En la segunda jornada de debate de nuestro Examen14, Artículo14 cuenta con la periodista del programa Jugones de la Sexta, Andrea Segura, con la presentadora del informativo deportivo El Desmarque Lucía Taboada y con nuestra columnista y periodista deportiva Mónica Marchante para poner sobre la mesa sus opiniones de cómo ha cambiado, si es que lo ha hecho, la sociedad a raíz del beso no consentido de Rubiales a Jenni Hermoso.
¿Cómo recordáis aquella ceremonia de medallas y el momento del beso no consentido?
Mónica Marchante: Recuerdo estar viendo el partido en casa y tenía la sensación de estar viviendo un hito histórico. Estaba expectante por ver la actitud de Rubiales con todo lo que había pasado previamente con las 15 rebeldes, filtrando aquellas cartas de renuncia, me provocaba bastante curiosidad saber cual iba a ser su actitud. Evidentemente no me podía imaginar que iba a ser la que acabo siendo. En el momento me pareció ver algo extraño pero no me di cuenta de que le había dado un beso. Después empecé a mirar redes sociales y ya empezó a aparecer la foto y si que tuve la sensación de que era muy grave. Según fueron pasando las horas y vi sobre todo la reacción me di cuenta de que se venía un terremoto.
Andrea Segura: El beso lo viví en directo porque estaba retransmitiendo el partido desde el Twitch de El Chiringuito, en ese momento no lo vi bien, percibí un gesto raro pero yo no fui consciente, creo que nadie. Ni siquiera los compañeros de TVE que estaban retransmitiéndolo para la televisión global porque fueron instantes. Recuerdo llegar a mi casa, y que una amiga mía del sector, me pasó un tuit de esos 3segundos. Pensé que era broma. Pero cuando super que era real, pensé: esto es muy grave. Se va a liar, o se debe liar. Hasta que no volví a la redacción y volví a verlo no entendí la gravedad de lo que estaba pasando.
Lucía Taboada: Lo vi y pensé: no puede ser verdad. Luego pensé: a ver, pues claro que puede ser verdad. Lo que quizá más me sorprendió fue la reacción posterior. Un beso no consentido (eso dijo ella nada más producirse) emitido en directo para todo el mundo fue objeto de debate y de profunda fiscalización de la víctima.
¿Qué ha cambiado desde entonces en el mundo del fútbol?
Mónica Marchante: Ha cambiado la sociedad porque esto escandalizo a la mayoría de la gente, aunque todavía hay mucha gente que considera excesivo lo que pasó, que no era para tanto. Se pone en cuestión o en comparación con lo que pasó con Jenni Hermoso con otras situaciones que nada tienen que ver. Es decir generó algo muy bueno y muy positivo que fue una reacción de la sociedad en cuanto a que no se puede permitir una relación de desigualdad entre jefe y empleada. Mucha gente criminalizo a la víctima, y eso a día de hoy yo aún lo percibo en muchas conversaciones.
Andrea Segura: Creo que el mundo del fútbol ha cambiado muy poco, pero si ha cambiado algo y la visión también que va más allá del fútbol en la que un jefe no se puede sobrepasar. Esa movilización de las jugadoras ha hecho que se vea lo difícil que era para ellas estar en ese ambiente. Lo complicado que era vivir con un machismo tan latente en las instituciones y creo que el beso no consentido de Rubiales a Jenni Hermoso, fue un ejemplo más de lo que tuvieron que vivir.
Lucía Taboada: No creo que haya cambiado nada a nivel profundo, sí superficial. Ahora se reavivará el debate y se volverá a poner el foco en lo que pasó, en los límites, en las consecuencias, pero el problema estructural de fondo sigue ahí. Por ejemplo, y esto tiene nada que ver con el beso de Jenni Hermoso, pero sí con la cultura machista y con el bienestar de las jugadoras: la prueba más fehaciente son las recientes declaraciones de Louzán planteándose la posibilidad de una Supercopa femenina en Arabia Saudí.
¿Adquiere una nueva dimensión el concepto del consentimiento?
Mónica Marchante: Quedó claro y demostrado que el beso a Jenni Hermoso no era consentido, no procede, todo el mundo vio en ese sentido ha ayudado mucho a que todo el mundo tenga claro qué si y que no.
Andrea Segura: El consentimiento es muy difícil hacerlo entender a quien no quiere entenderlo. Es una palabra que tiene mucha connotación detrás, que tiene mucha carga psicológica para las mujeres que hemos vivido más tipo de violencia en todos los sentidos. Espero que ahora haya un porcentaje mayor que se plantee que si lo que está haciendo es correcto.
Lucía Taboada: Es evidente que con el consentimiento ha habido un cambio, en cuanto a denuncias, en cuanto a visibilización, en cuanto a conciencia (antes nos llegábamos a sentir culpables o avergonzadas cuando se traspasaban las líneas del no consentimiento; esto ya se ha aminorado) y en clave legal. Pero la cuestión problemática que sigue planteando el consentimiento no es conceptual, cómo llamar o no al consentimiento, sino probatoria. Es bastante significativo que en pleno 2025 sigamos teniendo que explicar qué es o no es el consentimiento.
¿Qué se puede sacar de positivo de todo lo que sucedió?
Mónica Marchante: Lo positivo fue el grupo unánime de “Se acabó” que representa y simboliza el alzamiento de esas mujeres contra un comportamiento absolutamente machista que llevaban soportando muchos años y que eran comportamientos inaceptables.
Andrea Segura: Fue un episodio horroroso. Para mí es aún más grave las presiones que vivió después. Todo lo que se dijo de sus compañeras que salieron a defenderla. Cómo se cuestionó la versión de la presunta víctima. Lo positivo fue la laucha de las jugadoras, incluso en un vestuario que no era el más unido del mundo, todas dijeron aquí paramos y vamos todas con Jenni. Fue muy importante mostrar la fuerza de las mujeres unidas. Me quedo con eso.
¿Qué queda por hacer en materia de igualdad?
Mónica Marchante: Creo que hay muchísimo que hay por hacer en materia de igualdad. Para concienciar a la gente, y para que haya protocolos. Pero hay que hacer que se cumplan los protocolos. Seguir agitando, seguir denunciando. Seguir levantando la voz y que esto no sea un caso excepcional pero que a otros niveles lugares más pequeños donde no haya tanta repercusión no siga habiendo comportamientos de abuso, acoso que no sean castigados y que sean tolerados. Fue un punto de inflexión que quedó para la historia, y para el deporte que muchas veces tira de la sociedad y aquí fue un motor para abrir mentes.
Andrea Segura: Aún queda mucho. Los protocolos de la RFEF y de las ligas nacionales siguen fallando y las mujeres no terminan de sentirse seguras ni arropadas. Se han dado pasitos, pero lo que hay que hacer es seguir peleando y seguir demostrando la misma valentía que tuvo Jenni y sus compañeras para decir `Se acabó´ y aspirar a que haya más Rubiales en ninguna organización. Que los derechos de todos y todas estén protegidos.
Lucía Taboada: Queda mucho por hacer, obviamente. Lo que más me preocupa personalmente no es que siga habiendo desigualdad, lo que más me preocupa es la corriente reaccionaria que se ha extendido los últimos años en contra de esa igualdad.