Valentina Petrillo, la primera mujer transgénero que compite en los Juegos Paralímpicos

Valentina Petrillo ha hecho historia al convertirse en la primera atleta transgénero en competir en unos JJPP, al hacerlo en los 400 metros de la categoría T12 en París 2024

Valentina Petrillo disputando una prueba con España

La italiana Valentina Petrillo, con discapacidad visual, hizo historia este lunes al convertirse en la primera mujer transgénero que compite en unos Juegos Paralímpicos al hacerlo en atletismo, en los 400 metros clase T12 de invidentes, convirtiéndose en un referente e inspiración para el colectivo LGTBIQ+. Y lo ha hecho en el que para ella, de 50 años, ha sido el día más importante de su vida deportiva. Además, ha cumplido un sueño que llevaba años persiguiendo, concretamente desde Atlanta’96, cuando aún era un hombre.

Ese sueño comenzó de pequeña, a los seis años, cuando vio a su ídolo, Pietro Mennea, ganar los 200 metros masculinos en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980. “Desde ese momento tuve el sueño de emular a Pietro, vestir la camiseta de la selección nacional, ir a los Juegos Olímpicos y ganar una medalla como él pero no era tan fácil”. Y es que lo tuvo muy complicado por su procedencia. “Aparte de las cualidades necesarias nací como un hombre en Nápoles, en un barrio peligroso, y yo me identificaba como mujer. Eso era un gran problema en un sitio conflictivo”.

Un camino cambiante

Aún así, el atletismo no fue siempre su principal deporte, ya que llegó a formar parte de la selección de fútbol sala italiana, ganando once títulos nacionales. Pero en 2017 dijo basta, y vio que era el momento de dejar de ocultarse y tratar de ser y vivir cómo realmente se sentía, una mujer. Inició el cambio de sexo en 2019, en 2021 se convirtió en elegible para competir en la categoría femenina bajo las regulaciones del Comité Paralímpico Internacional y en 2023, a efectos legales para su país, terminó su transición a mujer.

Y no esconde lo feliz que le hace la decisión: “el atletismo siempre ha sido una válvula de escape para mí y me ha ayudado a mejorar mi autoestima en un entorno que también podría ser hostil para las personas discapacitadas. Correr me hace libre. Es lo único que me gusta hacer y lo hago con pasión. Siempre he corrido y hacerlo aquí, ahora, como mujer, me hace sentirme realizada. No puedo pedirle a la vida nada más que eso. No ha sido fácil pero lo he logrado”.

La polémica está servida

No ha sido poca la polémica causada por su participación, pero a Petrillo el tratamiento que sigue le permite dividir por cuatro su nivel de testosterona y, por tanto, cumplir con los valores exigidos en su normativa por el Comité Paralímpico Internacional.

Por eso, en París ha hecho historia y ha reabierto un debate en la sociedad respecto a este tema que comenzó a fraguarse hace tres años cuando la levantadora de pesas neozelandesa Laurel Hubbard estuvo en los Juegos Olímpicos y que este mismo 2024 también volvió a ponerse de manifiesto con la boxeadora argelina Imane Khelif y la taiwanesa Lin Yu-ting.

“Sé que me criticarán, que algunos no entenderán por qué hago esto, pero estoy aquí, luché durante años para conseguirlo y no tengo miedo. Ahora soy yo, me siento bien”, recalca. Su lucha, pese a la controversia que ha generado en Italia, dónde gobierna la extrema derecha de Giorgia Meloni, abiertamente opuesta a la ideología de género, no ha encontrado debate en la familia. Se siente respaldada y prueba de ello es que en el Estadio de Francia estuvieron su hijo, su hija, su exmujer y su hermano.

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