Maialen Chourraut, triple medallista olímpica nos congregaba a las 17:48 h en su cuarta final consecutiva, en la que salía en segundo puesto bajo el dorsal 7. Los 50 segundos de penalización dejó sin opción de medalla a la palista vasca que había sufrido para clasificarse a la final olímpica de K1 Slalom. Una final que coronó a la favorita, la australiana Jessica Fox, con un tiempo de 96.08 sg.
Aún eso sí, tendrá opciones de medalla en su siguiente competición en Kayak Cross el día 3, 4 y 5 de agosto, para resarcirse de su fallo de hoy.
La palista vasca, bronce en Londres 2012, oro en Río de Janeiro 2016 (primera española en conseguir ser campeona olímpica en su disciplina) y plata en Tokio 2020, no se perdía una lucha por las medallas en una cita olímpica desde Pekín 2008, en su estreno en unos Juegos, cuando fue decimosexta en la serie inicial y se quedó fuera de semifinales.
A partir de entonces, Chourraut ha sido una absoluta referencia del eslalon mundial, no solo con sus tres medallas en los Juegos, sino con sus actuaciones en el resto de grandes competiciones internacionales.
Con 41 años llegó al canal de Vaires-sur-Marne sin querer hablar de medallas, con la única pretensión de navegar lo mejor posible y encontrar una buena bajada. Su experiencia era su primer aval ante “chicas que bajan muy rápido” más que potentes y muy poderosas. La palista de San Sebastián, licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la UCAM estuvo seguida de cerca por su entrenador, también marido, Xabier Etxaniz, uno de sus mejores apoyos en este ciclo olímpico.
Tras dos jornadas complicadas, en su debut, ayer en donde confesaba “no puedo estar preocupada con lo que he hecho hoy, ni estar contenta con lo que he hecho. Mañana empieza todo desde cero y hoy toca hacer un pequeño análisis de lo de hoy, pero sobre todo ahora lo que toca es preparar la competición de mañana”, y ese mañana se convirtió en la jornada en la que había que dar el todo por el todo, y ahí la palista del Atlético San Sebastián tuvo la mala suerte de la penalización que le arrebataba cualquier opción de subir al podio.
En estos Juegos, Maialen tenía muy claro que su prioridad era buscar la excelencia en forma de medalla, fue el motivo principal para declinar la opción de ser la abanderada española. El hecho de competir el sábado, sólo un día después de la ceremonia de apertura de París 2024 le hizo rechazar una designación que en cualquier otra circunstancia hubiese aceptado tal como explicaba la palista en las semanas previas a los Juegos.