El nombre de Noah Lyles ya estaba grabado en la historia del atletismo mundial, pero lo que ha logrado en los Juegos Olímpicos de París 2024 ha elevado su leyenda a un nuevo nivel. Superando adversidades inimaginables, el atleta estadounidense compitió en la final de los 200 metros lisos, una de las pruebas más exigentes del atletismo. Y lo hizo mientras luchaba contra los síntomas del COVID-19. No solo participó, sino que, increíblemente, consiguió llevarse la medalla de bronce, completando una hazaña que pocos podrían haber imaginado posible.
El COVID-19 ha sido una de las pandemias más devastadoras de la historia moderna, y su impacto en el deporte fue enorme. La enfermedad obligó a la cancelación de eventos, limitó la participación de atletas y cambió la dinámica de la competencia de maneras que nadie hubiera predicho. De hecho, los JJOO de Tokyo 2020 se vieron empañados por este virus. Sin embargo, para Noah Lyles el virus no ha supuesto un obstáculo en su camino hacia la gloria.
La complicada semana que ha vivido Noah Lyles en París 2024
La semana previa a la final de los 200 metros en París 2024 fue particularmente difícil para Noah Lyles. Después de dar positivo en COVID-19 el pasado 5 de agosto, la incertidumbre y la preocupación sobre su salud y capacidad para competir se cernieron sobre él. Los protocolos de la Federación de Atletismo de Estados Unidos y el Comité Olímpico y Paralímpico Estadounidense (USOPC) se activaron de inmediato, con el objetivo de proteger la salud del atleta y de los demás competidores.
Noah Lyles celebra con la bandera estadounidense su oro en los 100 metros lisos | EFE
La decisión de permitir que Noah Lyles compitiera no fue tomada a la ligera. Se realizaron evaluaciones médicas exhaustivas para asegurarse de que no solo pudiera competir de manera segura, sino también de que no pusiera en riesgo a otros. A pesar de los desafíos físicos y mentales que enfrentó, el atleta de Estados Unidos tomó la decisión valiente de seguir adelante y participar en la final. Una muestra de su carácter y compromiso con el deporte. Y de su ambición, por supuesto.
Así fue el bronce del estadounidense mientras sufría de COVID-19
Durante la jornada de ayer, el Estadio de Francia en París 2024 fue testigo de uno de los momentos más extraordinarios de esta edición de los JJOO. Noah Lyles, que ya había conseguido el oro en los 100 metros lisos solo cuatro días antes, se alineó en la pista para competir en los 200 metros, un evento en el que había dominado durante años. Sin embargo, esta vez, las circunstancias eran diferentes.
La carrera fue intensa y estuvo llena de emoción. El botsuano Letsile Tebogo, una estrella emergente del atletismo, se coronó campeón con un tiempo de 19.46 segundos y estableció un récord africano. Noah Lyles, visiblemente agotado, luchó con todas sus fuerzas para mantenerse en la pelea, pero finalmente cruzó la línea de meta en tercer lugar con un tiempo de 19.70 segundos, asegurando así la medalla de bronce.
Después de la carrera, Noah Lyles fue atendido de inmediato por el personal médico. Estaba exhausto, pero el alivio y el orgullo eran evidentes en su rostro. Sabía que, a pesar de no haber ganado el oro, lo que había conseguido era monumental.