Esto es mucho más que oro, plata y bronce

España ha ido más abajo de las expectativas, pero el balance va más allá de las medallas conseguidas

PARÍS, 04/08/2024.- La jugadora española Carolina Marín llora tras retirarse, debido a una lesión, de su partido de semifinales de bádminton femenino individual de los Juegos Olímpicos de París contra la china Bing Jiao He en el pabellón a Chapelle Arena este domingo en la capital francesa. EFE/ Miguel Gutiérrez

Se apaga la antorcha y París desea que se quede para siempre en la ciudad, como lo hizo la Torre Eiffel tras la Exposición Universal de en 1889… La ciudad tres veces olímpica se merece incluir en el extenso catálogo de sus símbolos este recuerdo de sus terceros juegos, pasados 100 años de los anteriores. Un homenaje a los valores del olimpismo, al trabajo de años por parte de París para ofrecer un evento inolvidable y sostenible, y a los deportistas de 204 países que durante 16 días han ofrecido su mejor versión. Me ha gustado mucho ese globo con un pebetero en llamas que cada noche ha dado más luz si cabe a su ciudad. Otros legados, como la villa olímpica de Saint-Denis, reconvertida en vivienda social o la limpieza del Sena, tendrán que consolidarse. Eso sí, París 2024 pasará a la historia como los juegos 100% paritarios en cuanto a deportistas, retando al futuro para que más mujeres entrenadoras, técnicas, periodistas… se incorporen a su plantilla.

No diría yo, como siempre hacía Juan Antonio Samaranch “que han sido los mejores Juegos de la Historia”, pero sus protagonistas, no importa el papel desempeñado, incluirán en su memoria muchas experiencias tan únicas y especiales que pasarán a ser parte valiosa de su propia historia vital.

Creo que Francia estará orgullosa de sus Juegos, que han sido seguros y con gran ambiente en la calle, También de la actuación de sus 573 deportistas que han competido en los 35 deportes posibles. Como se vio con España para los juegos del 92, (con China en 2008, Gran Bretaña en 2012)… La planificación y la financiación para la preparación de su equipo se ha notado en el medallero. Ha batido su récord de medallas en un siglo, dejando ídolos inspiradores como el nadador Marchand, el gigante baloncestista Wembanyama, la selección de judo… El éxito vendrá también si su tejido deportivo se consolida y crece después de esta exhibición y sobre exposición de los héroes del deporte francés.

España no ha cumplido sus deseados pronósticos, los que venían avalados por los resultados y progresión de nuestros deportistas estos tres años. También por destacados nombres que capitaneaban un equipo de 383 deportistas en 31 deportes. Como decía la lanzadora de peso española Belén Toimil  “esto es lo que tiene estar aquí…” y estar aquí a veces son 6 segundos escalando un muro, unas centésimas de diferencia, un centímetro de menos, un poste, una patada, un paradón, un despiste o un mal día.

Muchos deseos frustrados… Y aunque todos dicen “solo nosotros, nuestras familias, nuestros entrenadores sabemos todo el esfuerzo y el recorrido que hemos hecho por estar aquí”, si sabemos que lo han dado todo. Además, en algún caso creo que llegar como favorito no es tan bueno como parece. Estás más expuesto y vigilado, más estudiado, más analizado y por qué no más presionado e incluso a veces más confiado.

Jugar por tu país para los profesionales que compiten semanalmente por el mundo es algo especial para ellos, y que lo den todo por España también lo es para todos los que hemos seguido su competición. Como decía Alcaraz, “lloro por haber decepcionado a España.” Para aquellos deportes que dependen del resultado olímpico para mantener la financiación y retener talento, el no alcanzar el objetivo marcado puede tener más consecuencias que la propia decepción.

Traemos de vuelta un montón de cuartos puestos y diplomas de los que estar orgullosos, aunque para algunos saben a muy poco. También unos oros para la Historia: el 49er de Botín y Trittel que ganó a lo grande, primero en la medal race; los extraordinarios marchadores Álvaro y María doblando sus medallas; una espontánea y diría que hasta poco conocida selección masculina de fútbol que nos dejó un partidazo; y ese salto de un atleta sencillo Jordan Diaz que cambió su bandera para poder tener un futuro y regalarnos su genio. Celebramos el oro que el equipo de waterpolo ha logrado.

Habrán sido los primeros juegos para algunos, pero los últimos para otros. Nos dejan nombres que extrañaremos por su constancia y tesón, como Teresa Portela con 7 juegos o Rudy Fernández y Pablo Herrera tras sus sextos… Y muchos otros se lo pensarán, por edad, por cansancio mental, por circunstancias personales o profesionales… Como dice Saul Craviotto con su sexta medalla olímpica al cuello. “Toca descansar y volver a una vida más normal, sin tantas renuncias y sacrificios”.

Empieza un periodo de reflexión y como algún entrenador español ha dicho un cambio de ciclo, también para casi todos los dirigentes de las Federaciones que después de París tendrán elecciones. Algunos han anunciado que no se presentan, otros, quizás después de cuatro ciclos olímpicos, se lo deberían plantear, no por falta de entrega o mala gestión, sino porque a veces nuevas propuestas, modos e ideas generan ilusión y ánimo al tejido deportivo español

Queda clausurar estos Juegos que tristemente no han conseguido la tregua olímpica. Volver a festejar con deportistas y banderas, y dar la bienvenida a Los Ángeles 2028. Esperemos un gran espectáculo y menos controversia.

Pero no olvidemos que antes, el 28 de agosto, tenemos una cita con los Juegos Paralímpicos. Seguro nos despertarán intensas emociones. ¡Vamos España!

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