Carlota Castrejana (Logroño, 1973), ex olímpica de atletismo y baloncesto, comparte con Artículo14 una visión íntima de su tiempo en la Villa Olímpica. Desde la emoción inicial al llegar hasta las memorias inolvidables con otros deportistas de renombre, Castrejana nos ofrece una perspectiva detallada de su experiencia. Su relato abarca la convivencia con atletas de diferentes disciplinas, la organización de sus rutinas diarias y el impacto duradero de los Juegos Olímpicos en su vida personal y profesional.
P: ¿Cómo describirías tu experiencia viviendo en la Villa Olímpica durante tus Juegos Olímpicos? ¿Hubo algo que te sorprendió o destacó en particular?
R: La llegada a la Villa Olímpica siempre es emocionante, con miles de detalles que te sorprenden. Las habitaciones, los regalos de bienvenida, el inmenso comedor abierto 24 horas, y las zonas de ocio crean un ambiente único. Ver a los deportistas moviéndose por la villa, ya sea en dirección a sus apartamentos o regresando de los entrenamientos, es parte de la magia. Hacer cola en el comedor junto a figuras como Dražen Petrović en Barcelona ‘92, Rafa Nadal en Pekín ‘08, o Luka Dončić en Tokio ’20 son recuerdos que permanecerán para siempre.
P: ¿Cómo fue la convivencia con otros deportistas de diferentes disciplinas y países? ¿Tienes alguna anécdota memorable que te gustaría compartir?
R: Esa es la mejor parte, la convivencia en el mismo edificio de todos los deportistas españoles te hace empatizar todavía más con los distintos deportes y vivir muy de cerca sus competiciones y cómo se preparan. Cuando un medallista del deporte o del país que sea, llega a la Villa o al comedor, es el centro del “universo” esos días, hay celebraciones, aplausos y abrazos que motivan todavía más a los que todavía siguen en la competición.
P: ¿Cómo se organizaban tus rutinas diarias y entrenamientos dentro de la Villa Olímpica? ¿Encontraste algún desafío particular relacionado con el entorno?
R: Todo está facilitado para que el deportista este cómodo y pueda centrarse en ultimar su preparación. Hay siempre voluntarios en cada punto para ayudarte o acompañarte. Encuentras de nuevo tus rutinas y vuelves a estar centrada tras un par de días de adaptación necesaria, no solo por las emociones que sientes, también por las dimensiones de una villa y todo el complejo olímpico..
P: ¿Cómo influyó tu participación en los Juegos Olímpicos en tu carrera deportiva y en tu vida personal? ¿Hay alguna lección o experiencia específica que todavía te impacte hoy en día?
R: Los Juegos Olímpicos son el motor de todo; toda la planificación y preparación se centran en estos eventos. Las clasificaciones olímpicas representan momentos de felicidad absoluta. La experiencia de llegar a los Juegos, con toda la intensidad de la preparación de cuatro años, es algo que marca profundamente tanto en tu carrera como en tu vida personal.
P: Desde tu participación en los Juegos Olímpicos, ¿cómo crees que ha evolucionado la experiencia para los deportistas en términos de instalaciones, apoyo y tecnología? ¿Qué esperas ver en la Villa Olímpica de París 2024 que no viste entonces?
R: He asistido a los Juegos como deportista en cuatro ocasiones y como jefa de delegación en una, y aunque las sedes cambian, las instalaciones se modernizan y los deportes rotan, la esencia de la Villa Olímpica no ha cambiado. El espíritu olímpico, la filosofía de vida y la pasión que envuelven los Juegos Olímpicos se mantienen intactos edición tras edición. Espero que en París 2024 se siga preservando esta esencia mientras se incorporan nuevas innovaciones y mejoras.