La campeona del mundo en la F1 del mar, Nicole van der Velden

Artículo14 charla con la única mujer integrante del equipo campeón del mundo de SailGP, la madrileña Nicole van der Velden

Nicole van del Velden durante la competición el pasado domingo

España se convirtió en Campeona del Mundo de SailGP, la Fórmula 1 del mar, en San Francisco. En el barco, una única tripulante: Nicole van der Velden. La madrileña actúa como los ojos del equipo en un deporte en el que todo ocurre en décimas de segundos. Para la armada española, el fin de semana fue de infarto. Llegaban terceros en la gira mundial tras grandes carreras en Bermuda y Los Ángeles, pero el sábado, el día previo a la gran final, los nervios les jugaron a la contra y Francia les puso cuartos dejándolos fuera.

Los españoles empezaron a meter presión a su contrincante directo hasta que los galos perdieron el control de su barco quedando fuera de la carrera. España se colaba en la finalísima contra Nueva Zelanda, los favoritos, y Australia, los anteriores ganadores del campeonato. El equipo español, que resultó último el año pasado, salió con precisión superando a las otras naves sin dejar que nadie les tomará la delantera. El resultado: la copa de campeones y un premio dotado con dos millones de dólares para redondear un domingo histórico para el deporte español.  

Ver a Nicole van der Velden moverse por el barco español de SailGP antes de la gran final de San Francisco con su estamina unida al resto de los integrantes del equipo en ese puzzle perfecto de resistencia y fortaleza ante los envites del mar, el viento y los competidores fue soberano. Y además ganamos. El viento de San Francisco entre Alcatraz y la bahía no es cualquier cosa, pero Nicole disfrutó del reto cómo ha ido haciendo con cada una de las competiciones que ha enfrentado desde que comenzó a navegar a los 8 años en la isla de Aruba junto a su padre. “Empecé de pequeña en el deporte del windsurf y con mi padre en un catamarán. En Aruba. En el Caribe. Mejor imposible, agua cristalina, 30 grados y mucho sol”. Ejemplo para las jóvenes, esta madrileña se marcha ahora a los Juegos Olímpicos de París donde compite por tercera ocasión.

P: La emoción de ganar debe ser enorme, pero tras quedar últimos en la carrera de ayer ¿ganar fue algo inesperado?

Nicole: Sí. La verdad que ha sido muy emocionante. Sabíamos que teníamos una batalla interesante, de primeras con los franceses porque ayer tuvieron un día espectacular. Hoy hemos metido presión intentando que ellos fallaran porque era nuestra única posibilidad. Salimos con esa estrategia y fallaron. Entramos en la gran final sabiendo que navegando bien, somos rápidos, podemos hacer buenas maniobras y si montas primero es difícil que te den la vuelta. Esa fue la estrategia y salió increíble

P: SailGP es una competición deportiva donde se exige una atleta femenina en cada equipo gracias a su programa Women’s Pathway. Como mujer, como parte de este equipo ¿Qué significa para ti que en este deporte haya una mujer en cada tripulación?

Nicole: Yo creo que es un paso enorme el que ha tomado SailGP. Al final, en el deporte profesional, especialmente en vela, no hay puertas abiertas para las mujeres. Que nos dejen participar significa tener un camino para poder evolucionar. Ahora nosotras podemos crecer, aprender, y formar parte de los grandes equipos. Todas las chicas están sorprendiendo con su talento. Es una evolución temporada tras temporada y me llena de orgullo formar parte del equipo

P: El Wormen’s Pathway empodera a muchas jóvenes, sobre todo en España tras este título. ¿Cómo crees que puede influir tu trabajo en chicas que se quieren mirar en ti?

Nicole: Buena pregunta, es complicada. Como deportista intentas dar lo mejor cada día. Te preparas. Quieres ser buen profesional, pero también una mejor persona. Yo quiero hacer todo lo posible para que el camino sea bonito, y convertirme en referente para las que vienen detrás. Quiero que vean que se puede, que con buena actitud y trabajando duro se puede llegar. Si soy capaz de transmitir eso, seré una persona muy feliz

P: Cuéntanos, ¿cómo llegaste tú a ser campeona del mundo?

Nicole: Al final, vengo de campañas olímpicas. He participado en tres campañas olímpicas con barcos diferentes y he ido creciendo poco a poco dentro de la vela, mejorando, luchando por mejorar. Cuando llegó la oportunidad de poder formar parte del equipo de SailGP, intenté aprender lo que necesitaba sobre ‘foiling’ y aquí estoy.

Nicole van der Velden, manteada por sus compañeros

P: ¿Cuál es tu posición dentro del equipo?

Nicole: Cómo tenemos el ala en medio, hay poca visibilidad y soy los ojos que se mueven de lado a lado dando la información a los chicos de lo que está pasando: que barcos vienen, cómo nos estamos posicionando con el resto para maximizar nuestras posibilidades e intentar evitar que choquemos porque a estas velocidades un choque puede ser catastrófico.

P: El año pasado hubo muchos cambios en el equipo, terminasteis últimos y este año sois primeros. ¿Los cambios fueron positivos?

Nicole: Claramente se ha hecho muy buen trabajo. Lo más importante ha sido que hemos logrado un método de trabajo y se ha confiado en cada individuo. Hemos tenido continuidad, hemos pasado muchas horas juntos y eso ha dado sus frutos.

P: ¿Qué destacarías de Diego Botín como piloto?

Nicole: Creo que ha afrontado muy bien el reto. Especialmente en lo que te digo, que cada uno aporte lo mejor que tiene. Diego es el piloto, es quien da la cara por el equipo, pero todos son importantes. Hay que trabajar juntos y sacar el máximo uno del otro. Fomentar ese método de pensamiento es su mejor rasgo.

P: Este deporte está muy centrado en la sostenibilidad y han creado la Impact League para seguir las acciones positivas de sostenibilidad de cada equipo. ¿Creo que estás muy involucrada?

Nicole: Para mi el tema de la Impact League es algo que llevo dentro. De hecho, me parece muy importante crear una plataforma para informar desde el deporte, es fundamental porque podemos tener un gran impacto en el público. Podemos enseñar al mundo la importancia de que todos debemos contribuir. Cada granito de arena ayuda en la mejora del planeta en el que queremos seguir viviendo.