra campeona olímpica.