Michèle Mouton es considerada, por una inmensa mayoría, como la mujer más talentosa que jamás ha competido en el automovilismo. Con el paso de los años afortunadamente, cada vez son más los nombres de mujeres que quieren unirse a este debate, pero lo que sí que es inamovible es que la francesa es la piloto femenina más exitosa de la historia del Campeonato Mundial de Rally. Sus cuatro victorias y nueve podios en este campeonato así lo corroboran. Además, por si queda algún escéptico, hay que añadir que ninguna otra mujer ha ganado siquiera una carrera en esta modalidad.
Para muchos, Michèle es una de las grandes olvidadas del planeta automovilístico. La expiloto francesa derribó muros en un mundo que siempre se había considerado masculino. Lucho contra todo y contra todos y consiguió la mayoría de sus éxitos a lomos de una escudería que hoy en día es casi legendaria, Audi. La marca alemana ha querido devolverle parte de lo que Mouton les dio realizándole una pequeña entrevista casi 40 años después de que colgara el mono.
Michèle cambió el mundo del rally
Su forma de llegar al mundo del motor fue más que inusual, ella misma lo cuenta. “Tal vez sorprenda, pero no puedo decir que fuera una apasionada del automovilismo. Descubrí el automovilismo, pero nunca quise ser piloto de rally. Fue la oportunidad y luego el desafío el que me atrajo. Era un reto muy difícil intentar entrar, y a mí no me gustaba perder”.
Michèle Mouton pronto comenzó a destacar y, gracias a ello, recibió una inesperada llamada. “Eso es imposible de olvidar. Cuando estaba en el Campeonato de Francia creía que quizá podría tener una oportunidad de seguir al año siguiente. Y, de repente, recibí una llamada y yo ni siquiera hablaba inglés. Sólo entendí: Audi, tracción a las cuatro ruedas y Campeonato Mundial de Rally. Por supuesto, esa llamada fue algo increíble”.
Audi y Michèle, un tándem perfecto
Su fichaje por Audi fue histórico, pero aún quedaba encontrar un copiloto. “Sabía que tenía que cambiar de copiloto y, en aquel entonces, la mayoría eran hombres. Pensé en llamar a un hombre, pero Audi me dijo: no, preferimos una mujer. Llamamos a Fabrizia. Ya sabes, no necesitábamos hablar mucho, teníamos los mismos objetivos. Ella sigue siendo tan perfeccionista como yo e inmediatamente funcionó muy bien”.
La dupla funcionó mucho más que bien; subcampeonas del mundo en 1982 y quintas en 1983, pero lo que nunca olvidarán es su primera victoria en 1981, año de su debut. “Cuando terminas un rally de más de 2.000 kilómetros, lo primero que sientes es la alegría por el equipo. Para Audi fue su primera victoria. No piensas soy una mujer y acabo de ganar en el Campeonato Mundial de Rally. Yo lo que pensaba es: si he conseguido esto una vez, tal vez pueda hacerlo dos”.
“No podía casi dormir. Estaba tan nerviosa…Al final logré dormir dos o tres horas y recuerdo que cuando comenzamos la etapa le dije a Fabrizia: escucha, tenemos mucha presión, no sé si lo lograremos, pero la única forma es empezar esta etapa como si fuera la primera. Al acabar ves a todos los mecánicos que ponen flores sobre el capó y todo eso…es algo increíble”, así es como ella misma recuerda lo que significó que dos mujeres ganaran por primera vez una carrera en el Mundial de Rallies.
Michèle Mouton, una historia casi olvidada
Si Michèle Mouton tuviera la repercusión que merece, sería admirada allá por donde fuera. Al fin de cuentas cambió el mundo del rally en 1981. Cuando le preguntan qué se necesita ser cómo ella, Michèle no lo duda: “Es una pregunta difícil. Necesitas un poco de talento, eso está claro. Necesitas una fuerte motivación, determinación, autocontrol…También se necesita un buen coche, un buen equipo, un buen copiloto. Has se saber que no se gana solo. Además de todo lo nombrado, también se necesita un poco de suerte”, sentencia.
Su legado es eterno y siempre habrá una niña deseando ser como Michèle “Si una niña quiere ser piloto le diría que luche, que luche por ello y que nunca se rinda. Es un camino duro y difícil, pero es posible. De verdad que es posible”. La francesa es la viva muestra de ello.