El 5 de marzo del año 2013 Luka Modric marcaba un gol para la historia. El Real Madrid se enfrentaba en octavos de Champions al United y el centrocampista saltó al campo revolucionando el partido y poniendo el empate en sus botas. Un mes después, el 25 de abril nacía su hija Ema.
Sin duda el fútbol femenino está de enhorabuena. Porque Ema Modric está siguiendo los pasos de su padre, uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. De hecho, el croata es uno de los pocos que han conquistado el Balón de Oro. Lo hizo en 2018, “colándose” en una hegemonía eclipsada por Cristiano Ronaldo y Leo Messi.
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“Es muy buena, va a ser mejor que papá seguro” confesaba el jugador cuando los medios empezaban a fijarse en las cualidades que mostraba la mediana de sus tres hijos.
Ema forma parte de la mayor cantera europea del futbol femenino, que no es otra que la del Madrid Club de Fútbol. El equipo madrileño, el primero nacido en exclusiva para niñas y mujeres futbolistas, es el lugar donde Ema Modric está formándose como futbolista.
Protagonizó una de las imágenes más curiosas del Mundial de Catar 2022, cuando le preguntaba a su padre en la previa de un partido de Croacia por el valor de una victoria. Otra de los momentos que dio la vuelta al mundo en redes, cuando Luka se hizo eco de como Ema entrenaba en el gimnasio con el joven Arda Güller. Un post que subió también el futbolista turco.
La paradoja es que el Real Madrid aún no puede acogerla ya que no tiene equipo de esa edad. Será el año que viene cuando Ema Modric tenga que decidir si pega el salto al club blanco o se queda en el Madrid CFF. No sería la única. La familia Zidane es otro ejemplo de conocidas leyendas del Madrid cuyos vástagos han continuado la saga en el Club de Chamartín. Sin embargo al centrocampista también le preguntaron si le gustaría que Ema fichase por el Barça, a lo que muy diplomáticamente contestó que ella “es feliz en Madrid, no creo que quiera ir a Barcelona”, confesaba al micro de la Cadena COPE.
`Otras Hijas de´
Ema Modric no es la única hija de futbolista que sigue la estela de su padre. Bibi Casquero, hija del jugador del Getafe y Real Madrid es otro de los ejemplos. Con cualidades futbolísticas similares a las que se le atribuían a su padre de jugador, Bibi es una de las jóvenes perlas de la cantera madrileña.
Antes de desembarcar en la Fábrica (nombre como se conoce a la cantera del Real Madrid) se inició en el Olimpia Las Rozas, casualmente con otra hija de una leyenda blanca: María González. La hija de Mamen Sanz y Raúl González Blanco ya está en las categorías inferiores del equipo merengue. Su llegada no dejó indiferente a nadie y en su primer partido debutó además con gol, demostrando el mismo olfato de cara a portería que su padre, quien marcó en su carrera 228 tantos siendo hasta el 2016 el máximo goleador histórico del club.
Otro ejemplo muy llamativo es el de Naia Ocio, la hija del que fuese jugador del Athletic de Bilbao, Aitor Ocio y Laura Sánchez. El talento heredado de la joven, una delantera de alto nivel, le ha valido una beca para iniciar sus estudios en la Universidad de Connecticut, un hecho del que ha querido presumir el ex futbolista en sus redes.
El crecimiento del fútbol femenino y de sus canteras está posibilitando que cada vez sea más frecuente que las hijas de los grandes nombres del fútbol demuestren que pueden dedicarse a lo mismo en lo que sus padres brillaron.