La concentración de Sierra Nevada prepara con ahínco a ocho nadadoras de cara al Campeonato de España que se celebrará en Sabadell la próxima semana como antesala de la Copa del Mundo Aguas Abiertas de Ibiza. La olímpica María de Valdés nos recibe desde allí, con las ganas y la ilusión renovadas tras haber hecho una parada larga y necesaria tras los JJOO de París.
“Empecé más tarde la temporada, tanto mental como físicamente necesitaba un descanso grande, ha sido un ciclo olímpico muy duro. Me costó volver a recuperar la forma pero ya vuelvo a tener buenas sensaciones, estoy contenta”, comenta.
La plata en Doha
Uno de los puntos de inflexión en su carrera deportiva llegó sin duda en Doha el 8 de febrero del año pasado. Era la última oportunidad para sacar billete a los Juegos. En su mente estaba hacer un top ocho y estar en París, pero ese día todo salió a pedir de boca.
Cruzó la meta en segundo lugar, se colgó la plata y se ganó su plaza a los JJOO. “La verdad que durante la carrera no pensé mucho, mi cabeza sólo me decía que tenía que hacerlo lo mejor posible por mi padre. Ahora no sé como fui capaz pero mantuve la cabeza fría y pude disfrutar la prueba”.
“Cuando todo acabó fue super bonito, lo recuerdo y aún se me ponen los pelos de punta”, recuerda de esos primeros momentos con la plata.
Una vez asumido que había conseguido su propósito de tantos años atrás, tocaba digerirlo. “Tras eso me vino un bajón de todo. Trabaje con la psicóloga, así pude llegar a los JJOO“, reconoce. Porque igual que hay que trabajar los fracasos, también se necesita asumir los éxitos “, explica la nadadora. “No nos preparan para todo lo que pasa a nivel de medios, a nivel personal”, mantiene.
Paris agridulce
La experiencia olímpica de París no fue tal y como María se la había esperado. “Me puse mala justo antes de los Juegos y eso me pasó factura“, admite. “Me quiero quedar con lo bueno de toda la temporada, y pude disfrutar de esos momentos. Como para todo deportista de alto nivel es el sueño”, nos cuenta.
Todo lo que se vivió con el Sena y la calidad del agua parisina “hubo bastante jaleo con ese tema, pero intentaban que no nos llegase mucha información, pero estábamos al tanto de todo, y estábamos con esa incertidumbre, eso influía a nivel mental y físico”, nos cuenta.
Cuando acabó todo, quiso sincerarse en una carta abierta para sus seguidores. “Salgo decepcionada y enfadada conmigo misma por no haber podido dar mi mejor versión ni el rendimiento que todo el mundo esperaba y pido perdón”, escribía en un post de Instagram en donde posaba con los aros olímpicos.
La parte emocional del deportista
Para María de Valdés el apoyo psicológico en el alto rendimiento es igual de crucial que el físico. “Antes era un tema tabú, si ibas al psicólogo es que estabas mal de la cabeza o estabas loco, pero afortunadamente se ha ido viendo de la manera que se tenía que ver, y creo que deportistas como Simone Biles han hecho mucho por este tema. Esto forma parte de tu entreno igual que si vas a entrenar. Si mentalmente no estás bien tu cuerpo no funciona“, mantiene la nadadora.
Cuando le preguntamos qué titular le gustaría leer de sí misma no se atreve con el oro olímpico “es que eso son palabras mayores. Prefiero algo como María sueña grande”, nos contesta mientras confiesa que es muy supersticiosa.
En ese sueño por cumplir, sin duda, está el de volver a ser olímpica, Los Ángeles 2028 espera.