A veces el fútbol hace justicia. Antes de jugarse la final, España había demostrado a lo largo del torneo que merecía levantar el título de campeona de Europa. Pero habría que superar un último escollo, el más cicatero y a la vez , el más peligroso. Porque con muy poco se había plantado la Inglaterra de Southgate en la final, y eso, hay que admitirlo, tiene mérito. Además del respeto que individualmente generaban muchos de sus jugadores.
Quizás por eso la selección que saltó en el primer tiempo fue la menos reconocible de todo el campeonato. Parecía que los futbolistas españoles estuviesen esperando a ver qué hacía Inglaterra, como si quisieran darle la iniciativa. España tenía el balón y lo movía de lado a lado, pero le costaba encontrar huecos en el entramado defensivo del rival.
Nico Williams encontró en el minuto 12 el primer disparo que fue despejado por Stones. Juego lento y con pocas ocasiones para España, mientras Inglaterra defendía sin errores y dificultaba seriamente la creatividad y la velocidad del equipo de Luis De la Fuente.Así transcurrió la primera media hora, hasta que a los 35 minutos España empezó a tocar y a llegar al área generando varios córners, aunque aún con un juego demasiado lento.
Cerca del descanso un error de Carvajal provoca que Laporte y Rodri se crucen al intentar cortar un balón en área de España. Rodri sale mal parado. Antes de ir a vestuarios llega la primera intervención de Unai Simón a remate de Foden.
Malas noticias, España pierde al mejor jugador en su puesto por lesión, Rodri. Martín Zubimendi, su relevo natural, sale a jugar el segundo tiempo mientras Inglaterra parece ser ligeramente superior a España por lo visto en los primeros 45 minutos. ¿El mejor remedio al infortunio? Cuanto antes, mejor.
Lamine Yamal no quiere esperar para coronarse como mejor asistente del torneo. En segundo minuto de la reanudación encuentra a Nico Williams que dispara con zurda lejos de Pickford y marca el 1-0. Es el gol de Zipi y Zape, los dos “hermanos” más traviesos de la Euro que han mandado a casa a las grandes selecciones europeas como si estuvieran jugando en el patio de su casa, uno con 22 años cumplidos el viernes y el otro con 17 desde el sábado, una pareja que augura un futuro brillante para la selección española, además de asegurar la diversión de cualquier aficionado que se ponga ante la tele para verles jugar.
La selección empieza encontrar su fútbol y las ocasiones. Morata recibe, se gira en el área pero no esta fino en el remate. Sí en el esfuerzo defensivo. Dani Olmo se la pasa a Lamine, este se la deja atrás, recupera y el disparo lo despeja el portero inglés. Y en el minuto 68 De la fuente sorprende retirando a Morata, poco acertado en ataque pero muy trabajador como en cada partido. ¿Quién se atreve a criticar el cambio si todos los que ha hecho el seleccionador español hasta ahora le han dado la razón?
Avanzamos hasta el minuto 72 cuando Palmer se saca un disparo lejano que roza a Le Normand y despista a Unai Simón que no llega. Inglaterra ha empatado el partido y ahora lo tiene donde quería.
A 9 minutos para el final la ocasión es para Lamine Yamal, pero su remate con la zurda la saca el portero. El partido camina hacia la prórroga. Hasta que Cucurella, que se había vaciado en tareas defensivas ante la banda más peligrosa de los ingleses, se arranca por la izquierda y pone un pase que Oyarzabal remata con la puntera a la red. Un centímetro más adelantado y hubiera sido fuera de juego. Pero no lo fue. Algo sabía De la fuente para tenerle tanta fe al delantero de la Real, que fue siempre su relevo preferido y acabó respondiéndole en el momento decisivo.
Solo quedaba un susto antes del final. Y ahí Dani Olmo celebró como si hubiera marcado el gol de su vida cuando salvó un segundo remate tras un córner en la misma línea de gol. Pero el fútbol iba a ser justo y la cuarta Eurocopa se viene para España. La selección de Luis De la Fuente ha sido la mejor, ha hecho el mejor juego, ha sido la más goleadora de la Eurocopa con 15 goles, cifra récord del torneo,con el jugador más joven de la historia en jugarla y marcar gol. Y con Rodri siendo elegido mejor jugador del torneo.
Y hay algo aún mejor, y es la ilusión que este grupo de jugadores ha generado en un país tradicionalmente de clubes, que en dos años confiará en este equipo para asaltar el Mundial de 2026. Un éxito inesperado de la mano de un técnico que ha aprovechado con creces su primera gran oportunidad. ¡Enhorabuena!