El Real Madrid inició la semana pasada su camino en la Champions League femenina con un tropiezo, aunque eso sí, con el rival más difícil de su grupo, el Chelsea, semifinalista de la pasada edición y de forma indiscutible, uno de los mejores equipos europeos. Por eso mismo, el partido de la segunda jornada ante el Celtic era clave en pro de las aspiraciones de las chicas de Alberto Toril de clasificarse para cuartos de final, y así se lo han tomado, para conseguir una victoria contundente, tanto en el juego, como en el marcador. Pero ahora le queda refrendarlo ante el Twente, que también superó a las escocesas.
Jugando en casa y con una gran superioridad sobre el papel, solo quedaba plasmarlo en el campo. Todo lo bien que había jugado el equipo madridista esta campaña se había perdido con la derrota ante las blues y un empate ante el Atlético de Madrid el pasado domingo en el derbi, en los dos primeros puntos que se dejaban en la Liga F y que complicaban el sueño de perder al Barça. Pero ha llegado el colchón europeo para quitarse el mar sabor de boca.
Desde el minuto 1 apretando
En medio de la polémica entre Toril y Montse Tomé, que además ha dejado fuera de la lista a una pieza clave blanca como Misa Rodríguez, desde el minuto 1 se vio que había que aprovechar la reválida y casi lo consiguen en el primer minuto, cuando Athenea casi sorprende a la zaga escocesa. Fue solo un aviso, pero afectó a las anglosajonas, que dejaron el autobús aparcado delante de la portería de Daugherty. Pero eso lo aprovechó la estrella blanca, Caroline Weir, exjugadora de las de Glasgow, pero que no tuvo piedad y sacó un zurdazo desde fuera del área en el minuto 7 que limó las telarañas de la escuadra para poner el 1 a 0.
El gol desatascó a las locales, pero no hizo que las visitantes cambiaran su plan lo más mínimo. Iban a seguir encerradas, esperando alguna contra y a las españolas les quedaba solo intentar traspasar el muro y buscar alguna oportunidad. Y llegaban, porque se pudieron ir al descanso ganando de forma muy holgada. Tal era la diferencia que Misa Rodríguez no recibió un solo disparo a puerta.
Pero en el área anglosajona no entraba la bola. Un disparo de Leupolz que salvaron bajo palos; una jugada colectiva que no pudo Linda Caicedo no acertó a meter en la portería, e incluso un palo de Oihane. En total 17 remates a 0, en un absoluto destrozo, que llegó igualado a la segunda mitad.
Se destapó el tarro de las esencias
Los segundos 45 minutos fueron exactamente iguales, solo que a las jugadoras visitantes se les agotó la gasolina y eso lo aprovecharon las blancas, que comenzaron un asedio que cada vez era más intenso. A punto estuvo Caicedo de abrir la lata, pero de nuevo la madera lo evitó, pero lo que de verdad cambió el partido fueron las sustituciones, la entrada de Eva Navarro y Bruun puso piernas frescas en el frente de ataque y así empezó todo.
De hecho, en el minuto 73, un centro de la murciana remarcado por la 9 puso el 2 a 0 y a partir de ahí, la fiesta. Primero Moller marcando desde su casa tras un error de la defensa y después Caicedo, que tras mucho intentarlo por fin pudo marcar, aunque tuvo que ser de penalti tras un regate espectacular. En total un 4 a 0 demoledor, que además permitió que Alberto Toril hiciera debutar a uno de los fichajes estrellas, la defensa brasileña Antonia Silva, que tras romperse tibia y peroné en París 2024, ya está totalmente recuperada.