La natación española ha tenido en los últimos años una grandísima referente femenina, alguien que ha roto la barrera del género y se le puede considerar directamente un referente del deporte español, donde ha habido pocos como ella, hablamos como no de Mireia Belmonte, quien pese a quedarse fuera de los Juegos Olímpicos de París a los 33 años, tras un ciclo plagado de lesiones y problemas varios, se va a retirar con un hueco en la historia. La de Badalona ha conquistado cuatro medallas olímpicas, dos platas, un bronce y un oro, pero además ha estado cerca de varias más. Sin embargo, pese a que ella esté en el olimpo, hubo una pionera antes, Nina Zhivanevskaya, la primera medallista olímpica española en natación – la única junto a Belmonte-, quien además tiene una historia muy llamativa.
Dos medallas, tres países
Hay que remontarse a cuando tenía 15 años, momento en que Zhivanevskaya hizo su debut internacional en los Juegos Olímpicos de 1992, ganando el bronce como miembro del equipo de relevos del Equipo Unificado en el 4×100 estilos. Ese era un momento socio político muy convulso, pues se vivían los estertores de la URSS, Por eso mismo, después de la caída de la Unión Soviética, Nina representó a Rusia hasta 1999. En ese tramo de seis años ganó varias medallas mundialistas, dos, en 1994. Sin embargos los Juegos Olímpicos se le resistieron. Bajo la bandera rusa participó en Atlanta 1996, pero los resultados no fueron tan buenos. Dos diplomas olímpicos, con un 7º puesto en el 4×100 estilos, un 8º en los 200 metros espalda; y en los 100 metros espalda quedo 9ª, fuera de la final.
Sin embargo, en 1999 fue cuando se casó con un ciudadano español y representó a España durante el resto de su carrera. Durante más de una década, Zhivanevskaya fue considerada una de las grandes nadadoras de velocidad de espalda del mundo. Además de su bronce olímpico de 1992, ganó otro bronce en los Juegos Olímpicos de 2000 en los 100 metros espalda, esa fue la primera medalla de la historia para España ganada por una mujer en natación, y la cuarta sumando hombres y mujeres.
Historia del deporte español
Por si fuera poco, en los mundiales, Zhivanevskaya ganó un carro de medallas. Con España, fue oro en los 50 metros espalda de 2003; y con Rusia, plata en los 100 metros espalda de 1994 y bronce en el relevo combinado de 1994. En el Campeonato de Europa, ganó cuatro medallas de oro, los 50, 100 y 200 espalda en 2000, lo que significó un pleno histórico para la natación española. Y los 50 espalda en 2003. Aquí suma también muchas platas y bronces, tanto como rusa como española.
Bajo la rojigualda, Zhivanevskaya participó en dos Juegos Olímpicos más, Atenas 2004, donde sumó otros dos diplomas, siendo 5ª en el 100 espalda y 7ª en el 4×100 estilos. Y por últimos, los de Pekín 2008, donde se retiró del deporte profesional, con unos resultados ya más mundanos, causados por la edad -31 años, pero más de tres lustros de carrera-, un 11º puesto en los 100 espalda y un 15º en los 4×100 estilos. A su favor hay que decir a lo largo de su vida, que le penalizó el hecho de que su prueba fetiche, los 50 metros espalda, donde durante mucho tiempo fue la gran dominadora mundial, no era olímpica. Pero en todo caso, hay muy pocas que se hayan acercado a su carrera, y en España, solo Mireia Belmonte, pero para hablar de la catalana hace falta una categoría aparte.