El Villarreal jugaba el domingo su partido de liga frente al Almería en el estadio andaluz. En los segundos finales, cuando el marcador ya cumplía el tiempo de descuento, el jugador Alexander Sorloth conseguía la victoria de su equipo. Con su gol subía el 3-2 en el marcador y el Villarreal conseguía la victoria con la que además sellaban una temporada más en primera. Fue el MVP del partido.
Su celebración, los brazos en forma de cuna y chuparse el pulgar mirando a la cámara, un gesto común para los futbolistas cuando anotan y quieren dedicárselo a sus hijos. En este caso Sorloth dedicaba el tanto a su hija, recién nacida esa misma mañana, Emma.
En la cuenta oficial del club dentro de la red social X (anteriormente llamada Twitter) su community manager quiso contar la historia atribuyéndole todo el mérito al futbolista por el “historión” de haber viajado con el equipo y no haberse quedado con su mujer y la recién nacida.
El post en cuestión acumula ya 8 millones de visitas y desde las cuentas de muchos usuarios, medios de comunicación y también asociaciones como MalasMadres han querido criticar públicamente la irresponsabilidad del jugador y de su club.
Por si alguien no sabe la historia:
Sorloth, aunque tenía permiso para quedarse por su inminente paternidad, ha preferido viajar.
Ya en Almería ha nacido su hija Emma y el noruego lo ha celebrado marcando el gol de la victoria en el 92.
Historión, ¿eh?#AlmeriaVillarreal pic.twitter.com/TEKTLw48tJ
— Villarreal CF (@VillarrealCF) April 21, 2024
En entrenador, Marcelino, al término del partido era también preguntado por ello. El técnico alababa el comportamiento de su jugador: “Su profesionalidad la recibió con un gol. Tenía la posibilidad de quedarse con su mujer ya que fue papá hoy a la mañana, pero él antepuso su profesionalidad, quiso venir, y mira, metió el gol para su mujer y su hija, me alegro mucho por él, y porque demuestra unos valores. Para mí el hecho de que se hubiese quedado estaba bien también, pero lo quiso así y se lo agradecemos todos”.
El caso de Alexander Sorloth desde luego no es un hecho aislado. El pasado año en el mes de marzo en u encuentro entre el Espanyol y el Valladolid, el jugador Javi Sánchez quiso estar en el nacimiento de su hijo. El entrenador rival, Pacheta, salió en su defensa en rueda de prensa: “Si te dejan ver el nacimiento de un hijo, eso no hay nada más en la vida. Aquí ganamos, perdemos, pero el nacimiento de la vida, eso no tiene discusión alguna. No la tiene. El chico tiene que irse”.
Pero Javi Sánchez es un rara avis. El mismísimo Messi o Gerard Piqué cuando fueron padres retomaron a las horas sus obligaciones como futbolistas, desoyendo la de padres. Cuando el hijo mayor de Gerard Piqué nació, el jugador catalán fue a entrenar inmediatamente y al día siguiente jugó un partido frente al Málaga en el que marcó gol y se lo dedicó al hijo mayor de Shakira.
En el caso de Leo, fue incluso el entrenador rival, Joaquín Caparrós, entre bromas, quien pedía al astro argentino que se quedase con su mujer para que no tuviese su equipo que enfrentarse a él. De hecho, la AFE, la asociación de futbolistas profesionales, recoge en el convenio el derecho a la baja de paternidad, y se pronuncia sobre ella, “Tiene singularidades distintas a otras actividades, pero hay que insistir en que como trabajadores, tienen este derecho laboral”. Aunque muchos no optan cogérsela, ni total ni parcialmente.
Sergio Ramos no fue tampoco una excepción. Cuando en 2018 el sevillano tuvo a su tercer hijo junto a Pilar Rubio, volvió a la concentración menos de 24 horas después con la selección española para jugar un amistoso. El entonces seleccionador español, Julen Lopetegui, destacó públicamente el compromiso de Ramos con los colores. Nadie, claro, habló del de padre. “Ha hecho un esfuerzo extraordinario por venir a entrenar, cosa que lógicamente él podía haberse saltado. Pero no lo ha hecho, demostrando claramente la mentalidad que tiene y que, además, nos encanta”.
Pablo Sarabia, actual jugador del Wolverhampton, en una reciente entrevista con El Mundo, ha sido uno de los pocos futbolistas en alzar la voz sobre los permisos de paternidad. El no tener la posibilidad de haber parado su actividad al nacer sus mellizos, le pasó factura en el campo. Sin duda, el fútbol profesional y la conciliación familiar es aún una asignatura (muy) pendiente.