El fútbol femenino está en un momento espectacular de crecimiento, sobre todo a nivel europeo, donde poco a poco se está alcanzando casi la igualdad respecto al masculino, llegando a un punto en el que se compite por ser uno de los deportes más vistos, se llenan estadios y cada semana está más cerca de ser una atracción de masas. De hecho, por ejemplo en España, con el campeonato del mundo logrado en 2023, se está convirtiendo poco a poco en uno de los grandes eventos semanales cada vez que los mejores equipos juegan, además de la selección, que especialmente genera mucho movimiento.
Pero claro, en lo que se refiere al deporte, está claro que hay mucho que tiene que ver con que los grandes clubes hayan entrado casi todas a las grandes ligas, de hecho, si miramos a los 16 clubes de la Champions League, casi todos pertenecen a estructuras masculinas de renombre, como el mejor equipo del mundo, el FC Barcelona; el más laureado de la historia, el Olympique de Lyon; u otros en crecimiento como Chelsea o Real Madrid. Pero esto no tiene de que vaya a ir a menos, si no al contrario. Porque cada vez se destinan más recursos.
El problema, es que en Europa crece sí, pero en el resto del mundo el ritmo es mucho, pero mucho más lento. Un ejemplo de esto es en Sudamérica, donde al igual que hicieron las chicas de la selección española en 2022, las futbolistas del mejor equipo del continente, se han lanzado a pedir un gran cambio.
El Corinthians estalla contra la Copa Libertadores
Vamos a ponernos en contexto, y es que en Brasil, uno de los países por antonomasia del fútbol, tanto masculino como femenino, hay un equipo que domina con mano de hierro, no solo en su país, si no en todo el continente, hablamos del Corinthians. De hecho, las jugadoras cariocas han vencido en las últimos cinco ediciones de la Copa Libertadores (la Champions de Sudamérica), la última de ellas tras ganar al Santa Fe por 2 a 0 este fin de semana. Pero esta vez, en lugar de celebrarlo con una gran fiesta acorde al éxito conseguido, usaron su gran momento para denunciar la dura realidad que viven, tanto ellas como la competición, en un grito por salvar al fútbol femenino sudamericano.
Las jugadoras de Corinthians acaban de coronarse campeonas ante Independiente Santa Fe. En vez de festejar, publicaron este video: pic.twitter.com/DxysEwH1LP
— Nicole Regnier (@nicoleregnier11) October 19, 2024
Lo hicieron mediante un vídeo en las redes sociales, en el que las jugadoras fueron una a una saliendo a explicar las duras condiciones con las que conviven: “Cambio de sede a última hora, falta de divulgación, campos malos, riesgo de lesiones, apenas 20 atletas inscritas, partidos cada tres días, estadios vacíos, prohibido calentar en el campo de juego, estructuras precarias”. En tan solo 36 segundos, desgranaron una realidad que les ha puesto contra las cuerdas todos estos años.
El cambio de estadio, detonante
Todo empezó porque el 2 de septiembre de 2024, la CONMEBOL confirmó el cambio de sede de esta Copa Libertadores femenina, que en febrero se había anunciado que se disputaría en Uruguay, pero a 35 días de su comienzo, se cambió a Paraguay. Un cambio de planes que afectó directamente a Nacional, que participaba en el torneo por ser el segundo mejor clasificado del país anfitrión y se quedó fuera, y a Peñarol, que tuvo que llevar a cabo afrontar un viaje que no tenía previsto. Aunque Paraguay ganó un representante más en el torneo.
Pero por culpa de este cambio, la final se disputó en el Estadio Defensores del Chaco de Asunción, que presentó una entrada muy baja. De hecho, este ‘novedad’ la consideran las jugadoras del Corinthians como “¡inadmisible! y una “falta de respeto”. Y por eso mismo piden que se respete al fútbol femenino de América Latina.