España echa a Alemania

Mikel Merino saltó como si tuviera muelles para rematar de cabeza a la red un balón y de esta manera cerró un cardíaco partido

Podría empezar esta crónica diciendo que esta España pequeña e inexperta cual equipo juvenil, según definición del ex portero de la “Mannschaft” Lehmann, se graduó en el minuto 118 de partido cuando Mikel Merino saltó como si tuviera muelles para rematar de cabeza a la red un balón soberbio puesto por Dani Olmo. Fue el gol que metió a España en la semifinal. El jugador de la Real Sociedad ya está en la historia, como Puyol o Maceda, cuyos goles de cabeza, años atrás, hicieron lo propio ante Alemania.

Pero el partido da para un análisis mucho más completo. España buscó puerta sin cumplirse el primer minuto de juego por medio de Pedri. Comenzó la anfitriona con una dureza no vista hasta ahora. Como si quisiera amedrentar a los jóvenes inexpertos españoles, que anunciaban el mismo cartel que en los cuatro partidos anteriores. Grave fue la dureza con la que Kroos entró en falta a Pedri a los 3 minutos de partido. El jugador del Barça se tuvo que ir lesionado con un esguince de tobillo que, como mínimo, le deja fuera de la semifinal del martes. No vio amarilla Kroos por esa acción, ni por el pisotón que propinó a continuación sobre Lamine Yamal, aún peor que la entrada sobre Pedri. Sin noticias del árbitro, tampoco cuando Kroos le protestó, algo prohibido por el reglamento desde este torneo, que solo permite el diálogo o protesta de los capitanes.

Con Olmo en el campo, la misma propuesta de España, que veía cómo Gündogan y Emre Can vivían pendientes de Rodri y Fabián. La batalla por imponerse en el centro del campo que se preveía. Y el peligro español por las bandas de Lamine y Nico Williams, como en un centro que Fabián remató desde fuera del área, o en otro gran centro que Morata, girándose, no fue capaz de rematar.

Lo hizo mucho mejor el capitán cuando, ya en el segundo tiempo, vio venir a Dani Olmo y le esperó para que el jugador del Leizpig se sacase un disparo imparable. España se adelantaba en el marcador y Alemania se veía obligada a meter una marcha más.

Las mejores ocasiones llegaron de las botas de Füllkrug, uno de los cambios que había introducido Nagelsmann tras encajar el gol. Una fue al palo y otra la sacó Unai. Para entonces comenzaba a sentirse cansancio en algunos de los nuestros. Para sorpresa de muchos, De la fuente sustituyó al talento que derrochamos en las bandas. Una decisión arriesgada. Primero metió a Ferran Torres por Lamal y unos minutos después a Merino por Nico Williams. También prescindió de Morata para meter a Oyarzabal. Un error de Unai Simón dejó a Haverts el empate en una vaselina si éxito. Alemania apretaba y cuando quedaban dos minutos para el 90, llegó un balón suelto que puso Kimmich en el área y el remate de Wirtz mandó el partido a la prórroga con 1-1.

España tendría que jugar los 30 minutos siguientes ante la anfitriona sin Nico ni Lamine. La gesta se ponía muy cuesta arriba. Pero los futbolistas españoles salieron mandando, aceptando el intercambio de golpes y contando con que el asedio de Alemania, sus centros al área, eran despejados una y otra vez por Laporte, Carvajal y le Normand, y después Nacho, que entró por el central de la Real. Y todo bajo el mando de Rodri, que cuando más falta hacía se marcó un partido descomunal, Carvajal inmenso y Dani Olmo, MVP del partido y autor de la asistencia en el minuto 118 para el remate de cabeza de Merino. Su actuación en la prórroga, cuando ya faltaba el oxígeno, fue superlativa.

España tuvo oficio, resistencia y capacidad para encajar los golpes. También algo de fortuna en la mano clara de Cucurella que el VAR revisó y dio por anulada por un fuera de juego previo. La factura no salió gratis: Pedri lesionado, Carvajal y le Normand sancionados.

El rival para la semifinal de Munich es Francia, un muro de hormigón que habrá que derribar para llegar a la final 12 años después. Pero esa ya será otra historia. De momento, esta selección ya está en el mismo lugar al que llegó España en la última Eurocopa. Pase lo que pase, lo que ya sabemos es que el recorrido de este equipo “pequeño, inexperto y juvenil” promete grandes alegrías. Que así sea.

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