Fiona Pinar: De perder un pie a conseguir el sueño paralímpico en ocho meses

La atleta paralímpica Fiona Pinares un ejemplo de superación, pues en tan solo ocho meses de entrenamiento ha logrado plantarse en los Juegos Paralímpicos de París, en los que debutará con 21 años en los 100 y 200 metros T64, en los que sueña con llegar a lo más alto

La atleta paralímpica Fiona Pinar

Fiona Pinar perdió el pie derecho tras un accidente de esquí y ha logrado clasificarse para correr en los Juegos Paralímpicos de París con una prótesis tras solo ocho meses de entrenamiento. Para ello ha tenido que aprender a correr desde cero, un hito que a sus 21 años le ha llevado de forma milagrosa a la capital gala, donde competirá representando a España, debutando en una cita paralímpica en los 100 y 200 metros dentro de la categoría T64, es decir, con más deportistas que han sido amputados de alguna pierna pero que conservan la rodilla.

Su historia es demoledora, pues perdió la pierna a raíz de un accidente el 29 de enero de 2022, cuando estaba en una de las pistas de esquí de La Molina, en Girona, y se fracturó la tibia y el peroné; y tras varias operaciones y dos bypass, al final le amputaron parte de la pierna el 31 de enero del mismo año. Fue un duro golpe para su vida que, sin embargo, no le quitó las ganas de seguir haciendo deporte, pero no se imaginaba que en tan poco tiempo llegaría a unos Juegos Paralímpicos.

Rompiendo barreras en tiempo récord

Y es que en marzo de este año participó en su primera carrera tras solo tres meses de entrenamiento, en ella batió el récord de España de 100 metros en su categoría, lo que propició su entrada en el programa de jóvenes promesas paralímpicas y atrajo la atención de la selección paralímpica. Por eso, tal y como declara, ha tenido que aprender a correr desde cero; además, no practicaba atletismo, así que también ha tenido que aprender la técnica. Y de no practicar atletismo a pasando a soñar con el deporte. “Después de los Juegos tengo el objetivo de seguir entrenando y participando en competiciones europeas o mundiales“.

El deporte, su salvación

La joven estudia el grado de Publicidad y Relaciones Públicas, no concibe su vida sin el deporte, hasta el punto que empezó a practicar crossfit adaptado un mes después de recibir el alta hospitalaria tras la amputación, sin hacer mucho caso de las advertencias de los médicos, que le recomendaron empezar primero con natación una vez curado el muñón. De hecho, mientras estaba en el hospital se le ocurrió lo que a la postre ha conseguido: practicar atletismo y llegar a competir en los Juegos Paralímpicos.

Adaptarse al precio de su nueva vida

Después del accidente, y con la voluntad de retomar su idea de comenzar a practicar atletismo, reunió el dinero suficiente, 8.000 euros, y compró una prótesis especial que le permitiera correr. La Seguridad Social cubre una prótesis para el día a día, pero no están adaptadas a las edades y circunstancias de cada persona, pues no es lo mismo la vida de una persona de 80 años que una de 19 años, subraya.

Y para sufragar el coste de los materiales adaptados para poder correr, Fiona ha tenido que buscar patrocinadores. Además, Pinar es muy activa en redes sociales para dar a conocer cómo es la vida de las personas amputadas y sus dificultades. “Explico mi vida cotidiana y curiosidades sobre mi muñón o cómo funciona mi prótesis, ¡a la gente le encanta este tipo de contenido!”.

Aunque no solo quiere ser vista como una “chica amputada”, por lo que también sube fotos y vídeos haciendo deporte o cocinando: “Quiero que la gente vea que llevamos una vida completamente normal y que somos mucho más que una discapacidad“.

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