El pasado fin de semana dio comienzo la nueva temporada de Fórmula 1. El primer Gran Premio del año dejó múltiples escenas que se recordarán con los años: el décimo puesto de Hamilton en su estreno con Ferrari, el gran debut con Mercedes del joven Antonelli, la quinta victoria de Lando Norris, la destreza de Verstappen bajo la lluvia australiana, el accidentado domingo de Sainz y Alonso…en definitiva, fue una carrera donde sucedió de todo, pero sólo habrá una cosa que quedará para la historia de este deporte.
El GP de Australia fue el primero en toda la historia de la Fórmula 1 donde se escuchó a una mujer dando órdenes por radio a un piloto. Esa voz que escucharemos en cada carrera dando instrucciones a Ocon es la de Laura Muller, la ingeniera de carreras del piloto francés en Haas.
El meteórico ascenso de Laura Mueller
La alemana es graduada en ingeniería de la automoción por la Universidad de Múnich. Cinco años después de haberse graduado, su nombre empezó a sonar en el mundo del automovilismo por ser la ingeniera de carrera en las Le Mans Series en 2020. Compitió en las 24 horas de Le Mans, fue creciendo en el campeonato alemán y, en 2022, recibió la llamada de la Fórmula 1.
El equipo Haas confió en ella desde el inicio. Primero como ingeniera de rendimiento y hoy como ingeniera en pista, primera mujer que ocupa este puesto en la historia de la Fórmula 1. Laura Mueller tenía como sueño ser piloto, pero pronto vio que sus capacidades eran otras. “De niña quería ser piloto de F1 y ser la primera mujer en competir contra Michael Schumacher”, reconoce a la prensa alemana la ingeniera.
Este es el tweet con el que la Fórmula 1 reconoció este histórico hecho.
La dificultad de ser ingeniera de carreras
“Laura está muy motivada y nos estamos conociendo muy bien”, reconoce Esteban Ocon. La confianza entre piloto e ingeniera es primordial, ya que esta es la encargada de gestionar los datos, las instrucciones y las emociones del francés. El perfil de la ingeniera de carreras es el más alto dentro de la Fórmula 1. Su papel principal, además de la frecuente comunicación con el piloto, es el de supervisar el rendimiento general del monoplaza.
Komatsu, jefe de equipo de Haas, fue el que decidió que Laura Mueller ocupara este puesto la presente temporada. “Estará con Esteban como ingeniera de carreras, y en términos de personalidad, Esteban también es muy dedicado. Por esa parte, creo que en esa personalidad encaja bastante bien. Es una persona muy dedicada, y además es muy trabajadora. Su ética laboral es muy, muy buena”, así halagaba Komatsu a su nueva ingeniera de carreras antes de que comenzara la presente temporada. Además, destacó que Laura se ganó este puesto gracias al excelente trabajo que ejerció siendo ingeniera de rendimiento en el equipo.
El número de mujeres en la Fórmula 1, en aumento
“Si ves el número de mujeres ingenieras que tenemos en la oficina, es, definitivamente, mucho mayor que antes, pero no escogí a Laura por ser mujer. No nos importa la nacionalidad, el género… en realidad no importa, lo que importa es el trabajo, ¿cómo puedes encajar en el equipo?, ¿cómo puedes potencializar el rendimiento del equipo?”, sentenciaba Komatsu.
Laura Mueller continua los pasos de Hannah Schmitz, la ingeniera más famosa del paddock. La que fuera galardonada como ingeniera del año en 2022 es una de las razones por las que Red Bull, y en concreto Max Verstappen, ejercen la mejor estrategia posible cada fin de semana. Tomar las decisiones correctas es lo que casi siempre hace Schmitz y motivo de ello es por lo que se le ha visto incluso subiéndose a lo más alto del podio con el piloto holandés, algo con lo que Laura Mueller sueña emular.
El número de mujeres fundamentales en los equipos de Fórmula 1 cada vez es mayor. Hoy en día existen mujeres en los puestos de directora de Fórmula 1 Academy, mecánica, técnica de ensamblaje, jefa de estrategia, ingeniera de carreras, ingeniera de pista y, por primera vez y gracias a Laura Mueller, ingeniera de carreras. El crecimiento es más que notorio y, escuchar una voz femenina dando órdenes a un piloto en la máxima competición automovilística del mundo ya no es una utopía.