Original, divertida, dinámica… París 2024 quedó inaugurado tras una ceremonia de apertura que ya quedará para la historia del olimpismo. Bajo el lema “libertad, igualdad y fraternidad” y combinando espectáculos, contenidos audiovisuales, coreografías y actuaciones musicales, ni la lluvia, cada vez más abundante, pudo empañar la espectacularidad de un arranque fascinante.
Grecia inauguraba el desfile como marca la tradición, aunque esta vez en barco y fuera de un Estadio Olímpico, y a partir de ahí iban sucediéndose el resto de delegaciones, la que nunca había ganado una medalla, Bangladesh, la tercera más numerosa como Brasil o la ya famosísima Mongolia, protagonista por su uniforme. Uno de los momentos que empañaron esos valores olímpicos fueron los abucheos a la delegación israelí.
Hasta bien entrada la noche no vimos a Estados Unidos, los vigentes campeones con Lebron a la cabeza, pero sin haber podido ver a Coco Gauff ensombrecidos por el nuevo sistema de embarcaciones hasta cerrar con los anfitriones.
La primera actuación, la de Lady Gaga. La británica en un perfecto francés versionaba Mon Truc En Plumes, con un atuendo perfecto para la ocasión. Ahí no quedó todo, la ópera Carmen de Bizet junto al Coro Orquesta de París y el heavy metal se sucedían en un continuo espectáculo en donde hubo lugar hasta para una pasarela de modelos en honor a la moda parisina.
Hubo lugar también para que los patrocinadores se integrasen como nunca en un desfile, así Louis Vouitton portaba en sus maletas gigantes las medallas forjadas antes de que Michael Phelps custodiase las preseas en una impresionante coreografía.
La delegación española
Desde las 17.30 los miembros de la delegación española cogían su autobús que les trasladaba al Sena, donde harían su aparición (en riguroso orden alfabético) a las 20:36, llenando el Sena con los colores rojos y amarillos, con Tamara Echegoyen y Marcus Cooper como abanderados rebosantes de ilusión.
Nuestros representantes confesaban estar muy nerviosos, “yo no he dormido nada” reconocía Marcus Cooper“. “Tengo una mezcla de emociones. Llevo días con el gusanillo. Yo, que soy calmado, cuando todo el mundo me saca el tema, tengo una mezcla de emociones. Cuando te paras a pensar lo que significa, que representas a 383 deportistas, pero también a 48 millones de españoles, es emocionante”, dijo Cooper, en conferencia de prensa. La lluvia, tampoco les iba a aguar la fiesta “yo por mi deporte me paso la vida mojada” reconocía Echegoyen, quienes también confesaban que no tuvieron a sus familiares en las gradas, aunque reconocieron que les estarán siguiendo muy emocionados desde España por televisión. “Ha sido muy emocionante, hemos disfrutado mucho”, decía la atleta.
Una de las ausencias más sonadas, la selección femenina de fútbol que no pudieron desplazarse desde Nantes, y, entre otros, la la de nuestro mejor tenista del ranking. Carlos Alcaraz confirmaba en sus redes, “me hacía mucha ilusión poder ir a la Ceremonia Inaugural de los JJOO con España, pero mañana tengo dos partidos y lo aconsejable es descansar y estar listo! Esto empieza!”, dijo en redes sociales el actual campeón de Roland Garros y Wimbledon.
Protagonismo a las mujeres
Que estos Juegos estaban caracterizados por la paridad y la igualdad fue una máxima en todo el ciclo olímpico, y así se vio reflejado en todo momento en la ceremonia inaugural.
La ceremonia se caracterizó por ser una oda a las mujeres, a las pioneras que derribaron barreras, diez en concreto, que representaron todos los ámbitos como fueron Alice Milliat, Gisèle Halimi, Simone de Beauvoir, Paulette Nardal, Jeanne Barret, Louise Michel, Christine de Pizan Alice Guy y Simone Veil.
También el himno de la Marsellesa interpretado por mujeres protagonizó uno de los momentos más especiales y emocionantes de la Tony Estanguet, ex piragüista y tres veces campeón olímpico además de presidente del Comité organizador, “nuestros tesoros de patrimonio serán vuestros terrenos de Juegos. Bienvenidos a casa, disfrutad de cada momento”. Thomas Bach el presidente del COI también quiso recalcar “el espíritu olímpico invadirá París”.
Zinedine Zidane portaba la medalla hasta dárselo al auténtico rey de París, Rafa Nadal, quien le dio el relevo a Serena Williams y de la tenista a Nadia Comaneci que junto a Carl Lewis trasladaban en lancha el último tramo de la antorcha que había salido en abril de Atenas.
La sorpresa final, un globo aerostático que portaba por el cielo parisino el pebetero mientras Celine Dion ponía el broche final. Los JJOO de París quedaban oficialmente inaugurados en una ceremonia para la historia.