El fútbol femenino es un deporte que está viviendo un crecimiento abrumador en los últimos años, en los que ha pasado de ser residual y a estar denostado a nivel profesional a estar en su mejor momento. Poco a poco se ha ido haciendo un hueco a nivel general y ya está al nivel de otras muchas disciplinas. No llega al nivel del masculino, pero sí que ha conformado un ecosistema que le permite seguir creciendo. Una buena muestra de ello es que sus referentes son estrellas mediáticas en toda regla y tanto a nivel de seguimiento por parte del público como de las marcas, tienen mucha importancia.
Pero para que Alexia Putellas, Aitana Bonmatí, Sam Kerr, Megan Rapinoe y compañía hayan llegado a lo que son hoy, a lo largo de la historia han tenido que aparecer muchas mujeres que lucharan contra viento y marea por cumplir sus sueños y llevar un paso más allá su deporte, cuando nadie creía en ellas o peor aún, eran perseguidas por jugar. Un ejemplo de ello, que data de hace más de 100 años, es el de Lily Parr, la primera gran leyenda del fútbol femenino inglés y que marcó más de 1ooo goles en una época en la que nadie quería que ellas fueran las reinas del campo.

Lily Parr durante su época como futbolista
Un siglo atrás era otra historia
Para entender la historia de esta leyenda debemos mirar atrás, pues el fútbol femenino data del siglo XIX, pero no tenemos que retroceder tanto, si no poco más de 100 años, hasta la I Guerra Mundial. Y es que de no ser por las mujeres, durante este conflicto, el fútbol en Inglaterra habría estado en peligro de desaparecer. Pero ahí los partidos de fútbol femenino fueron un fenómeno que atrajo a miles de espectadores, sirviendo de válvula de escape en una época tan dura para el país.
Y es que con el estallido de la guerra, muchas ligas deportivas, como el hockey y el cricket, suspendieron sus competiciones debido a la escasez de jugadores, ya que muchos hombres fueron reclutados para luchar. Sin embargo, la liga de fútbol decidió seguir adelante y comenzar la temporada de 1914-1915. Esta decisión fue muy criticada, pues se acusó a la Asociación de Fútbol de priorizar sus ingresos por encima de la seguridad nacional.
Fábricas, mujeres y fútbol
La situación empeoró con el avance del conflicto, y la FA tuvo que suspender los partidos a mitad de la temporada debido a la falta de jugadores. La escasez de mano de obra también afectó a las fábricas, lo que obligó a muchas mujeres a ingresar por primera vez al mundo laboral para mantener las industrias en funcionamiento, fabricando municiones y equipos para la guerra. Estas mujeres fueron conocidas como “municioneras”.
Estas “municioneras” no solo trabajaban en las fábricas, sino que también se les animó a practicar deportes, con el fútbol como la actividad más popular entre ellas. Aunque inicialmente se consideraba una actividad inapropiada para mujeres, el fútbol se convirtió en una forma de mantenerse saludables y de disfrutar del tiempo libre. Así nacieron varios equipos de fútbol femenino en distintas localidades industriales de Inglaterra, como el Ruston Aircraft Girls y el Lincoln Munition Girls.
El Éxito de las Dick, Kerr Ladies
Uno de los equipos más emblemáticos fue el Dick, Kerr Ladies de Preston, que comenzó a jugar en partidos amistosos antes de enfrentarse a otros equipos de la región. Aunque al principio la gente acudía por curiosidad, la calidad de su juego cambió la percepción del público. Las Dick, Kerr Ladies se convirtieron en el equipo femenino más famoso de la época, disputando cerca de 800 partidos y realizando su primer partido internacional contra Francia en 1920.
Lily Parr, la Alexia Putellas de su época

La estatua de Lily Parr en el museo del fútbol inglés
Y ahí es donde aparece Lily Parr, una de las jugadoras más destacadas de este equipo y que acabó convertida en una leyenda del fútbol. Parr, conocida por su imponente figura y su potente disparo, destacó desde joven. A los 16 años ya había marcado 43 goles en su primera temporada. Su habilidad era tal que un periódico local la describió como “probablemente el mayor prodigio futbolístico del país“. En total, Parr anotó alrededor de 1.000 goles a lo largo de su carrera, jugando hasta los 45 años.
Sin embargo, el fútbol femenino no estaba exento de obstáculos. En 1921, la FA prohibió a los clubes permitir que los equipos femeninos jugaran en sus estadios, alegando que el fútbol era inapropiado para las mujeres, a pesar de la gran popularidad que estos partidos tenían. Esta prohibición, que duró casi 50 años, representó una gran injusticia, ya que las jugadoras fueron tratadas de manera diferente a los hombres. Pero a pesar de este veto, las Dick, Kerr Ladies continuaron jugando y realizando giras internacionales. Incluso lograron una impresionante racha de 200 partidos invictas antes de que el equipo se desmantelara en 1965.
Reconocimiento Tardío

La placa de Lily Parr en el museo del fútbol inglés
Así pasaron los años y se apagó esta mecha, pero en 2002 Lily Parr recibió el reconocimiento que merecía, siendo la primera mujer en ingresar al Salón de la Fama del Fútbol Inglés en el Museo Nacional de Fútbol de Manchester. Además, en 2019, se erigió una estatua en su honor, recordando su legado y sus contribuciones al fútbol femenino. Y en gran parte el fútbol femenino es lo que es en este momento debido al esfuerzo de las pioneras como Lily Parr y las municioneras durante la Primera Guerra Mundial.