Los Juegos Paralímpicos de París 2024 solo llevan un día de competición, pero han comenzado de una manera muy destacada para el deporte español, pues de inicio se parte con el objetivo de superar las 36 medallas de Tokio 2020, y para eso, ya en la primera jornada donde había muy pocas preseas en juego, se han conseguido tres preseas. Han sido obra de los incombustibles Toni Ponce, en natación; y de Ricardo Ten en ciclismo en pista. Ambos, a sus 47 y 49 años, son dos tremendas leyendas de la delegación española, y han dado el impulso y el espejo para los jóvenes. Uno de ellos, el nadador de 20 años Kike Alhambra, ya ha respondido con un bronce. Pero quedan diez días y todo puede pasar.
Las 107 medallas de Barcelona 1992 parecen una quimera, pero el paso paulatino hacia la mejora es estar por encima de lo logrado en la capital nipona y por ahora se va en proceso. Hasta el 8 de septiembre no van a faltar los días para lograrlo y las oportunidades se van a repetir, pero el hecho de comenzar así es indicativo de que se puede lograr, porque hay muchos y muchas deportistas paralímpicos que tienen posibilidades de colgarse una medalla al cuello.
Aspirantes a todo
Ahora, los 150 deportistas españoles, 53 mujeres y 97 hombres, que forman el equipo, once de ellos de apoyo, están buscando seguir codeándose con los mejores y defender su actual posición en el deporte paralímpico, en los que España ha sido históricamente una referencia. Un año más lo van a hacer apoyándose en la base de la delegación que es es la natación, el deporte en el que son más potentes y que les nutre de más metales, con 14 en la pasada edición.
Ahí, el equipo cuenta con figuras reconocidas como la laureada Teresa Perales, que ha bajado de la clase S5 a la S2, ya que solo puede nadar con un brazo, y que busca en sus séptimos Juegos aumentar su medallero personal de 27 metales; Marta Fernández, gran protagonista en Tokio 2020 con sus tres preseas, la que más consiguió de toda la delegación; Sarai Gascón, Nuria Marquès, Toni Ponce, que ya ha empezado con una medalla; Íñigo Llopis, Kike Alhambra, que también ha arrancando besando metal; y la joven de 16 años Anastasiya Dmitriv.
La piscina será protagonista, pero hay otros campos de batalla, como puede ser el atletismo, que llega con campeones paralímpicos como Adiaratou Iglesias y Kim López; el ciclismo, que se apoya en el gran momento de forma de Ricardo Ten, ya refrendado en la persecución; y en los dos oros en Tokio de Alfonso Cabello y Sergio Garrote; o un triatlón que ya fue clave en Tokio y que añade nuevos y potentes nombres como Dani Molina, Andrea Miguélez o Marta Francés a la conocida Susana Rodríguez.
Nuevas opciones
El judo, el tenis de mesa y el tiro fueron los otros tres deportes que sumaron al medallero hace tres años y se espera que repitan en esta ocasión, en una cita donde puede haber opciones en el piragüismo; el tenis en silla, con Martín de la Puente, uno de los mejores del mundo; o el taekwondo, donde Joel Martín rozó el premio la primera jornada. La única representación por equipos será la de las dos selecciones de baloncesto, con la masculina soñando con repetir a la histórica plata de 2016, y la femenina creciendo y cada vez más asentada, después de ser bronce en los dos últimos Europeos.
España solo faltará en París 2024 en el voleibol sentado, el fútbol-5 para ciegos, el rugby en silla, el bádminton, el goalball y la hípica, mientras que volverá a tener representación, 12 años después, en la esgrima en silla con Judith Rodríguez y en la boccia, ausente en Tokio.