Carolina Marín, la tricampeona mundial y ocho veces campeona europea de bádminton, sufrió un duro revés en su carrera deportiva. Otro más. Durante las semifinales de los Juegos Olímpicos de París 2024, Marín se lesionó gravemente la rodilla derecha. Posteriormente, se confirmó que sufría una rotura del ligamento cruzado anterior (LCA). Es la tercera vez que se enfrenta a una lesión de esta magnitud, la segunda en la misma rodilla.
El fatídico momento ocurrió cuando Carolina Marín, al intentar alcanzar un volante en la red, hizo un mal gesto y cayó al suelo entre gritos de dolor. Con lágrimas en los ojos, le dijo a su entrenador: “Me he roto”. Desde el primer momento, fue consciente de la gravedad de la situación. Las experiencias pasadas se lo estaban confirmando. Fue trasladada de inmediato a la Clínica CEMTRO en Madrid, donde el equipo del doctor Guillén, que la ha operado en las ocasiones anteriores, reconfirmó la lesión.
La trayectoria de Carolina Marín ha estado marcada por varias lesiones significativas. En 2019, sufrió una rotura del LCA de la rodilla derecha, que la mantuvo fuera de las canchas durante varios meses. En 2021, se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, lo que nuevamente la obligó a pasar por el quirófano y a someterse a un largo proceso de rehabilitación.
¿Cuándo se recuperará Carolina Marín de su lesión?
La recuperación de una rotura del ligamento cruzado anterior suele ser larga y complicada. El primer paso es la cirugía, que generalmente se realiza unas semanas después de la lesión para permitir que la inflamación inicial disminuya. Más tarde, Carolina Marín deberá someterse a una intensa y rigurosa rehabilitación que puede durar entre seis y nueve meses, dependiendo de la evolución de su recuperación y de cómo responda su cuerpo al tratamiento.
El equipo médico de Carolina Marín es optimista y confía en que la jugadora podrá volver a competir al más alto nivel. Sin embargo, la propia Marín sabe que el camino no será fácil. La rehabilitación incluirá ejercicios de fortalecimiento, fisioterapia y, poco a poco, la reintroducción gradual de la actividad deportiva para asegurar que la rodilla esté completamente estable y funcional antes de regresar a las competiciones.
Aunque la recuperación será un proceso largo, Carolina Marín ya ha empezado a planificar su regreso. Su equipo está trabajando en un programa de rehabilitación personalizado que no solo se centra en la recuperación de la lesión actual, sino también en fortalecer su cuerpo para prevenir futuras lesiones. La meta es clara: volver a la cima del bádminton mundial y seguir cosechando éxitos. Ojalá volvamos a verla sobre la pista.