Allyson Felix, nacida el 18 de noviembre de 1985 en Los Ángeles, California, es uno de los grandes mitos del atletismo estadounidense. Su trayectoria en los Juegos Olímpicos es un testimonio de dedicación, talento y perseverancia. Una historia que ha inspirado a generaciones de atletas y fanáticos del deporte, tanto en su país como más allá de Norteamérica.
Desde muy joven, Allyson Felix mostró un talento innato para el atletismo. Durante su adolescencia en la Escuela Secundaria Bautista de Los Ángeles, destacó en las pistas y cosechó múltiples títulos estatales, captando la atención del mundo del deporte en Estados Unidos. En 2001, a la edad de dieciséis años, se coronó campeona mundial juvenil en los 100 metros en Hungría. Un presagio de lo que vendría. O quizás no, porque lo que vino después es algo irrepetible e inigualable en el atletismo estadounidense.
El ascenso a los Olimpos del deporte de Allyson Felix
La carrera olímpica de Allyson Felix comenzó en Atenas 2004. Allí, en Grecia, donde todo comenzó, logró la medalla de plata en los 200 metros. Tenía dieciocho años. Este logro fue solo el comienzo de una serie de éxitos que se extenderían por casi dos décadas. En Pekín 2008, Allyson Felix repitió la hazaña en los 200 metros, pero también formó parte del equipo estadounidense que ganó el oro en el relevo 4×400 metros. Solo necesito dos Juegos Olímpicos para sumar a su palmarés dos platas y un oro.
El punto culminante de su carrera llegó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Allí, Allyson Felix se llevó tres medallas de oro: en los 200 metros, el relevo 4×100 metros (donde el equipo estableció un nuevo récord mundial), y el relevo 4×400 metros. Estos triunfos la consagraron como la segunda mujer estadounidense en ganar tres oros en una sola edición de los JJ.OO., igualando la hazaña de Florence Griffith-Joyner en 1988.
El regreso triunfal en Río de Janeiro 2016 tras una grave lesión
La trayectoria de Allyson Felix no estuvo exenta de desafíos. En el Campeonato Mundial de 2013 celebrado en Moscú, una grave lesión en el tendón de la corva la obligó a alejarse de las pistas durante varios meses. Sin embargo, su determinación y su espíritu luchador la llevaron a regresar con fuerza, ganando el título de la Liga Diamante de la IAAF en 2014 y retomando su dominio en los eventos de 200 y 400 metros.
En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, Allyson Felix añadió dos oros más a su impresionante colección, ganando en los relevos 4×100 y 4×400 metros. Además, obtuvo la medalla de plata en los 400 metros, llevando su total de medallas olímpicas a nueve.
En Tokio 2020, Allyson Felix hizo historia una vez más al ganar su undécima medalla olímpica, superando el récord de Carl Lewis y convirtiéndose en la atleta de pista y campo más condecorada en la historia olímpica estadounidense. Su actuación en los relevos 4×400 metros fue particularmente destacada, asegurando su lugar como una leyenda del atletismo.
Más allá de sus logros en la pista, Allyson Felix ha sido una voz importante en temas de justicia social y equidad en el deporte. En 2019, se enfrentó públicamente a Nike, su patrocinador de larga data, por sus políticas respecto a la maternidad y los contratos de las atletas. Su valentía llevó a cambios significativos en la industria, garantizando mejores condiciones para las atletas embarazadas y madres