La vida tras la retirada de Artemi Gavezou: “Cumplí con el objetivo de mi vida a los 22 años, después sentí un vacío tremendo”

La exgimnasta y medallista olímpica Artemi Gavezou charla con Artículo14 sobre su nueva etapa en Repsol tras una vida deportiva llena de éxitos

Artemi Gavezou, exgimnasta y medallista olímpica posa para Artículo14 IGC

Artemi Gavezou recibe a Artículo14 en la sede de Repsol, su lugar de trabajo desde que recaló allí recién licenciada para afrontar sus primeras prácticas profesionales tras haber compaginado ADE con su dedicación profesional a la gimnasia rítmica. Durante el paseo por los jardines interiores de la energética descubrimos una empresa que aloja cuatro mil empleados. Artemi Gavezou es una de ellos desde 2021 desde el departamento de activos financieros. Anteriormente su vida profesional había transcurrido en un tapiz entre moños, punteras, aros y mazas, dos mundos a priori antagónicos pero que comparte “muchos valores que desde una edad muy temprana el deporte te inculca como la disciplina, constancia, respeto, trabajo en equipo…”. Y precisamente para hacer equipo llegó Artemi Gavezou a España con 18 años. Tenía una proyección tal que llegó de Grecia en noviembre de 2012 y en cuatro meses ya era parte del equipo nacional. Vivir en el CAR de Madrid le hermanó con el resto de gimnastas de una generación que fue parte de uno de los conjuntos más exitosos de la gimnasia rítmica de nuestro país.

“Muchos días llegaba llorando a mi habitación y decía mañana no vuelvo, pero al día siguiente me ponía la ropa de entrenar de nuevo”

El conjunto español al que se incorporaba Artemi venía de un cuarto puesto en Londres 2012 y tras quedarse a las puertas del metal olímpico el conjunto inició un nuevo ciclo olímpico con la gran promesa griega en sus filas. La compenetración entre ellas y su pericia en el tapiz le hicieron ganarse el nombre de “equipaso”. En Río 2016 nos regalaron uno de los mejores momentos con una plata que a punto estuvo de arrebatarle el oro a la todopoderosa Rusia. Esa presea, que le pedimos que trajera a la entrevista para podar con ella en la foto “está a muy buen recaudo” y la guarda como uno de los mayores tesoros de su vida. “De hecho tenía unos pequeños arañazos y el COE nos ofreció bañarnos la medalla, pero yo preferí quedarme con la mía por si acaso volvía otra”.

Artemi Gavezou durante sus años en activo como gimnasta

Una etapa en la que recuerda “hubo momentos muy buenos, pero otros también muy muy duros, a mi me gusta hablar de esfuerzo no de sacrificio”. “Muchos días llegaba llorando a mi habitación y decía mañana no vuelvo, lo tengo decidídisimo, pero al día siguiente me levantaba y me ponía la ropa de entrenar porque me recordaba constantemente mi objetivo”, recuerda Gavezou. Ahora tras ocho años y una nueva vida “se me sigue poniendo la piel de gallina pensando en los Juegos”. Ocho años después de su retirada, las componentes del equipaso siguen en contacto. Una de ellas, Alejandra Quereda es la seleccionadora del conjunto que nos representará en París, Artemi Gavezou cree que harán un gran papel en los JJOO  “lo último que tienen que pensar es en la medalla, tienen que pensar una repetición más de lo que he hecho tantas veces, y si hay medalla, llegará, pero yo las veo muy bien”. El consejo que ella les daría no lo duda, “que disfruten muchísimo porque yo recuerdo disfrutarlo pero creo que no fui consciente realmente de donde estaba, lo que habíamos conseguido hasta años más tarde”. Y eso que su madre bien le dijo “abre bien los ojos e intenta absorber todo lo que puedas” para que no se perdiese nada.

Entrevista a Artemi Gavezou en la sede de Repsol. IGC

La retirada

La Artemi del presente sigue compartiendo los mismos valores, pero quizá de volver a vivir esa etapa, lo haría de forma diferente. Su forma de rememorar aquellos años aún le despierta un brillo en los ojos de anhelo y nostalgia. Cuando piensa en ese grupo de cinco gimnastas que llegaron a lo más alto llega a la conclusión de que “quizá no era suficientemente consciente de todo lo que estaba viviendo”. Ahora una vez retirada, Artemi hace un balance en voz alta del que muchos deportistas de élite huyen “yo lo pasé bastante mal porque pensaba que había cumplido el objetivo de mi vida a los 22 años. y me preguntaba ¿ahora que? Sentía un vacío tremendo“. Por ello, la búsqueda de nuevas metas fue clave para afrontarlo. “Tienes que poner rápidamente otro objetivo, porque si no, no sobrevives. Lo bueno es que yo había empezado la carrera y tardé meses en focalizarme porque estaba bastante deprimida” Su nueva etapa laboral vino a suplir ese abismo. “Seguí con los estudios y me vine aquí a Repsol, crecer en la compañía es ahora mi gran meta”.

 

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