El Real Madrid se metió en el mundo del fútbol femenino previa compra del CD Tacón con un único objetivo, el de llegar a ser un equipo grande que pueda pelear por todas las competiciones, el problema es que hasta ahora no están pudiendo hacerlo. El mayor hándicap del fútbol femenino para su crecimiento y desarrollo es la falta de competitividad, al menos a grandes rasgos, esto se debe a que hay un transatlántico que lo ocupa todo, el Fútbol Club Barcelona, que solo hace que ganar títulos de forma arrasadora. Lo hace en Europa y como tal lo siguen haciendo en España donde no hay rival.
Esta semana se ha disputado la Supercopa de España en Leganés, donde el equipo blanco llegaba tras una derrota contra el Eibar, la primera del año que no fuera contra el Barça. Pero consiguieron meterse en la final tras pasar por encima, aunque sufriendo, de la Real Sociedad, pero luego la realidad les golpeó de lleno. La final pese a que de inicio estuvo relativamente igualada, acabó de la peor manera posible, con una nueva goleada por 5 a 0 que dejó clara la tremenda diferencia que hay entre ambos equipos. Además, ahora en Europa el Real Madrid tiene una oportunidad, pues está en cuartos de final de la WUCL, pero no llegan en su pico de forma.
Rentabilidad sí, éxitos no
El conjunto que dirige Alberto Toril es una de las grandes apuestas de Florentino Pérez (aunque el mandatario no se presentó a la final supercopera), pues cogió un equipo de la tabla baja y poco a poco con inversión y trabajo se ha convertido en la alternativa al Barça, pese a que aún siguen con sus vitrinas vacías. Y eso que han fichado grandes nombres como Linda Caicedo, que apunta a ser una de las mejores del mundo siendo apenas una adolescente, pero quizá la colombiana ha sido el único gran acierto de la Casa Blanca, donde no han conseguido repetir los tremendos éxitos del plantel masculino, donde fichan talento muy joven y lo acaban (casi siempre) convirtiendo en estrellas del máximo nivel mundial.
Lo que si que se ha hecho es ha conseguido triplicar el presupuesto de la sección e incluso rentabilizarla con unos notables incrementos en el capítulo de ingresos comerciales pero siguen siendo a todas luces insuficientes para paliar la brecha que hay frente a las de la Ciudad Condal. Aunque si que se han sumado a la causa a grandes nombres, falta el impulso final para combatir con la élite, ya muy asentada.
El ejemplo es el Chelsea
Un buena vara de medir para las madridistas puede ser el Chelsea, que está haciendo algo similar, pero a base de inversión. Las de Londres han hecho en los últimos años los fichajes más caros de la historia del fútbol femenino. Mayra Ramírez, a quien sacaron del Levante el año pasado, o Naomi Girma, a quien se han traído de Estados Unidos para apuntalar un equipo de lo más completo, que además ahora va a sumar también a Keira Walsh, otrora estrella del Barça, que ha salido por la puerta de atrás del Johan Cruyff. Esta puede ser una línea para el Madrid, la de ser agresivos económicamente, porque el resto de opciones necesitarían tiempo y paciencia, algo que no suele abundar en Valdebebas.