El momento de decir adiós es uno de los más complicados para cualquier deportista de élite. Pasar de una dedicación máxima, de una vida entera que gira por y para su pasión, de poner al servicio su descanso, su alimentación y su energía, además de todo su tiempo, pasa a formar parte del pasado cuando llega el momento de retirarse.
Rafa Nadal disputó su último partido este martes tras la derrota de España ante Países Bajos en la Copa Davis después de 19 años en la élite. No es el único caso reciente. Andrés Iniesta hizo lo propio hace unas semanas y Garbiñe aprovechó el altavoz de los Premios Laureus esta primavera para comunicar que dejaba el tenis.
Tras los Juegos Olímpicos, muchos atletas ven el momento de reflexionar y sopesar si quieren comenzar otro ciclo olímpico o dejarlo estar. La decisión no es fácil, porque la retirada puede llegar en ocasiones cuando el cuerpo dice basta. La lesión que nos encogió el corazón en las semifinales del bádminton en París ha provocado que el adiós de Carolina Marín tenga que estar pendiente de su evolución médica.
Carla Suárez: “Había empezado a perder la ilusión”
Otras veces, los planes personales son los que motivan una retirada donde las despedidas pueden hacerse de manera paulatina. Eso es lo que vivió Carla Suárez (Las Palmas de Gran Canaria 1988). En 2019 su vida personal empezaba a pedirle un descanso del tenis profesional, de las competiciones y los viajes permanentes. Así fue como ella decidió que había llegado el momento. “Me di cuenta de que fuera de la pista estaba disfrutando más que dentro de ella, cuando empecé a sufrir más de la cuenta con el tenis me lo empecé a plantear. Había empezado a perder la ilusión”, nos cuenta la canaria.
“Todos los que somos deportistas intentamos superarnos, no tirar la toalla, pero cuando ves que la cosa no avanza, que no mejora, y que llevas tiempo sin disfrutar haces un pensamiento en profundidad”.
Tras trece temporadas en el baloncesto profesional Leslie Knight (EEUU 1986) comenzó a barruntar su adiós. En su caso, su deseo de ser madre era lo que impulsó el dejar el basket. “Lo iba pensando durante el último año y cuando me vi preparada para ser madre, pensé “estoy en paz si mi embarazo sucede, pues siguiente capítulo” asegura Knight.
“Cuando decidí que iba a poner punto final fue en diciembre de 2019. Hice una rueda de prensa para anunciar que el 2020 iba a ser mi último año. Jugar por última vez en Roland Garros, Wimbledon y despedirme del cariño de los aficionados” .
Los planes de Carla Suárez se desbarataron por completo cuando llegó la pandemia. El covid hizo que todos los torneos quedasen cancelados en marzo. Pero eso no era todo. Ese verano llegó una noticia aún más dura. “Me diagnosticaron la enfermedad y la retirada se complicó por eso, pero en 2021 tuve la gran suerte de poder vivir Roland Garros, Wimbledon, los JJOO de Tokio y además la Billie Jean King Cup.
El duelo
La situación de pandemia para Carla Suárez le permitió hacer un duelo paulatino. “Yo tuve la oportunidad durante la pandemia para concienciarme de que eso era lo que iba a tener después de mi carrera deportiva. Me fui mentalizando de que el cambio de vida iba a ser ese. Digamos que ese duelo fue más fácil porque cambia cuando tú decides cuando retirarte. Yo lo tenía claro”.
Para Knight el cambio de vida es de 180 grados. “Cambia tu estilo de vida, puedes hacer planes, puedes pasar los fines de semana con tu familia, no tienes que estar todo el tiempo pensando qué estás comiendo o en tu descanso, así que por un lado es un alivio”, asegura Leslie Knight, aunque también está la otra cara de la moneda. “Pasas a tener de repente un montón de tiempo libre. Despertarte cada mañana con un propósito y sentirte útil es muy bueno, así que puede ser muy difícil”. “En mi caso como estaba pensando en el bebé no me dio mucho tiempo a pensar”, explica la jugadora de baloncesto.
La nostalgia
Una vez que se produjeron sus despedidas del deporte de élite, puede llegar el momento de echar de menos. “Cuando empecé a comentar los primeros torneos, que eran Grand Slams me empezó a entrar la nostalgia, pero no de todo lo que era necesario para poder llegar hasta allí. Pero si que echas en falta el entrar en una pista grande, que el aficionado disfrute contigo”, comenta la tenista, olímpica en tres ocasiones.
Sin duda, para Carla Suárez, el hecho de “Hay un poco ese miedo al abismo, al que pasará después, pero yo tuve suerte de tener esa tranquilidad económica, en seguir disfrutando. Yo tenía esa ilusión de ser madre pronto que fue muy rodado y la verdad que no he tenido grandes preocupaciones por el después.
“Yo nunca conseguí una medalla ni nada así, pero estaba en un momento bueno, gente llamándote, pidiendo tu autógrafo, y pasas a un segundo plano. Aquí depende mucho de la personalidad de cada uno”. Tus propósitos, tus valores, tus metas… cuando veo partidos, y veo que les piden autógrafos y a mi nadie me presta ni la más mínima atención, yo lo entiendo, lo veo parte del ciclo de la vida, algo normal, ya no eres el centro y eso es algo que también tienes que gestionar”.
Leslie: “Alguna jugadora que me ha preguntado por cómo he vivido yo mi experiencia, alguna jugadora que ha querido ser madre, también me ha preguntado por mi propia experiencia”.
Para la norteamericana su despedida forma parte de uno de los mejores momentos vividos en una cancha. “Fue una noche muy bonita, cuando pienso en mi carrera como deportista y en cómo la acabé, la verdad es que me siento muy agradecida, es la guinda del pastel. Pienso en otros deportes que no tenga este reconocimiento por ser minoritarios o menos seguidos que el mío y creo que ojala todos los deportistas pudiesen tener una despedida como la que yo viví”, explica la jugadora.
La jubilación
El CSD se ha puesto a trabajar en un tema tan fundamental para los deportistas de alto rendimiento como es la jubilación. Tras no haber cotizado durante años, muchos se encuentran “Lo veo muy importante”.
“Nosotras en la liga femenina Endesa si que cotizamos” señala Leslie. pero entiendo que hay muchos otros deportes que no lo viven así”, en el baloncesto te dedicas casi todo el día, y seguir formándote en otra cosa es muy difícil, lo haces muy poco a poco. Que exista esa ayuda me parece un pequeño alivio”.
También el hecho de la maternidad que no interrumpa la vida de las deportistas.