Martina nos reconoce que han sido un par de años muy intensos. De maletas, aviones, mucho trabajo y renuncias personales. Pero todo esfuerzo tiene su recompensa. Estos días está teniendo lugar en Madrid el draft final del proyecto que lidera en WomanGoal, que para los que no lo sepan, un draft es un evento deportivo donde se realizan pruebas para visualizar, captar y detectar talento futbolístico femenino.
Estos días en la capital española, Martina está viendo en acción lucirse en el campo ante la atenta mirada de los mejores seleccionares nacionales e internacionales, a las 28 jugadoras que ella junto a su equipo han seleccionado desde todos los rincones del mundo. El objetivo es que consigan que un gran equipo las fiche.
Y es entonces cuando se da cuenta que quedan compensados tantos meses de sacrificio. “Las veo reír y convivir y me llena con creces. Además, no sólo son unas brillantes jugadoras con muchísimo potencial, es que además humanamente son un equipo buenísimo”.
Hace un año que Olivas empezó a viajar por todo el mundo en busca de talento futbolístico femenino. Cuando le plantearon el proyecto en 2017 enseguida lo vio claro: “vi que tenía mucho potencial y encima suponía trabajar en lo que más me gusta. De lo que más controlo a nivel profesional es de fútbol femenino así que no podía negarme”.
Pero lo que más le ha aportado este trabajo es a nivel personal. “Todas son mujeres increíbles, cada una es especial y diferente y cada una aporta valor añadido a este deporte”. Martina tiene anécdotas para escribir un libro y algo que destacar de todas las nacionalidades. “Me llamaron mucho la atención las chicas de Camerún, porque a pesar de que en su país no existe la cultura de entrenamiento como tal ni está nada profesionalizado, son un portento físico de la naturaleza increíble. Son rápidas y fuertes físicamente”.
La implicación de las japonesas también dejó a todo el equipo alucinado: “Nosotros siempre llegamos los primeros a los sitios, para prepararlo y organizarlo todo antes de los partidos de exhibición. Pero en Japón, cuando llegamos casi de madrugada no fuimos los primeros, ellas ya estaban ahí. Las japonesas, despiertas y preparadas habían llegado antes incluso que nosotros. Son serias y unas profesionales maravillosas”.
También hay historias con sabor agridulce. “En Colombia por ejemplo venían chicas a Cali que era el lugar donde organizamos las pruebas, desde todos los rincones del país atraídas por la gran oportunidad que les suponía.Y lo hacían como buenamente podían. Muchas tardaron días en llegar. Y algunas llegaban acompañadas de sus padres y con su bebé en brazos. Y lo más triste es que hubo muchos países en los que las jugadoras se presentaban sin desayunar a los partidos y en unas condiciones poco aptas para la competición”.
Porque en muchos lugares del mundo el deporte no está tan profesionalizado como lo está o empieza a estar en occidente. Para muchas verse de repente teniendo un psicólogo que las apoya emocional y mentalmente, tener un nutricionista trabajando con ellas que les hace un estudio pormenorizado y diseña unos planes personalizados, o un preparador físico y además un fisio que las trate, es un sueño con el que jamás habían imaginado poner contar.
Muchos más sueños por alcanzar
Aunque tampoco hay que mirar tan lejos, para saber que falta mucho recorrido en el fútbol femenino.
Para la valenciana hace falta que las inversiones privadas y públicas vayan de la mano y que a éstas se sumen las marcas. Martina cree que éstas últimas comienzan a darse cuenta del potencial del fútbol femenino. “Es un juego más real para el amante de este deporte, del que se puede aprender. Y el fútbol femenino es mucho más cercano, llega más a la gente. Y si me lo permites, y sin que suene mal, la mujer tiene mayor capacidad de aprendizaje que el hombre”. Olivas resume que en definitiva hace falta una mejor infrastructura para ellas.
Y después del draft…
Con el fin de hacerlo posible, el trabajo de WomanGoal no acaba en este draft final. La idea es que las jugadoras que no consigan fichar por un equipo, puedan continuar haciendo carrera dentro del mundo deportivo, como entrenadoras, directivas, técnicas y todo tipo de profesiones alrededor del fútbol. “Las queremos acompañar en el proceso y ofrecerles oportunidades para crecer”.
Porque muchas no lo tienen fácil en sus lugares de origen, donde en ocasiones no tienen ni una Liga profesional ni los medios para crearla.
A sus 40 años Martina asegura tener la energía y la ilusión intactas para seguir ayudándolas. Por suerte ella no ha tenido problemas como mujer dentro de su empresa, donde existe paridad en los puestos de trabajo. Pero en algunos lugares a los que viaja sí ha notado que no la miran ni la escuchan igual que a sus compañeros hombres. Pero eso no hace más que alimentar sus ganas.
El fútbol corre por sus venas desde que era niña y en su casa no se veía otra cosa en la televisión que partidos y corridas de toros. O desde que era junto a otra amiga, eran las únicas que jugaban al fútbol en el patio. Y si alguna vez el reto de luchar por mejorar el deporte femenino se la hace bola, mira a sus 28 chicas que representan lo mejor de los cinco continentes y vuelve a no perder de vista el foco del balón en su horizonte.