La selección española femenina llegaba al parón internacional con muchas dudas, puesto que no estaban siendo las mejores semanas para el fútbol nacional. Primero por el juicio a Luis Rubiales, que involucra, de forma directa o indirecta a las jugadoras del equipo, además de al cuerpo técnico actual y al ente federativo. Pero aparte de eso, también se juntaba con que a nivel deportivo no todo fluía bien. Los mejores equipos de la Liga F están en un momento valle del curso y ni siquiera el Barça termina de carburar, lo que sumado a las lesiones de piezas clave como Patri Guijarro o Alexia Putellas, complicaba las cosas.
Y en medio de ese clima tocaba debutar en la Nations League, un torneo en el que el equipo de Montse Tomé defiende título y donde además este curso el grupo es muy complicado. Bélgica, Inglaterra y Portugal, tres rivales del máximo nivel. Aunque de primeras era el turno de medirse a las belgas en casa y viajar hasta Londres para retar a las subcampeonas del mundo en Wembley. Todo esto con la cabeza en el gran objetivo del año, la Eurocopa de este verano en Suiza, que es el muro que le falta por escalar a la Roja.
Aitna Bonmatí lucha con una inglesa en la segunda jornada de la UEFA Nations League
Una salvación ‘in extremis’ y un pinchazo
Pues bien, una vez finalizada esta ventana podemos tener claro que hay mucho por hacer. Ya hemos mencionado las bajas, pero no pueden ser excusa para los problemas que hemos visto en las campeonas del mundo, además de que de por sí siguen estando algunas de las mejores del planeta. En el primer partido, ante Bélgica, que por cierto será rival en la fase de grupos de la Eurocopa, las cosas no salieron. Si por algo ha destacado España es por ser un equipo que juega bonito, muy rápido y con transiciones que desarbolan rivales sin apenas problemas, pero esta vez se atrancaron de mala manera.
Pese a que terminaron por ganar remontando ‘in extremis’, las sensaciones no terminaron de ser buenas. Aún con jugadoras en gran forma como Claudia Pina, el grueso del equipo necesita un ‘reset’. La defensa, históricamente un muro, comete fallos que hace poco no estaban ni cerca de hacer. El centro del campo no fluye como debería y arriba la pólvora está mojada. Tuvo que ser una suplente, Cristina Martín-Prieto, quien salvara la papeleta.
Y por eso mismo era de vital importancia el partido ante Inglaterra en Wembley, pero fue peor aún. Pese a que se gozaron de muchas oportunidades, con varios palos incluidos, el partido fue muy inestable. Buenos ratos de fútbol combinados con errores groseros y una sensación de fragilidad no deja ni mucho menos buenas sensaciones. Es más, pese a tirar 20 veces solo 5 fueron a puerta, una falta de puntería que sumada a un error en el ecuador de la primera parte dio alas a Inglaterra, que se puso por delante y ya no perdió la ventaja. Así terminó este parón, con una derrota preocupante.
💬 “Siento que merecimos más”.
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— Selección Española Femenina de Fútbol (@SEFutbolFem) February 26, 2025
Lo que le espera a España
Con la Euro en el horizonte, a España le quedan aún cuatro partidos antes de debutar en ella, todos de esta Nations League. Pues ahora, una vez que han pinchado con Inglaterra, no pueden fallar más. Para empezar, en las primeras semanas de abril tendrá lugar la segunda ventana, en la que se medirán a Portugal, primero en el país luso y luego en casa. Las portuguesas empataron con Inglaterra y han vencido a Bélgica, por lo que de ganar sería un golpe sobre la mesa. También es clave hacerlo bien, porque serán rivales, junto a Italia y la menciona Bélgica, en la fase de grupos en Suiza.
Por otro lado, la ventana final será entre final de mayo e inicio de julio, primero viajando a Bélgica, para cerrar con el partido decisivo, la revancha contra Inglaterra, que tendrá lugar el 3 de junio en tierras españoles. Hay tiempo para trabajar, tanto de cara a esta Nations League como a la Eurocopa, además de que se deben recuperar las lesionadas por el camino y esperar que no haya más contratiempos, pero por ahora, las alarmas están encendidas.