La biografía de Luis Rubiales puede dar un nuevo giro a partir de este lunes, fecha en la que se inicia el juicio oral por agresión sexual tras el beso no consentido a Jenni Hermoso. Según ha podido saber Artículo14, Rubiales está grabando su propio documental, que en principio será emitido en Netflix. Es por ello que tiene intención de traer al juicio cámaras para grabar todo lo que ocurra durante el proceso. Cabe recordar que hace tan solo unos meses, la propia Netflix estrenó el documental `#SeAcabó: diario de las campeonas´, en el que las futbolistas de la selección española retratan su sufrimiento en los últimos años y su reacción al beso de Rubiales a Jenni Hermoso.
Calma antes de la tempestad
En el último año, Rubiales se ha mantenido alejado de los medios. Ha pasado sus días entre el chalet que posee en Monte de los Almendros (cerca de su Motril natal), Granada (donde vive en un piso en pleno centro) y Madrid, donde ha estado preparando su defensa a conciencia. Sin olvidar que el pasado 3 de abril fue detenido en el Aeropuerto Adolfo Suárez Barajas a su llegada de República Dominicana, donde tiene varios negocios.
Su familia ha sido, probablemente, quien más se haya alejado de las apariciones públicas y de las multitudes. Desde el entorno de Rubiales nos cuentan que, Doña Ángeles, su madre, solía ser de aquellas mujeres que presumían ser ‘madre de’, pero que ahora, entre una reciente intervención de rodilla y los problemas legales de su hijo, apenas se ha dejado ver. Para el recuerdo queda aquella huelga de hambre de dos días y medio que realizó, encerrada en la Iglesia de la Divina Pastora de Motril a la que sigue acudiendo con asiduidad. Desde allí pedía justicia para su hijo, tras ser éste sancionado temporalmente por la FIFA.
El ex presidente de la Federación hace vida normal en la ciudad de la Alhambra. Pasea por las calles más céntricas habitualmente, y frecuenta muchos de los restaurantes y comercios a los que siempre ha acudido.
Muchos de los vecinos que le conocen no se pueden creer todo lo que ha ocurrido. “Jamás pensé que pasaría todo esto, siempre ha sido agradable y educado” comenta la regente de uno de los comercios a los que suele ir Rubiales con los que hemos podido hablar. Otros, después de lo ocurrido, son más escépticos: “ya no puedo verle de la misma forma, su comportamiento ha sido vergonzoso”, sentencia un vecino de Granada. A los motrileños, eso sí, les extraña la grabación del documental. “Ni una cámara hemos visto por aquí”, nos comentan.
Una gestión marcada por la controversia
Luis Rubiales fue elegido presidente el 17 de mayo de 2018. Prácticamente desde el comienzo de su mandato se vio envuelto en multitud de polémicas. Tan solo dos meses después de su victoria en las elecciones, destituyó a Julen Lopetegui como entrenador del equipo absoluto masculino, a tan solo dos días del comienzo del mundial de Rusia.
Al cabo de un año salieron a la luz audios y documentos en los que se revelaban que Rubiales y Gerard Piqué llegaron a un acuerdo para cobrar una comisión de 24 millones de euros por llevar la Supercopa de España a Arabia Saudí. Cuestión que también esta judicializada en el caso conocido como “Supercopa files”.
Fue Tamara Ramos, Directora General del sindicato Futbolistas ON, una de las primeras en desvelar muchas de las censurables acciones que Rubiales llevaba a cabo. Ramos le denunció y aseguro haber sufrido “multitud de humillaciones” y haber tenido que escuchar frases como: “¿De qué color traes hoy la ropa interior?” o “Tú has venido aquí a ponerte las rodilleras”.
Sin duda alguna, uno de los escándalos más escabrosos protagonizados por el motrileño fue la fiesta en Salobreña. Su propio tío y ex jefe de Gabinete, Juan Rubiales, le interpuso una denuncia por la presunta celebración de una fiesta con de “8 a 10 chicas jóvenes” pagada con dinero proveniente de los fondos de la RFEF. Con dichos fondos, podría haber pagado también un viaje a Nueva York con su ex pareja.
El poder transforma a Rubiales
La mutación desde que llegó al trono de la RFEF fue total. Este tipo de actitudes no son del todo sorprendentes a tenor de lo que varias personas de su entorno laboral han podido confirmarnos. “Cuando llego era normal y fue cambiando”, “llegó un momento en el que se le fue completamente la olla”, nos dice con contundencia uno de los allegados de Rubiales con los que este medio ha hablado. Son muchas las personas que coinciden en este análisis. Otro antiguo empleado muy cercano a Rubiales sentencia a Artículo14 que: “al principio era un tipo de a pie y progresivamente se hizo más déspota, soez y tirano”. Según este propio ex trabajador afín a Rubiales “es increíble como pasamos a verlo como uno más a una persona peligrosa”.
Dimisión y nuevo juicio
En abril de 2022 Luis Rubiales ya fue cercado por sus numerosos problemas, y en una rueda de prensa de lo más su realista, hizo equilibrismos varios para mantener su puesto. Dejando algunas frases como “no garantizo que me puedan meter un kilo de cocaína en el coche” o “tengo una hermana mayor que cayó encima de mí con un mes y me partió las piernas de arriba abajo”.
El final era inevitable. Semanas después del beso a Jenni Hermoso y tras múltiples reiteraciones de que no dimitiría, Rubiales no tuvo más remedio que apartarse del cargo. La presión social y mediática, así como las reprobables conductas que todos pudimos ver y oír, acabaron con el granadino.
Pero todo no concluyó aquí, además del juicio que comienza este lunes, Luis Rubiales tuvo que declarar el pasado 29 de abril por la investigación sobre el presunto desvío de fondos de la Federación Española de Fútbol durante sus cinco años como presidente. Se le imputan varios delitos: corrupción en los negocios, administración desleal, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales, en la llamada “Operación Brody”.
Está por ver que sucede a partir de este lunes. La vista oral se puede prolongar casi un par de semanas. Lo que está claro es que este es un caso de caída a los infiernos (por sus propios actos), de un tipo que ocupó una posición privilegiada, en el mejor momento posible.