Gisela Pulido es una de las grandes deportistas españolas de la historia, así, sin paños calientes, y es que la kitesurfista es uno de los mayores ejemplos de precocidad que ha habido en cualquier deporte. Tiene 30 años, pero para entender su carrera hay que irse atrás, muy atrás, retrocediendo hasta hace más 20 años, cuando en 2004, siendo solo una niña empezó a practicar kitesurf. Pese a nacer en Barcelona, desde muy pequeña pasó su vida en el Maresme, un lugar referencial para los deportes acuáticos. Y ese momento en el que se montó en una tabla, con siete años, le cambió la vida, tanto a ella como a su familia.
Pocas historias de amor más bonitas que las de Gisela con el kite han existido jamás. Ya había competido en pruebas de menores, pero en 2004, con diez años, dio el gran salto al mundial. Allí muy pronto se convirtió en una referencia, empezando con podios en sus primeras pruebas, y finalmente, ese mismo 2004, se alzó con su primer cetro mundialista. Y lo mejor de todo es que lo alargó, y en 2005 volvió a alzarse con el cetro. Iba consiguiendo estas hazañas mientras seguía desarrollándose, y al ser tan joven tenía ciertos problemas en lo que se refiere a horas podía pasar en el agua entrenando.
Gisela Pulido cuando competía en la modalidad de freestyle
Pero todos los impedimentos lógicos no fueron problema, y poco a poco siguió avanzando, agrandando su palmarés, y confirmado lo que ya se sabía, que era la mejor del mundo. En 2007, además de un premio Laureus, recibió la aprobación para participar en aún más pruebas de la Copa del Mundo, y para sorpresa de nadie, ganó. Y con 13 años se proclama como la campeona del mundo más joven de siempre, el ganar el circuito más importante, el PKPA.
Una carrera histórica, precoz para todo
Gisela Pulido se convirtió en la mejor kitesurfista de la historia al haber ganado hasta 10 mundiales en la modalidad de freestyle. Pero es cierto que pese a lo rápido que empezó ese camino, los inicios de la segunda década de este siglo se le complicaron. Muchos cambios en su deporte, rivales cada vez más fuertes, y el hastío de llevar en el agua desde que era una niña. Pero aún con todo eso, era capaz de solventarlo todo y en 2016 consiguió ser decacampeona, e hizo historia una vez. Eso sí, a partir de ahí entró un pequeño impás, hasta que años más tarde cambió por completo de vida. Recordemos que en el momento en el que alzó su décimo entorchado tenía solo 22 años.
Un nuevo objetivo, los Juegos Olímpicos
La vela es el deporte en el que España más medallas ha sumado en la historia. Eso sí, siempre ha sido muy cerrado, y aún com cambios, siempre se ha mantenido muy estable en lo que a pruebas y representación, pero como todo en los JJOO, en los últimos años ha habido mucha novedad de prueba, y una de estas afectó de lleno a Pulido. Y es que el kitesurf se convirtió en olímpico. Pero mientras Gisela siempre había competido en freestyle, en los juegos se iba a disputar la ‘fórmula kite’, que son carreras de velocidad, pero con todo conseguido en su modalidad, se lanzó a la aventura.
Gisela Pulido compitiendo en su nueva disciplina, la Fórmula Kite
En esta prueba, se premia la velocidad, ya que las tablas van surcando el aire, casi ‘volando’ sobre el agua, y a diferencia de su anterior especialidad, hay que pesar mucho para poder usarlo a su favor. Y ella lo aceptó, cambió todo -ha cogido doce kilos desde que en 2019 empezó- y poco a poco fue mejorando. Venía de conseguir ganarlo todo, y los inicios fueron muy duros, pero poco a poco ha ido mejorando, y gracias a su clase y a su cambio físico, llega a París 2024 como candidata, no favorita, pero si con posibilidades de hacer algo llamativo. Por lo pronto, en esta modalidad su mejor resultado es un bronce europeo en 2022, pero ahora puede conseguir un hito que la catapultaría, aún más, hasta el Olimpo del deporte español.