María, la última niña española en visitar al Papa

La salmantina que lucha contra un Sarcoma de Edwing, fue recibida en el Vaticano el pasado 12 de febrero

María y su sonrisa pudieron ver una de las últimas que dedicó el Papa Francisco antes de enfermar. Hace apenas dos meses, ella y su familia acudían a una visita muy especial en el Vaticano. “Hoy es uno de los días más importantes de mi vida“, afirmaba la salmantina de once años tras haber podido cumplir uno de los sueños de su vida, conocer al Papa en persona.

Era 7 de febrero, cuando una carta le confirmaba que podría tener un breve encuentro con su Santidad el Papa Francisco, el pontífice que siempre se mostró amante del fútbol y de su San Lorenzo. Había dado muchos años antes la Primera Comunión a Ángel Correa, jugador atlético y uno de los ídolos de la pequeña María una verdadera apasionada desde muy niña del deporte rey, de su Unionistas y de su Atlético de Madrid.

El encuentro “tan futbolero” se producía tan sólo tres días después del `Día Mundial contra el Cáncer´. Y es que para la familia Caamaño Nuñez el cáncer cuatro años antes había dado un vuelco a su vida. Porque a la edad de siete años María Caamaño Núñez fue diagnosticada con Sarcoma de Ewing, un tipo de cáncer raro y agresivo que afecta los huesos y tejidos blandos.

Cuando tras persistentes dolores las pruebas médicas pusieron nombre a su enfermedad, comenzó un camino muy duro, pero también una resiliencia que ha inspirado a muchas otras familias.

La sonrisa de María

Junto al torero Gonzalo Caballero fundó la asociación `La sonrisa del María´ una ONG sin ánimo de lucro que recauda fondos para la investigación del Sarcoma de Ewing, y otros tipos de cáncer que afectan a niños y a adolescentes. De hecho, ella lo que quiere de mayor es ser oncóloga, pero mientras eso llega, con su asociación se centra en que pueda haber esperanza. “Todos soñamos con encontrar algún día soluciones médicas contra estas enfermedades. Mientras tanto, seguimos luchando con mucho ánimo y alegría, porque sabemos que juntos podemos lograr cosas increíbles”, reza en sus redes sociales.

Alguna de esas cosas increíbles ya se ha producido. Porque ocho meses antes de conocer al Papa, España se coronó campeona de la Euro2024 y en la multitudinaria celebración de la plaza de Cibeles, María estuvo arropada por Alvaro Morata y Álex Baena, sus principales apoyos dentro del mundo del fútbol.

Desde el escenario pudo saltar, cantar y corear al ritmo de la Roja tras el éxito continental. No siempre puede ser así. Los días buenos se suceden con otros en los que la pequeña apenas tiene energía para levantarse. Sin ir más lejos, el día de la presentación de la Carrera de la Mujer del pasado año, cuando Gonzalo Caballero tuvo que disculparla porque a pesar de sus ganas, no pudo estar en un acto que le hacía tremenda ilusión. “Muchas veces me siento muy cansada o tengo que ir al hospital, pero intento seguir haciendo las cosas que me gustan, como ir al colegio para aprender“, explica ella misma.

“Sé que hay días difíciles, pero nunca pierdo la ilusión. Para mí, cada día es una aventura nueva, y siempre trato de aprovecharla al máximo”.

Hoy es un día difícil sin duda para María y su familia quienes han querido compartir su dolor por la pérdida de una figura trascendental en sus vidas. “Estuvimos allí contigo, sentimos tu paz y supe que ibas a estar siempre. En medio de todo el jaleo que había, tu mirada y tu presencia me dieron mucha calma que no se explicar con palabras”, explicaba.

“Es como si el tiempo se detuviera para recordarme que no estoy sola y que hay una luz que me acompaña. Hoy ya no estás… y duele. Pero ese momento de paz que me regalaste se ha quedado conmigo”, escribía desde su muro de Instagram.

Como ella dice, “tu mirada y abrazo estarán desde otro lugar”. María seguirá regalando sonrisas que inspiren y den fuerza como Francisco hizo el 12 de febrero.

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