Los últimos años del tenis mundial no se pueden entender sin Iga Swiatek, pues la polaca se ha convertido, junto a Aryna Sabalenka, en la gran referencia de la WTA. Especialmente gracias a su superioridad pasmosa en la tierra batida, pero también en otras superficies, ha sido número 1 del mundo durante mucho tiempo, aunque ahora es la segunda. Y es que no pasa por su mejor momento. Desde que el año pasado diera positivo en un control antidopaje por culpa de unos medicamentos que tomaba para unas dolencias que nada tenía que ver con el tenis, entró en una espiral muy oscura.
Por si fuera poco, este año en el WTA 1000 de Indian Wells tuvo un gesto muy feo con un recogepelotas, por el que fue fuertemente criticada, lo que la llevó a contar su verdad, y es que no está ni mucho menos bien. Especialmente debido a lo sucedido a una deriva mucho más expresiva en pista que contrasta con lo que ha sido la tónica en su carrera. “Cuando estoy concentrada y no muestro muchas emociones en la pista, me llaman un robot y dicen que mi actitud es inhumana. Ahora que soy más expresiva, que muestro sentimientos o lucho internamente, de repente me etiquetan de inmadura o histérica“.
Su carrera, en el alambre
Por si fuera poco con todas estas acusaciones y los problemas varios que ha tenido, la de Varsovia ha confesado que llegó a pensar en dejarlo todo. “Hace sólo seis meses sentí que mi carrera pendía de un hilo, pasé tres semanas llorando a diario y no quería pisar la pista”. Sin embargo, con trabajo y paciencia, está decidida a seguir siendo la grandísima estrella que es. “Trabajo duro conmigo misma y establezco objetivos ambiciosos, quizá a veces demasiado ambiciosos. Pero realmente creo que, incluso si ocasionalmente doy dos pasos adelante y uno atrás, alcanzaré estos objetivos a mi propio ritmo”.
Iga Swiatek es una de las grandes referencias del tenis mundial
Aunque eso sí, no pierde la oportunidad de hacer un alegato a la salud mental, un básico en el deporte profesional:” trabajar en uno mismo no es algo que se logre una vez y se mantenga para siempre. A veces, damos dos pasos adelante y uno atrás”.
Problemas en Miami
Por si fuera poco con todos sus problemas de salud mental y ahora que está en un momento vital mucho más dulce, la polaca se ha encontrado un problema inesperado en su nuevo reto, el WTA 1000 de Miami, donde ya está en cuartos de final. Tras un inicio de curso muy dubitativo, en la ciudad de Florida parece haber encontrado de su nuevo juego y está camino de las semifinales, pero antes se enfrenta a la sorpresa del torneo, la filipina Alexandra Eala, número 140 del ránking mundial y que ha llegado sin jugar los octavos tras la retirada de Paula Badosa. Este miércoles será el momento del duelo.
Pero mientras las cosas van bien en la pista, fuera de ella no tanto. Y es que se ha encontrado con un problema de acoso que ha hecho que la organización haya reforzado la seguridad de la número 2 del mundo. Tal y como ha denunciado el medio polaco Super Express Sport, el problema fue un asalto verbal violento de un personaje a Iga, en un entrenamiento previo a su partido de octavos de final. No obstante, parece que la situación está controlada y no va a haber más problemas.