Cruzaba la meta segunda con la bandera de España, con un final dramático, que tuvo todos los ingredientes de guion cinematográfico, remontando y manteniendo un ritmo altísimo hasta el final. María Pérez nos hacía emocionarnos con una plata que ya forma parte de la historía olímpica española “estoy feliz” comentaba exultante la española.
La marcha nos devolvía la ilusión, con medallas que se habían resistido en los días previos de estos Juegos de París, pero el 1 de agosto desde bien temprano nos sacaba la sonrisa. El bronce de Álvaro Martín y la primera plata para España, firmada por María Pérez. “Siento mucha alegría” comentaba la atleta previa a la previa a la entrega de las coronas de flores (la ceremonia de medallas extrañamente es mañana). “Espero que hayáis disfrutado todos los españoles”, y se acordaba de una promesa hecha antes de partir a la capital francesa, “le dije a mi abuela que le iba a traer medalla, aquí la tiene la de plata”, declaraba la andaluza quien confesaba que lo que más esperaba era abrazarse a los suyos, “estoy deseando ver a mi familia, lo primero que he hecho es hacer una videollamada con mi familia”, reconocía la atleta que en Tokio 2020 se quedó a un paso del podio. “Cuatro años más tarde sí que me llevo la medalla”, confesaba aliviada la granadina.
Cuando la bicampeona mundial y subcampeona olímpica era preguntada si se le había pasado por la cabeza dar caza a la atleta china Jiayu Yang oro en esta final olímpica, “sólo pensaba en llegar a meta con un año tan complicado”. Un año en el que una recuperación de una rotura de sacro le ha impedido entrenar al cien por cien en los últimos meses, sumado a un virus en las últimas semanas.
“Me sabe a gloria, había muchísimos españoles animando, parecía que estábamos corriendo en casa”, reconocía la atleta quien quiso acordarse de su entrenador, Jacinto Garzón a quien nombró como el mejor del mundo, además, sabe llevar muy bien a las mujeres”.
“Hoy es un día para respirar, para sonreír”, “ahora ya tengo lo que quería, me toca disfrutar”.
Raúl Chapado, el presidente de la Federación de Atletismo valoraba también el gran día para la marcha española “no sé si soy más feliz que la abuela de María pero casi” comentaba entre bromas. Ya más serio, ponía en valor los logros obtenidos, “me siento muy orgulloso de todos, de Álvaro, de María, también del diploma de Laura, hay un trabajo detrás inmenso” declaraba Chapado.
Anécdota `Real´
La anécdota del día lo protagonizó el marchador Álvaro Martín, quien después de obtener su bronce fue a la meta a apoyar a su compañera, cuando cruzó la meta en segundo lugar, con la euforia, saltó a abrazarla saltándose el protocolo y haciéndolo antes que la Reina Letizia que estaba allí presente apoyando a la marcha española desde primera hora de la mañana.
El atleta se disculpaba,”ha sido la emoción, no te he visto”, por no haber cumplido con el orden establecido en el saludo. Un episodio que ha arrancado las sonrisas de todos los allí presentes mientras compartían la alegría por la segunda medalla del día, la tercera para la delegación española.
Un diploma con sabor a podio
Laura Garcia Caro valoraba así su séptimo puesto, un diploma olímpico con mucho mérito y muchísimo sacrificio detrás “Lo he dado todo, he luchado por los máximo, ha hecho más calor del que esperábamos” comentaba la atleta andaluza, “he tenido un año muy duro, pero me he repuesto fuerte, y estoy muy contenta con el resultado”.