Tiene 23 años recién cumplidos y ya ha levantado al cielo francés cuatro trofeos Roland Garros, tres de ellos de manera consecutiva. Y a pesar de estas cifras, de la templanza con la que entra a la pista y con la que afronta los partidos, Iga Swiatek se sigue poniendo nerviosa cuando coge el micrófono después de ganar:
“Estoy muy emocionada de haberme llevado la victoria no ha sido un torneo fácil, casi me voy en segunda ronda”.
Si bien es cierto que Swiatek sufrió ante la japonesa Naomi Osaka, a la que tuvo que levantar una bola de partido y un 5-2 en contra en el tercer set, después la polaca sacó la varita de favorita y llegó a esta final sin apenas dificultades.
Para este último envite todos la daban como favorita pero una vez más Iga ha demostrado que es la auténtica número uno, acabando con cualquier atisbo de esperanza de la debutante en la tierra parisina Jasmine Paolini.
Empezó la líder del ranking muy concentrada y en el primer juego de su rival ya la puso en apuros con varias opciones de break. Pero la italiana, decidida a dejar huella en su primera final Gran Slam le asestó un break que despertó la furia de la polaca. Reaccionó de inmediato la número uno imprimiendo una marcha más para marcarse un parcial de 10 juegos a 0.
Jasmine que vio como se le escapaba el primer set a las primeras de cambio, no encontraba la manera de frenar al huracán Swaitek tampoco en el segundo.
La intensidad de la tres veces campeona de Roland Garros no bajaba ni un ápice.
Paolini pudo al menos evitar la debacle del 6-0 pero en poco más de una hora la sentencia estuvo dictada.
La italiana que empezó como número 15 del ranking se va con la certeza de que la semana que viene aparecerá como la jugadora 7 del mundo. Además ha dejado una gran imagen en París al dejar por el camino a la número 4 del mundo para meterse en una final de semejante altura con 28 años. “Han sido los 15 mejores días de mi carrera”, aseguraba la tenista sobre su paso por el torneo.
La número uno se va sumando 22 títulos individuales, 5 Gran Slam e imponiendo una velocidad de bola, un estilo y una concentración que la certifican como la actual reina del tenis.