Laura Ester y Martina Terré o cómo ejecutar el relevo perfecto

Las porteras de la Selección española de waterpolo relatan a Artículo14 su extraordinario 2024, que concluye con la retirada de Laura Ester

Las waterpolistas españolas posan con la medalla de oro en el podio de los Juegos Olímpicos de París 2024 este sábado en Nanterre, Francia. EFE/ Lavandeira Jr.

Un Mundial y tres subcampeonatos del mundo; tres Europeos, dos platas y un bronce en el campeonato de Europa; dos platas olímpicas y ¡el ansiado oro! alcanzado este verano en los Juegos Olímpicos de París, conforman el palmarés con el que Laura Ester anunciaba su retirada del waterpolo el pasado 16 de diciembre. Casi nada. Ironías aparte, no se puede ganar más.

Laura Ester, un ‘esperado’ adiós

Allá por 2008, ‘Pajarito’, como se conoce a Laura Ester, se colgaba su primera medalla defendiendo la portería de la Selección. Sería la plata conseguida en el Europeo celebrado en Málaga. 16 años y 14 medallas después, Laura ha querido que la final olímpica ganada en París haya sido su último partido con el combinado nacional.  Además, dirá adiós al waterpolo al finalizar esta temporada.

La actual portera del CE Mediterrani, el mismo club en el debutó en la élite y al que ha querido regresar este curso para cerrar el círculo (después de militar 14 años en el CN Sabadell) cree que es el mejor momento para despedirse del deporte que le ha convertido en una leyenda y referente de nuestro waterpolo. “Yo creo que ha sido un año perfecto. Empezamos bastante bien con ese Europeo y ese Mundial, consiguiendo medallas de plata y bronce, y lo hemos combinado de la mejor manera consiguiendo un oro en París”. Ese, el oro olímpico, era el único metal que le faltaba por conseguir. Ahora, tras haber alcanzado su objetivo, afirma: “la vida sigue siendo igual, pero la felicidad y la tranquilidad de por fin haberlo conseguido después de tantos años.., eso sí que cambia”.

A diferencia que en sus otras finales olímpicas disputadas, la de París, ‘Pajarito’ la vivió desde el banquillo. “Es diferente. Desde el banquillo se pasan más nervios. Ahora entiendo un poco a los familiares que siempre dicen que sufren más que nosotras. Es otra forma de vivir el deporte, de ayudar en el equipo desde fuera del agua, que también es importante. Ir asumiendo el rol que toca en cada época de tu vida y aceptarlo haciéndolo lo mejor posible”.

Martina Terré y la presión de reemplazar a la mejor

En su lugar, como ya hiciera ocupando la titularidad en el Mundial y Europeo de este año, se encontraba Martina Terré. “Para mí no fue nada fácil. Estás sacando a Laura Ester de su portería, entonces entras en una portería mucho más grande que la normal porque tienes que conseguir parar lo que paraba ella, incluso más, para conseguir estar estable en ese sitio. Ella fue y es una persona que me ha ayudado mucho en este proceso y estoy muy contenta de poder haber vivido los JJOO a su lado”.

La joven portera del CN Sant Andreu, a sus 22 años, lleva tiempo trabajando para pasar de ser una promesa a convertirse en el presente y futuro de la Selección. Una Selección que puede presumir de tener auténticos talentos bajo los palos. “Ha sido un transcurso, llevamos desde 2022 haciendo este cambio. Es de agradecer tener un hito tan grande sentada a mi lado. Para mí era muy gratificante saber que, en cualquier momento, sobre todo en cuanto a la gestión de partido porque las porteras trabajamos mucho más la parte mental que la física, la tenía al lado para ayudarme”.

Una transición ejemplar

Gran parte del mérito tras el éxito de esta transición, “es importante que la mezcla de juventud y veteranía sepa encajar -relata Laura- y, en este caso, ha sido perfecta”, lo tiene Miki Oca.

Sorpresivamente, apenas dos días después que Laura, el entrenador se sumaba a la portera y anunciaba también su adiós. Tras haber desempeñado una labor encomiable desde su llegada al cargo en el 2010. A sus 54 años y con 14 medallas internacionales a sus espaldas, el técnico madrileño ha decidido no renovar su contrato federativo. Miki considera que “ha llegado el momento de parar”, tal y como recogía EFE.

Para la insaciable Martina Terré, que, a pesar de haberse subido a lo más alto del podio olímpico, no considera haber tenido un 2024 perfecto, “yo creo que la perfección no existe, así que este año diría que ha sido un 9 de 10”, la ambición y la exigencia no tienen fin: “Es un poco extraño tener un oro olímpico con 22 años, entonces, ahora te planteas ‘¿qué tengo que hacer?’. Pues entrenar más, mejorar más y ayudar a crear un nuevo equipo, un equipo con ganas de competir otro oro olímpico de aquí a 4 años”. 

Laura Ester y Martina Terré tras ser campeonas de Europa en 2022.

El waterpolo español, un ejemplo de compañerismo y éxito

Si todo transcurre con normalidad, Martina será indispensable en un equipo cuyo mayor reto del nuevo año será el Mundial de Singapur, el próximo verano. “La mentalidad siempre de esta selección es la de ir a por un podio, así que competiremos y trabajaremos por estar en lo más alto”.

Terré sabe identificar perfectamente qué debe ser lo más importante. “Nosotras no ganamos oro en todos los campeonatos, pero competimos todos los campeonatos como si fueran el último. Este ADN no se puede perder y que, pase lo que pase, la Selección haya luchado cada momento y cada minuto del partido”.

La nueva guardiana de nuestra portería, siempre con los pies siempre en la tierra. “El oro olímpico ni me hace mejor, ni me hace superheroína, ni hace que ahora tenga 7 brazos”,

Martina, sabrá demostrar, sin duda alguna, que el carácter impregnado tanto por Laura Ester como por Miki Oca, es el de un equipo que, ahora que ha alcanzado la gloria, volverá a dejarse la piel para volver a saborear el éxito.

 

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