Lorena González (Barcelona, 1984) nos trae a la redacción su novela con la misma ilusión con la que su protagonista Gabriel, comienza una aventura futbolística en un importante club de fútbol español. `Guarda Silencio´ aborda el controvertido tema de la homosexualidad en el mundo del balompié.
La autora ha hecho una ficción verosímil de un tabú en la que los agentes externos alrededor del deporte rey, reaccionan a un hecho que (aunque parezca increíble) jamás ha ocurrido en la realidad.
Lorena, ¿Cuánta influencia tiene la realidad en tu novela?
Está basada en un 99,9% en la realidad, pero lógicamente la historia es una ficción. Hago saltar por los aires todos, y a ver cómo reaccionaria cada sector, la prensa, los aficionados, la familia… pero tiene todo de real. Gabriel puede ser cualquiera.
¿Cómo surge `Guarda Silencio´?
En un principio la editorial me propuso hacer una ficción de fútbol femenino. Pero no me vi capaz. Me decanté por el masculino porque después de tantos años, de entrevistas, de charlas, me era mucho más fácil contar las intra historias. Les mandé un guion y ahí empezó todo. Quería contar lo que no se suele contar.
¿Y de ahí el título?
¡Fíjate que el título no fue mío! Me lo propuso la editorial. Tenía el manuscrito acabado y no lo tenía aún, me costaba mucho. Lo que tenía muy claro es que quería la portada en blanco y negro para ver esas luces y sombras del deportista. El color amarillo de las letras es el que se asocia con la prevención del suicidio, otro tema importante que aborda el libro.
¿Cómo ha recibido el mundo del fútbol tu novela?
Pensaba que el mundo del fútbol no me querría apoyar, porque si no te lees el libro puedes pensar que saco trapos sucios o que reflejo el fútbol como un lugar muy homófobo, y no es así. El futbolista es el que mejor parado sale, y de toda esta trama es el personaje más noble.
Trata de homosexualidad, de salud mental, de desarraigo, de soledad, de duelo, hay una crítica a todos los agentes que formamos parte de este mundo. Pero sobre todo trata de libertad. Lo que te hace libre es poder decir la verdad.
¿Son más libres las futbolistas de fútbol femenino para mostrar quienes realmente son que sus homólogos?
En el femenino está mucho más normalizado. Quizá somos más valientes las mujeres. Yo creo que hay muchos factores del porqué cuesta tanto. Hay un tema de virilidad, la homosexualidad puede ser tomada como signo de debilidad. Ahora, poco a poco, los deportistas van contando sus sentimientos, pero hasta ahora les habíamos convertido en máquinas de correr, de marcar goles y de fabricar dinero. Para hablar de sus emociones había mucho reparo. Lo que había que contar en la novela es lo que no vemos.
Gabriel es un futbolista que sale del armario y eso es lo que faltaría en el fútbol. Ha habido casos, pero cuando juegan en categorías inferiores, en ligas extranjeras, cuando están a punto de retirarse, cuando no están en el foco. Porque no están preparados o no quieren pensar en qué pasaría.
¿Veremos algún día a un futbolista salir del armario?
Queda mucho. Los que no vayan a cargar con tanta crítica. Quiero creer que sí, tendría que ser muy valiente, que se asegurase que tuviese el respaldo del club, de los compañeros, de la familia. Yo conozco futbolistas que han pensado en contarlo públicamente y su familia les ha pedido que no. El factor cultural y familiar pesa mucho.
¿Es el fútbol machista en España?
Si. Y el periodismo deportivo es machista también, aunque estamos dando pasos. Cuando empezó DAZN yo fui la primera mujer comentarista de la Premier. Y me encantó la experiencia, pero yo me sentí muy examinada, muy tensa. Estamos teniendo que demostrar todo el rato lo que sabemos.
A algunos medios se les llena la boca diciendo que no hacen caso de las redes sociales, eso es mentira. Cuando había alguna crítica mía en redes los medios hicieron caso. Cuando me ocurrió el episodio de Camavinga (Lorena hizo comentario con un micro que creía cerrado sobre un jugador del Madrid y se viralizó hasta acabar siendo apartada por TVE) los medios hicieron noticia de eso.
¿Borrarías ese episodio de tu vida?
No lo borraría porque aprendí un montón. Borraría el miedo de los dos o tres meses en los que pensé que mi carrera había terminado. Hay muchos medios que dejan de llamarte. También fue porque era RTVE. Yo me sentí como un chivo expiatorio. En ese momento yo me pude sentir como esos futbolistas que creemos que les va fenomenal y que no sabemos lo que viven de puertas para dentro.
A los futbolistas les prejuzgamos continuamente.
¿Gabriel, el protagonista, podría existir en la realidad?
En el sentido de ser alguien que tenga intereses más allá del fútbol, por supuesto. Pablo Aimar, Solari o Jorge Valdano es un Gabriel.
En cuanto a la homosexualidad, no están obligados a salir del armario, pero viendo que el futbolista es el mayor referente que más impacto tienen en la sociedad, si hubiese un Gabriel, abriría muchas puertas.
¿Qué voces discordantes te has encontrado en el mundo del fútbol cuando has comentado la temática de `Guarda Silencio´?
Prácticamente ninguna. Los más reticentes quizá han sido los futbolistas que tenían miedo por si fuese a sacar algún secreto de vestuario. En la novela yo los desvelo, pero de los vestuarios en general. No por morbo sino para aproximarme lo más posible a su mundo a través de sus testimonios.
La charla sigue, mientras apuramos el café, compartimos vivencias y compañeros en común. Antes de irse nos dedica su libro, un canto a la libertad de quien ha vivido en primera persona que el mundo del periodismo y del deporte, a veces esconce muchas verdades.