La escalofriante imagen que nos ha dejado Emma Raducanu en las pistas de Dubai este miércoles no ha dejado indiferente a nadie. La tenista británica detenía su partido ante Muchova, para alertarle a la juez de silla sobre un hombre que estaba en la grada y que ella había identificado como un acosador del que ya había dado cuenta a la WTA. Raducanu rompía a llorar llegando incluso a colocarse detrás de la juez de silla sin poder controlar el pánico.
La máxima asociación del tenis femenino, tomó medidas urgentes, identificando al hombre y expulsándole para el resto de torneos del circuito femenino. Este episodio, desgraciadamente no ha sido una novedad para la 61 del mundo. Hace tres años, en enero de 2022, la tenista, que entonces tenía veinte años, confesó a una entrevista del diario The Sun haber sufrido una terrible experiencia con un acosador, que llegó incluso a personarse en su domicilio en el que vivía con sus padres, hasta en tres ocasiones.
Tras estos acontecimientos, la británica confesó “debido a esto, siento que me han quitado mi libertad. Estoy constantemente mirando por encima del hombro. Me siento nerviosa y preocupada de que esto pueda volver a suceder. No me siento segura en mi propia casa, que es donde debería sentirme más segura”, afirmaba Raducanu.
Haciéndose pasar por repartidor, el hombre llegó a enfrentarse con los padres de la tenista. La familia Raducanu denunció los hechos. Finalmente, el Tribunal de Magistrados de Bromley condenó al acosador.
Todo había empezado cuando Raducanu con 18 años fue la ganadora del US Open, y multiplicó su fama tras la victoria de este primer Grand Slam.
Más tenistas víctimas
Otras tenistas del circuito han denunciado haber sufrido acoso. Una de las últimas ha sido Katie Boulter. La británica, una de las mejores raquetas durante la Billie Jean King Cup, terminó de despuntar en un año en el se metía en el top30 y en el que también ha vivido su primera participación en los JJOO. Pero esta escalada meteórica se ha visto empañada por momentos muy desagradables.
Boulter concedió una entrevista exclusiva en el diario The Guardian, donde narraba distintos momentos en los que se ha visto en peligro. “A veces me han seguido“, relataba Boulter. “De hecho, fui a recoger a Alex (de Minaur, su novio y también tenista de la ATP) de Queens, y tuve a alguien siguiéndome en el coche. Fuimos a Sloane Square, salimos, dimos un paseo por las tiendas y demás, y el mismo coche me seguía hasta mi casa. Estaba con Alex, así que estaba totalmente bien, pero sí, no fue la mejor sensación”, explicaba
Boulter subraya que no es algo único de ella, y dice que es algo de lo que la mayoría de las mujeres y niñas se preocupan en diversos momentos de sus vidas, sean atletas o no. “Es algo en lo que siempre he pensado. Nosotras como mujeres, si estamos solas en casa por la noche, a veces sí pensamos en esas cosas”, reflexionaba.
Además narraba un episodio concreto “Una vez, en Nottingham recibí mensajes en redes sociales diciendo: ‘Estoy afuera. Te voy a hacer daño si sales.’ Obviamente alerté a la WTA, y encontraron al tipo, que estaba realmente en el lugar. Cosas como esta pasan todo el tiempo. Obviamente estamos muy bien protegidas, lo cual te hace sentir segura. La WTA hace un gran trabajo al estar ahí para ti en ese sentido. Siento que estamos protegidas tanto como es posible, lo cual al menos te tranquiliza un poco”, reflexionaba la británica.
Otro de los nombres más populares en haber denunciado acoso ha sido el de Danielle Collins. La jugadora norteamericana top 15 del ranking WTA, que este año compartió su propia experiencia de acoso. Collins, además ha protagonizado varios episodios, como en el Mutua Madrid Open donde le pidió a un aficionado que la gritaba desde la grada, que le tratase con más respeto. En el Australian Open del pasado mes de enero, Collins también se hizo viral por responder a los abucheos de la grada .
Pero sin duda, el caso más grave y a la par más mediático fue el que sufrió Mónica Seles. La tenista recibió una puñalada en mitad de un partido y las consecuencias psicológicas fueron devastadoras para ella, tal como ha narrado en su biografía años después.