El gran momento de las artes marciales mixtas en España llegó el 18 de febrero, cuando Ilia Topuria se convirtió en nuevo campeón del peso pluma de la UFC, alcanzando la cima de su deporte en Anaheim, destrozando con un brutal KO a Alexander Volkanovski, uno de los mejores de los últimos años, contando cualquier división de la compañía. Y una de las primeras cosas que hizo el hispano-georgiano fue pedir una pelea, contra Connor McGregor, quizá el luchador más carismático y seguido de siempre. El problema es que las cosas no han ido como ambos querían.
Y es que el irlandés está muy venido a menos, hasta el punto de que iba a regresar después de un año, pero no pudo hacerlo por una lesión, aunque parece que el problema va más allá y se debe a que tiene una afición muy importante a la fiesta y a ciertas sustancias. Por todo eso, pese a que se habían encargado ambos de cimentar una rivalidad que hiciera a Dana White acordar la pelea, todo se fue diluyendo.
Caminos diferentes
Topuria no ha escondido nunca que es un gran admirador de McGregor, tanto como luchador como por su forma de venderse, y por su historia, pero con el tiempo, ese sueño de medirse a un ídolo se ha diluido, y mientras ‘The Notorious’ sigue buscando rival, una vez que se ha quedado sin pelea de regreso con Michael Chandler, va a tomar otro camino. Concretamente el de defender el 26 de octubre su título ante Max Holloway en Abu Dhabi, mientras ya descarta una lucha contra la leyenda venida a menos.
De hecho, hace poco le preguntaron en un evento por esta posibilidad y la descarto rápidamente: “Lo he admirado cuando era pequeño. Quería seguir sus pasos porque era un ejemplo de la fe, de que todo se puede conseguir, de trabajo. Lo ha perdido, ha traicionado los valores que lo han llevado hasta allí, se nos ha ido un ídolo. Lleva muchos años sin competir, se le ve mucho de fiesta, no tendría ningún mérito ganarle, no lo veo deportivo“.
Una respuesta vergonzosa
El problema es que Connor McGregor no se tomó el mensaje bien y optó por una feísima descalificación, entrando en lo homófobo, que no es digna de un deportista con un altavoz tan grande. “Pequeña cosita, maricón bajito, te voy a partir la mandíbula en cuanto te vea”. Con esas palabras se dirigió a Ilia Topuria, que simplemente había descartado una pelea, con mucho respeto y explicando los detalles y motivos de forma tranquila y sosegada, y el ex campeón optó por unas palabras fuera de lugar, que manchan la imagen de su deporte, la de él mismo y una rivalidad que tenía visos para hacer a ambos aún más grandes.
Es cierto que las artes marciales mixtas son un deporte que puede parecer rudo, pero en él no hay espacio para este tipo de faltas de respeto y grandes patinadas, ya que el contrario de lo que parece, lo que se busca es mantener siempre el respeto y una vez suena la campana del final de la lucha, buscar el hermanamiento entre iguales. Y por eso mismo, estos comentarios, más aún de una figura de la visibilidad de McGregor, sobran y lo van a hacer notar en la UFC.