A las diez y cuarto de la mañana se abría la Sala 1 de la Audiencia Nacional para acoger la declaración de Jenni Hermoso, la que será la primera de estos once días de juicio por el beso no consentido por parte de Luis Rubiales y las coacciones posteriores por ex trabajadores de la Federación española de Fútbol.
El juicio, en el que estaban más de 200 medios acreditados además de una cámara del documental que estaría grabando el ex presidente. Además, cualquier ciudadano podía también seguirlo por streaming a través de un enlace público facilitado por youtube. La expectación ante el mismo era máxima.
Comenzaba la conducción por parte del juez José Manuel Clemente Fernández-Prieto González con la admisión e inadmisión de las pruebas. La defensa comenzaba pidiendo la valoración de la grabación del programa en el que intervino Luis Rubiales minutos después de la entrega de medallas en la cadena COPE donde no manifestaba el consentimiento, y “se dedicó a insultar a quienes estaban magnificar el beso”, aclaraba el letrado.
La defensa Olga Tubau Martínez “entendemos que las imágenes del túnel de vestuarios permitirían dirimir respecto de esa divergencia”, aunque finalmente el juez rechazó contar con esa prueba para la defensa de Luis Rubiales.
A las 10:24h se citaba a declarar a Jennifer Hermoso. Antes de empezar con los hechos, cuando usted recibió la notificación en la Audiencia tenía usted pensado denunciar estos hechos. “Si, en el contexto que estábamos no pensaba que iba a ser algo tan grande, pero si había pensado en denunciar”. ¿Se sintió obligada o coaccionada a presentar denuncia? A lo que Jenni Hermoso respondía que no.
A continuación Hermoso pasó a relatar los hechos.
El beso no consentido
“Había que saludar a las autoridades, a la Reina a su hija, me encontré con Rubiales nos abrazamos, la que hemos liado, el pega el brinco, hemos ganado este mundial gracias a ti, lo siguiente fueron sus manos en mis orejas, y ya fue el beso”.
Sobre la pregunta de si Rubiales podía besarla. “Yo en ese momento ni escuché ni entendí nada, cuando me puso las manos sobre las orejas fue el acto de besarme en la boca”, contestaba la jugadora a la fiscalía “no estaba conforme con la conducta sufrida”.
¿Cómo saluda usted? “Con dos besos en la mejilla, ahora en México con un beso, pero ni mucho menos en la boca” aclaraba Jennifer Hermoso. “Me estaba besando mi jefe, no debía ocurrir”.
Cuando fue preguntada por si conocía el protocolo anti violencia sexual vigente en la RFEF, Jenni Hermoso contestó: “Nadie nunca nos dijo nada del protocolo”.
Coacciones
“Me llama Ana Álvarez, la directora de marketing el enlace entre el femenino y la federación y me dijo que el presidente quería hablar conmigo”, relata Hermoso, recordando como salió al pasillo. “Me dijo que se estaba hablando mucho por redes, que había mucho revuelo, podríamos pararlo de alguna manera, le dije te va a caer, sabes que no está bien”. “Acto seguido me dijo que necesitaba entrar al vestuario para comunicar algo al equipo”, recordaba.
“Yo estaba alegre porque para mi era el día más importante de mi vida. No procedía estar ni llorando ni tirada por las esquinas. Ni por mí ni por mis compañeras, llevábamos mucho tiempo preparando ser campeonas del mundo”.
Ya en el autobús Jenni Hermoso relató como le escribieron un comunicado y le hicieron bajar del autobús para que leyese el comunicado. Patricia Pérez (la jefa de prensa del femenino, cuyo cargo sigue estando vigente) me facilitó para que lo leyese. “Nunca dije que estaba conforme. Bajé (del autobús) bastante atosigada, ya les dije que no iba a hablar, les dije con hartazgo, hacer lo que queráis. Estaban haciéndome sentir parte de algo que no quería ser parte”, aseguraba.
En el avión Jennifer Hermoso relató como Luis Rubiales durante el vuelo desde Australia le instó a grabar un video juntos “me dijo que le estaban llamando acosador, por sus hijas que estaban llorando en la parte de detrás del avión, pero le dije que no. En ese momento era mi jefe y no es algo normal que se haga”. Y el comentario que a Hermoso le dolió más, “a ti y a mi nos gusta lo mismo”.
“Voy a hablar con tu familia” le dijo Rubiales a Jennifer. Y a continuación pasó a recordar como Jorge Vilda trató de contactar con su hermano, también en el vuelo.
También fue preguntada sobre las declaraciones que la futbolista hizo en el programa de Cope ante el periodista Juanma Castaño, “yo estaba en modo campeona del mundo y que nadie me iba a quitar esa alegría, pero le repetí que no me había gustado el beso”, aseguró.
“Nadie me preguntó como estaba yo, me sentí desprotegidísima. La Federación tenía que ser mi lugar seguro”, prosiguió Hermoso. “También me encontré con Ivana Andrés, la capitana, me dijo que a ella le estaban pidiendo que hiciese un video para quitarle hierro al asunto. Le dije que no hiciese nada y me dijo vale”, aseguraba la futbolista.
“Recibí amenazas de muerte. Nos tuvimos que ir de Madrid porque tenía 24 horas coches y cámaras debajo de mi casa”, contaba Hermoso sobre la situación que sufrió cuando llegó a España. “Gracias a Dios que jugaba en México, en España era una situación insostenible”.
Miguel García Caba, responsable del área de integridad que se encargó de todo el procedimiento tras el episodio del beso no consentido, le instó a hacer una declaración para la Federación “para rellenar el protocolo de la federación” durante su estancia en Ibiza. “Le di mi teléfono a Ruben Rivera”, el que era responsable de Marketing y también uno de los imputados en este juicio. También Albert Luque fue quien matuvo conversaciones con la amiga de Jennifer Hermoso que estaba con ella en Ibiza de acompañante, Ana Ecube. “Le dijo a mi amiga que me deseaba lo peor en la vida”, recordaba Jenni por “no quererle quitar a Rubiales el mayor marrón de su vida”.
A la hora de valorar las repercusiones deportivas que podría tener, Hermoso señaló la no convocatoria en la siguiente ventana.”La labor de Montse Tomé fue continuista”, aseguraba Hermoso.