La piragüista española Maialen Chourraut debuta hoy, sábado 27 de julio, en lo que serán sus quintos Juegos Olímpicos. Participará en las disciplinas de ‘Eslalon’ y ‘Kayak Cross’, antes conocido como ‘Kayak Extremo’.
Chourraut, nacida el 8 de marzo de 1983 en Lasar, Guipúzcoa, es una de las más destacadas figuras del piragüismo español. Su trayectoria olímpica y su vida personal tejen una historia inspiradora de dedicación, superación y equilibrio entre la competición de alto nivel y la familia.
Creció cerca del río Oria, donde sus primeras incursiones en el piragüismo comenzaron como una actividad recreativa. Sin embargo, su pasión por el deporte se fue cimentando con el tiempo, impulsada por el entorno natural y el apoyo de su familia.
En su niñez, Maialen Chourraut soñaba con otras profesiones, pero el río y la piragua la llamaban con una fuerza irresistible. A los 12 años, se unió al club Atlético San Sebastián, donde su talento innato y su ética de trabajo empezaron a brillar. Allí aprendió valores como compañerismo, trabajo en equipo, perseverancia y esfuerzo y también técnicas y destrezas para superar retos deportivos.
El camino hacia la élite del piragüismo no fue sencillo. Requiere una combinación de habilidades físicas y mentales excepcionales, y Maialen mostró desde temprano una determinación implacable. En 2000, con tan solo 17 años, participó en su primer Campeonato del Mundo Júnior donde sentó las bases de una carrera prometedora.
Su dedicación y persistencia dieron frutos rápidamente. En 2003, participó en su primer Campeonato del Mundo Sénior y, aunque los resultados no llegaron de inmediato, cada competición la acercaba al sueño olímpico.
La participación en los Juegos de Pekín 2008 fue un momento decisivo en su carrera. No logró medalla y lo sintió “como un fracaso deportivo” al quedar en una decimosexta posición. Sin embargo, la experiencia acumulada fue crucial para sus futuras victorias.
El momento más glorioso de la carrera de Maialen llegó con los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Compitió en la prueba de K1 (Kayak individual) y obtuvo una medalla de bronce, un logro que la consolidó como una de las mejores piragüistas del mundo. Pero su hambre de éxito no se detuvo allí. Para ella fue “un gran logro”, pero la supo “a poco”, ya que se encontraba “a un gran nivel”. Según sus propias palabras “sentí que se me escapaba la oportunidad de ganar unos Juegos Olímpicos”.
Cuatro años después, en los Juegos Olímpicos de Río 2016, Maialen alcanzó la cúspide de su carrera al ganar la medalla de oro en la misma prueba. Esta victoria no solo fue un triunfo personal, sino un orgullo para España y una inspiración para muchos jóvenes deportistas. Su técnica impecable y su calma bajo presión le permitieron superar a sus competidoras y alzarse con el oro.
Entre medalla de 2012 y medalla de 2016, Maialen Chourraut dio a luz a su hija a Ane en 2013. Supo equilibrar su carrera con su vida familiar, lo que le añade una dimensión especial a su historia.
Casada con su entrenador y también ex piragüista, Xabier Etxaniz, este binomio deportista-entrenador, forma el equipo perfecto tanto en lo profesional como en lo personal. El nacimiento de Ane no solo transformó la vida personal de Maialen, sino que también tuvo un impacto significativo en su carrera deportiva. Conciliar la maternidad con el entrenamiento y la competición de alto nivel presentó nuevos desafíos, pero también nuevas motivaciones.
Chourraut ha declarado en varias entrevistas que su hija es una “fuente constante de inspiración y fuerza”, y que le ha enseñado “a ver la vida y el deporte desde una perspectiva más amplia”.
De hecho, volvió rápidamente a la competición y se llevaba a su hija siempre que podía. En 2014 volvieron las medallas internacionales: subcampeona de Europa por equipos y campeona en la Copa del Mundo de La Seu d’Urgell; y ya, en 2015 cosechó el título de campeona de Europa, el tercer puesto del ranking mundial y lo más importante, la una plaza olímpica para los Juegos de Río.
Tras proclamarse campeona olímpica Maialen Chourraut compitió a un alto nivel, participó en eventos internacionales y afrontó nuevos retos. Llegaron los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (celebrados en 2021 debido a la pandemia provocada por la Covid-19) y consiguió otra histórica medalla, esta vez de plata, convirtiéndose en leyenda del piragüismo español.
A sus 41 años, Maialen Chourraut afronta sus Juegos más “familiares” en París. En la capital francesa, también debuta en esta ocasión el hijo de su marido, Pau Echaniz. Éste, en los Juegos Europeos de Cracovia de 2023, consiguió una medalla de oro en la prueba de K1 por equipos. La acompaña su hija y su marido y, junto con su inspiración, esfuerzo y dedicación, está dispuesta a alcanzar un nuevo sueño olímpico en K1 y debutar con Kayak Cross (donde cuatro piragüistas caen a la vez por una rampa situada a dos metros de altura y luchar en una carrera donde “casi todo está permitido”).
Comprometida con la promoción del piragüismo y el deporte en general, Maialen Chourraut es más que una campeona olímpica; es un modelo a seguir para todos aquellos que buscan alcanzar sus metas sin renunciar a su vida personal. Su historia es una celebración de la perseverancia, el talento y el amor, tanto por el deporte como por su familia. Hoy, podremos disfrutar de su deporte y quizás, compartir con ella su próxima medalla olímpica.