Hace 5 años, cuando Lindsey Vonn colgó los esquís, nadie podía imaginar que volvería a competir. No porque no fuera capaz de hacerlo, todos sabemos que la americana es considerada una de las mejores esquiadoras de la historia, con permiso de Mikaela Shiffrin, sino porque su maltrecha rodilla derecha no podía más. Tal es así que la idea de volver a competir era inverosímil hasta para ella, “mi carrera terminó sin ninguna intención de volver”, confirmó Lindsey el día que anunciaba su regreso.
Vonn ya se encuentra entrenando con el equipo americano “espero que el traje de esquí me quepa”, bromeaba. Sus intenciones son claras, volver a competir al máximo nivel: “No haría esto si no pensara que no puedo volver a competir. No volvería con la Selección si no tuviera intenciones”. Las intenciones son claras, lo que queda ahora es ver el resultado, aunque el proceso no va a ser nada sencillo.
La operación de rodilla que lo ha cambiado todo
La vuelta de Lindsey a las pistas de esquí es una incógnita para todos, incluso me atrevería a decir que hasta para ella misma, “con todo lo que he conseguido en mi carrera, estoy agradecida de estar en esta posición. No tengo presión. Sólo somos la montaña y yo, como en mis inicios”.
Esos inicios en los que la americana arrasaba y ganaba, prácticamente, en todo lo que competía. Con los años llegaron las caídas y poco a poco el cuerpo de Lindsey se fue resintiendo, tal es así que tuvo que dejar la competición por culpa de una maltrecha rodilla derecha.
Vonn: “No busco nada ni quiero demostrar nada a nadie”.
Vonn se operó hace 7 meses de esa rodilla en una operación reparadora con el objetivo de mejorar su calidad de vida y es que la americana estuvo sin estirar la pierna casi una década. Esto provocó que sufriera problemas en cuello, cadera y espalda.
La operación fue un éxito y, tras meses de rehabilitación, Lindsey empezó a estirar por completo la pierna, algo que no hacía desde hacía más de 10 años.
Esquiar sin dolor, lo que ha empujado a Lindsey
Lindsey es una apasionada de la montaña y por eso, aunque su cuerpo no estuviera al 100%, nunca ha dejado de esquiar. Su vuelta a la competición no ha sido por otro motivo que por haber tenido grandes sensaciones en sus ocasionales viajes de esquí.
Esquiando en Nueva Zelanda, el pasado agosto, se dio cuenta de lo bien que se encontraba físicamente y lo bien que estaba respondiendo su rodilla. Empezó de menos a más y terminó realizando hasta 15 tiradas seguidas, un número que no hacía desde que tenía 20 años.
Tras su viaje a Nueva Zelanda confirmó sus sensaciones entrenando en Austria, Lindsey seguía esquiando sin dolor, “mi sonrisa era tal que atravesaba hasta mi casco”, y, esa sonrisa, ha sido la que le ha hecho tomar la decisión de volver.
Volver a los 40 años, sólo apto para los elegidos
La ganadora de 3 medallas olímpicas y 82 carreras en la copa del mundo, volverá a una pista de competición 22 años después de debutar con el equipo americano. Con 40 años recién cumplidos, Lindsey, tiene como inspiración a los más grandes deportistas de la historia. Incluso sueña con emularlos.
Tom Brady ganó la Super Bowl con 43 años, Serena Williams volvió a ganar tras dar a luz, Tiger Woods sigue compitiendo en los mejores torneos de golf y la longevidad de LeBron James es tal, que actualmente se encuentra jugando en la NBA junto a su hijo.
La lista de grandes deportistas destacando con 40 años es sólo apta para los mejores de la historia, pero Lindsey es una de esas, una de las elegidas.
Los Juegos Olímpicos de 2026, su gran objetivo
La vuelta de Lindsey al equipo americano se da con el objetivo de volver a correr en la Copa del mundo. Una vuelta que se produciría, como pronto, el mes que viene.
Su intención es la de entrar con un ‘wild card’ a la competición y ver en qué punto se encuentra. Pero, conociendo la ambición de la que fuera premio Princesa de Asturias, esto no va a quedarse aquí.
Aun sabiendo la dificultad que supone, la americana tiene un claro objetivo, los J.J.O.O de invierno. Estos se celebran en 2026 en Cortina d’Ampezzo, una pista que conoce a la perfección, puesto que allí ganó 12 carreras: “Siempre me ha gustado correr en Cortina y he tenido mucho éxito allí. No sé qué me depararán los próximos meses, así que no puedo decir ahora mismo que es una posibilidad, pero todo el mundo sabe cuánto me gusta correr en Cortina”.
Nadie sabe qué le deparará el destino a Lindsey Vonn en su regreso, pero conociendo su fortaleza y su tesón, no sería una sorpresa volver a verla brillar sobre una pista de esquí.