De la misma forma que la RFEF sufrió un auténtico terremoto tras el beso no consentido de Rubiales a Jenni Hermoso, el Consejo Superior de Deportes (CSD) se vio afectado en gran medida. Al parecer, el ya famoso “corrillo” en el avión de vuelta de Australia fue el último encuentro informal antes de que el que fuese presidente Victor Francos declarase públicamente que el CSD tomaría cartas en el asunto si Rubiales no dimitía. Lo dirigió al TAD el 25 de agosto tras la Asamblea que todos recordarán por el “no voy a dimitir”. Finalmente fue la FIFA quien al día siguiente, inhabilitó al presidente por tres años. Una sanción en la que coincidió el TAD.
Eso sí, una de las principales acciones para “velar por que la Selección fuese un entorno seguro” fue la creación de una Comisión Mixta entre Futpro, Federación española y el propio CSD. Todos los medios se hacían eco del nacimiento de este tripartito.
Esta comisión, que comenzó con mucha fuerza en septiembre de 2023, tuvo poco recorrido. Según fuentes del propio CSD, la Comisión no se reúne “desde que se inició el proceso electoral de la RFEF”, algo que ocurrió en marzo del año pasado. Es más, José Manuel Rodríguez Uribes, en el cargo desde diciembre del 2023 tras la dimisión de Francos, no ha llegado nunca a reunirse con la citada Comisión. Sin embargo, sí lo ha hecho con los sindicatos.
La noche de Oliva
El 10 de septiembre Rubiales dejó la RFEF, asimismo Montse Tomé reemplazó a Jorge Vilda. Los despidos en la RFEF empezaban a hacerse efectivos, pero tras el escrito de las jugadoras renunciando a la Selección, quedaba convencerlas para disputar los siguientes compromisos en septiembre. Aquello no fue fácil.
Tomé convocó a todas las futbolistas, incluso a las que habían renunciado por carta antes del Mundial, en la concentración de la Selección Española femenina más mediática que se recuerda. Era 20 de septiembre. Las jugadoras, obligadas, llegaron a Oliva con dos partidos de la Nations League por delante, y hasta allí se desplazaron, para mediar, Francos y una delegación del CSD. Finalmente, y como se llegó a decir, “la sangre no llegó al río” y pudo haber acuerdo.
De aquella larguísima madrugada se concluyó que para impulsar el fútbol femenino, el Consejo Superior de Deportes (CSD), la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y las jugadoras de la selección española de fútbol, quienes delegaron su representación en el sindicato FUTPRO, avanzaron en un acuerdo tripartito, la ya citada comisión mixta.
En palabras del propio Francos,“este es un punto de encuentro para iniciar un camino de diálogo, de cambios y para que no nos volvamos encontrar la desagradable situación de hace unas semanas”. Siete días más tarde estaban todos en torno a una mesa para comenzar a trabajar.
En lo deportivo, la calidad de la Roja volvió al césped como ya había demostrado ganando el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Con Montse Tomé lograron la UEFA Nations League y la clasificación histórica para unos JJOO donde rozaron el bronce.
Los integrantes
“Las jugadoras no sentían la Selección como un lugar seguro” nos afirman desde el CSD, y por ello la comisión se puso en marcha. En representación del CSD su presidente, Víctor Francos; el director general de Deportes, Fernando Molinero; el director del Gabinete de Presidencia, Juan Fernández Carnicer; y la asesora del Gabinete de Presidencia, Nerea Huete.
Por parte de la RFEF han asistido la directora del Gabinete de Presidencia, Elvira Andrés; y el director de Competiciones, Alfredo Olivares. Los abogados Reyes Bellver (desde este pasado sábado directora de fútbol de la RFEF) y José David Martínez, fueron las personas designadas por las jugadoras para esta primera reunión, mientras que Fernando Molinero y Nerea Huete fueron los nombrados para representar el CSD. El baile de sillas ocurridos en Futpro hace que el CSD no sepa con exactitud con quien debería reunirse ahora.
La actividad de la Comisión trataba de impulsar cambios en la estructura deportiva y cambios también en materia comercial, y de marketing. Las ceremonias de medallas o el reconocimiento de las jugadoras que no hubiesen jugado la fase final del mundial, fueron algunos de los temas que se trabajaron en esta reunión a tres bandas.
En estos últimos meses, el CSD ha seguido trabajando, en el marco de sus competencias, “en la implementación de nuevas medidas que contribuyan a la profesionalización del fútbol femenino”, una medida interesante puede ser “la inclusión de partidos en la quiniela”, que está en tramitación y ya avanzó este medio, para “generar nuevas vías de ingresos para los clubes. Esto repercutirá en la mejora de las condiciones de las futbolistas”, tal como informa el Consejo Superior de Deportes.
A pesar de la calma en la absoluta femenina y los buenos resultados futbolísiticos, los registros de la Guardia Civil en la RFEF por la Operación Brody y el vaivén de fechas electorales, obligó a Uribes a pronunciarse sobre “el daño a la imagen del fútbol español” ocasionado. También reiteran que el CSD “está siempre a la disposición de las futbolistas”.
Por ello, se creó otra Comisión, esta vez para tutelar y representar al fútbol español, presidida por Vicente del Bosque.
El plan de igualdad
Una medida que sí va a tener que cumplirse es la creación por parte de las federaciones de un plan de igualdad. El tiempo máximo para presentarlo vence el próximo mes de marzo, concretamente el día 31. Este plan deberá incluir, entre otras muchas medidas, un ‘protocolo contra la violencia sexual’, del que se hará una “evaluación y análisis por parte del CSD”. La Real Federación Española de Fútbol creó este protocolo precisamente un mes antes del Mundial de Australia, concretamente el día 27 de junio de 2023. Ni se activó ni se aplicó en el caso de Rubiales, a pesar de estar claramente recogido que “no se podía besar a la fuerza”.