“Las mujeres en los JJOO son poco interesantes, antiestéticas e inapropiadas” la controvertida declaración de Pierre De Coubertin

El gran impulsor del movimiento olímpico, el barón Pierre de Coubertin, era un machista redomado, que estaba en contra de la participación de las mujeres en los Juegos Olímpicos, pero afortunadamente, todo eso quedó atrás y ahora no hay diferencias entre hombres y mujeres

Una gimnasta de Estados Unidos durante los JJOO de Tokio 2020

Los Juegos Olímpicos han sido siempre la gran referencia del deporte mundial, esa en que cada cuatro años da cita a los mejores en todas las modalidades para que se midan cara a cara hasta coronar al mejor de cada disciplina. Bajo el lema ‘más rápido, más alto, más fuerte‘, los grandes atletas ponen en juego todo lo entrenado en ese ciclo, para conseguir el sueño de la medalla. Y esto es así desde hace 130 años, cuando en 1896 se celebraron por primera vez los JJOO de la era moderna, en Atenas. Desde ese momento han cambiado muchas cosas, y aunque la esencia es la misma, como en cualquier elemento de la vida, la modernidad ha llegado y ahora todo es muy diferente.

Y es que el encargado -uno de ellos- de poner en marcha la maquinaria olímpica fue el barón francés Pierre de Coubertin, el primer presidente del Comité Olímpico Internacional y uno de los impulsores del olimpismo y del movimiento olímpico. Pero no era perfecto ni mucho menos, y es que este señor era un machista, racista, xenófobo, con unas ideas políticas próximas a las dictaduras totalitarias, y en general un auténtico pieza. Pero ahora solo nos vamos a centrar en su faceta machista y en todas las trabas que puso para que las mujeres fueran una parte importante de los Juegos Olímpicos, algo que ahora está fuera de toda duda.

La paridad de género, un sueño posible

Estos Juegos de París, que se están disputando en este momento van a ser los primeros con paridad de género total, ya que van a contar con la misma cantidad de hombres y mujeres -de forma aproximada-, algo a lo que Coubertin siempre se negó de forma rotunda. Y es que él argumentaba que la participación femenina en deportes era antiestética, poco práctica, poco interesante e incorrecta. Además, Coubertin dijo una vez que “las mujeres sólo tienen una labor en el deporte: coronar a los campeones con guirnaldas“.

Pero al final poco a poco el olimpismo fue entrando en razón y al final la mujer acabó siendo lo que es hoy, una categoría totalmente igualitaria con la masculina en los Juegos Olímpicos. Ya no solo por la cantidad, si no por el seguimiento, y es que de hecho, algunas de las más grandes estrellas del deporte mundial son féminas. Como puede ser, si nos fijamos en esta edición de 2024, Simone Biles, la reina absoluta de la gimnasia y uno de los iconos globales del deporte. Katie Ledecky, una de las grandes de la natación -mujeres y hombres- en la historia. O Iga Swiatek, la reina actual del tenis. Pero para que todas ellas, y muchas más a lo largo de este siglo y el pasado, sean lo que son, antes hubo pioneras que pusieron las primeras piedras.

Pioneras olímpicas

La tenista inglesa Charlotte Cooper fue la primera gran estrella del deporte femenino y ganó la primera medalla de oro de la historia en París 1900 Lo que generó mucho interés de la prensa y el público. En aquella edición fueron 22 las mujeres que compitieron en disciplinas consideradas aptas para su género: tenis, croquet y golf. Tras eso, el COI se planteó ampliar las categorías aptas para las deportistas. De hecho, en 1904 en Saint Louis, Estados Unidos, compitieron también en tiro con arco, equitación y vela, y cuatro años después en Londres, se sumaron natación y patinaje artístico.

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