Tras las muchísimas dudas que atravesaba la selección española femenina, este parón internacional, el último de un 2024 de infausto recuerdo para las de Montse Tomé, le va a permitir a la seleccionadora tener unos meses de tranquilidad antes de lo que viene, que no es ni más ni menos que la Eurocopa de 2025, donde van a buscar sumar el primer gran título continental para ‘La Roja’. Además, aparte de dos grandes triunfos ante Corea y Francia, el equipo nacional ha sacado algo muy positivo de esta semana y media, y es que parece claro que el relevo generacional que buscaba la preparadora es posible.
Pese a toda la polémica por dejar fuera a absolutas piezas clave como pueden ser sobre todo Irene Paredes o Jenni Hermoso, la apuesta la ha salido bastante bien a la asturiana, porque se han erigido como nombres a tener muy en cuenta jugadoras como Claudia Pina, quien tras retornar después de ser una de las pocas de ‘las 15’ que seguía con su cruzada, ha sido la mejor del parón; la joven estrella Vicky López, que pese a lesionarse ante Corea demostró que es el futuro. Y nuestra protagonista de hoy, Bruna Vilamala, una jugadora con mucho recorrido, que pese a su juventud está recibiendo ahora el premio a su osadía por buscarse la vida.
Un Erasmus al más alto nivel
Bruna Vilamala tiene solo 22 años, pero es una jugadora muy madura, tanto que este verano tuvo que tomar una durísima decisión, la de abandonar el club de sus sueños, el FC Barcelona, el cuál viene ser el mejor equipo del mundo, para buscarse la vida en el extranjero. Y es que a la canterana culé, que tiene contrato con la escuadra catalana hasta 2026, se le complicó mucho el futuro este verano con las llegadas de Ewa Pajor y Kika Nazareth, lo que iba a poner carísimo tener minutos en la delantera de Pere Romeu, y por eso, tanto ella como su entorno y el club creían que una cesión era la mejor opción para su presente y futuro.
Redención en las islas
Su deseo era y sigue siendo el de triunfar en el Barça, pero una lesión de cruzados llegó cuando mejor estaba y desde entonces no ha contado con la regularidad que necesitaba para acabar de consolidarse. Por eso, sabedora de que lo iba a para muy mal para tener continuidad optó por salir cedida al Brighton, en la que está siendo su gran oportunidad para demostrar lo que vale. Esta llamada de la Selección Española es solo un ejemplo más de que hizo lo correcto,. aunque eso sí, llegó de rebote, pero las lesiones en las convocadas originales fueron el detonante para que cambiara al equipo sub 23 con el que estaba concentrada a salir con las mayores. Y lo hizo en los minutos que gozó ante Corea y Francia.
Y de cara al futuro solo se puede pensar en un color, el blaugrana. La delantera debería volver a la disciplina de la Ciudad Condal, aunque eso sí, la competencia va a ser feroz, ya que además de las ya mencionadas Pawor y Nazareth también se espera el regreso a tope de Salma Paralluelo, muy intermitente este año, además de la cada vez más feroz Claudia Pina, quien ya está a punto de pasar de promesa a estrella. Pero hay que estar muy pendientes a Bruna, ya que nadie vuelve igual de un ‘Erasmus’ y la lección la va a tener aprendida.